Wren de Bosquelinde, desde que murieran sus padres a protegido a su hermana gemela, no ha dudado en ningún momento en anteponer sus necesidades a las propios, ya sea yendo a cazar, para que no pase hambre o vendiendo su cuerpo, así que cuando Elora es elegida como sacrificio por el viento del norte, no duda ni un segundo en ocupar su lugar.

Bóreas el viento del norte, también conocido como el rey escarcha es uno de los Anemoi los cuatro vientos desterrados por los nuevos dioses. Cada x años necesita una humana para poder casarse con ella y así mantener a raya la sombra y que no se cuelen los Umbrante, seres que cada vez se están haciendo más poderosos y amenazan el reino.

Nuestra protagonista femenina, es tenaz, cabezota, muy protectora y con un problema con la bebida, su único propósito será acabar con un dios inmortal y así poder volver a su aldea. Pero a medida que va avanzando la trama ella misma se dará cuenta de todo lo que ha ido acarreando en su mochila, ese gran complejo que siempre le ha acompañado, y gracias a el rey escarcha irá dejando atrás todo ese lastre.

Bóreas, primogénito del alba y el ocaso, su misión es juzgar las almas, tiempo atrás perdió la suya propia, es frio o eso cree Wren, pero en realidad no sabe socializar o empatizar, siempre ha estado solo, de carácter tosco y poco hablador se ve a sí mismo como un ser superior. Su nueva esposa desde el minuto 0 le crea curiosidad y eso hace mucho tiempo que no pasaba.

Orla (esa gran mujer, que cuidará a Wren como una madre), Silas (el cocinero quien le preparará tartas porque sabe que le encantan, Palas, céfiro (el mensajero, al que odio un poquito), Tiamina (quien me recordó a Doris de buscando a Nemo), así como el resto de habitantes de la ciudadela y las tierras Yermas, serán nuestros compañeros de viaje.

Al ser una novela de fantasía, las descripciones son su punto fuerte, podemos ver con claridad las vastas tierras de la ciudadela, sentimos la brisa del mar en los acantilados, nuestro estomago ruge por el hambre y olemos el cedro del invierno.
A lo largo de sus 544 páginas, narradas desde el punto de vista de Wren (me hubiera gustado conocer los pensamientos de Bóreas en más de una ocasión), tenemos un retelling entre La bella y la bestia, y el mito de Hades y Perséfone, unos enemies to lovers muy slow burn (el spicy ni lo olemos hasta el 70% de libro), pero donde sobre todo seremos testigos como dos personas que han estado siempre solas se dan cuenta que pueden estar solas juntas.

Conclusión, es una buena lectura, en más de una ocasión me ha recordado a la saga acotar, si lo habéis leído os pasará como a mí, si le tengo que poner un pero ha sido a Wren , en un principio me costó mucho empatizar con ella, pero poco a poco la fui entendiendo, además que en más de una ocasión me ha hecho soltar una carcajada con sus salidas. Estoy deseando que continúen con la publicación del resto de la saga, para poder conocer al resto de los hermanos.

Me ha encantado esta novela. Es adictiva de principio a fin. Hay una gran transformación en los dos protagonistas y en la relación que acaban formando que me ha encantado. El romance es precioso. Una mezcla perfecta de La bella y la bestia y del mito de Hades y Perséfone. Y lo mejor de todo que es auto conclusivo.

El mundo que ha creado esta autora me encanta, tiene bases ya conocidas en la fantasía pero no se repite como pasa con muchas novelas. Tenemos dioses, umbradantes que son una especie de espíritus corrompidos convertidos en demonios, y espectros. Por supuesto hay un palacio enorme lleno de puertas que dan a un sinfín de mundos y una gran biblioteca. La ambientación me ha encantado y no cuesta nada adentrarte en este mundo gélido y hermoso.

Wren, nuestra protagonista , es una mujer fuerte; le ha dedicado toda su vida a su hermana, sobre todo desde que sus padres fallecieron. Ella es la que se ha encargado siempre de cazar, de vender su cuerpo para conseguir suministros y de más cosas para que su hermana Elora no tuviera que preocuparse de nada. Y por supuesto que se sacrifica cuando el Viento del norte llega a su poblado en busca de una nueva esposa. Me encanta este personaje, Wren es luchadora pero también compasiva, no tiene modales pero tiene mucha cultura y conocimiento. Es una mujer que nunca se ha valorado y que siempre ha luchado sin tener jamás felicidad en su vida y cuando deja atrás su vida y se da cuenta de todo lo que no tenía y como se ha infravalorado a ella misma, cambia; se enamora y es feliz. La maduración de este personaje es precioso y muy bien desarrollado.

Luego está el otro protagonista de la historia, Boreas, o como mejor se le conoce: El Viento del norte o el Rey Escarcha. Es duro y frio. Es un dios inmortal que ha tenido que vivir mucho dolor durante cientos de años. Aparte de controlar el frio también controla el submundo; es el encargado de hacer que las almas recién fallecidas vayan a un sitio u a otro dependiendo de sus pecados en vida. Y este trabajo de muerte no es fácil ni feliz. Poco a poco Boreas se va enamorando de Wren, de su ferocidad y su bondad y lo que parecía una relación imposible, acaba siendo una relación preciosa y muy picantona.

El tira y afloja que tienen continuamente Wren y Boreas te saca más de una carcajada y la tensión que hay entre ellos es una delicia. Me gusta que esta historia sea auto conclusiva pero a la vez me da pena porque quiero saber mucho más de ellos. Tengo la esperanza de que salgan en las tres novelas que conforman esta saga y que se conecten. Porque tengo muchas ganas de conocer al resto de hermanos de Boreas, el decir, el resto de “vientos”.

En resumen: un reteling que mezcla muchos mitos, magia, mundos de fantasía y dioses y un romance precioso, gracioso y muy sensual . Una novela que a pesar de ser extensa, te devoras enseguida. Te quedas con ganas de más. Muy recomendada.

Mi valoración es de 4,5 sobre 5