Primer libro de la serie Lady.

Celeste Rivenhall trabaja como agente británica, aunque simula estar a las órdenes de los franceses, lleva desempeñando este doble juego durante bastante tiempo y hasta ahora ha conseguido salir indemne. El apresamiento de un nuevo prisionero de guerra, Aidan Duhearst, la hace tomar una decisión que podría complicar su labor si se descubriese que le ha ayudado a escapar. Celeste no quiere arriesgarse a perder al conde de Wessex, así que ingenia un plan para lograr que pueda huir, aunque él no deba conocer nunca que ha participado en su salvación.

Aidan Duhearst, despierta después de la batalla, para descubrir que ha sido apresado y va a ser sometido a interrogatorio por parte de una mujer. Para su desesperación siente una gran atracción por su captora, y precisamente ese hecho junto con la actividad que Celeste desempeña hace que le tome inquina. El pensar que será ahorcado no es para él tan doloroso como saber que no ha muerto junto a sus hombres. Para Aidan el deber para con su país está por encima de lo demás. Inexplicablemente consigue escapar, ayudado no sabe bien por quién; pero desde luego no piensa dejar pasar la oportunidad de huir.

De regreso en Inglaterra el conde de Wessex no consigue olvidar el tiempo pasado en el campo de batalla, no es capaz de asumir la pérdida de muchos de sus hombres, y por esa razón comienza a ver la sociedad en la que vive con nuevos ojos. Para que sus compatriotas y él mismo puedan mantener sus costumbres se están perdiendo muchas vidas. La llegada de Lady Rivenhall a Inglaterra lo pone "en guardia", no va a permitir que esa mujer consiga información que ponga en riesgo más vidas; acudirá a quién haga falta para poner freno a la malicia de Celeste.

La escritora nos describe a la protagonista como una mujer seductora, bellísima, inteligente y capaz de convertirse en la mejor actriz si las circunstancias lo requieren. Como no podría ser de otra forma, cualquier hombre puede y de hecho se siente atraído por ella, es quizás esta parte la más difícil de creer, ¿nadie se resiste a sus encantos?. Cada historia que leemos, si nos ponemos a estudiarla en profundidad tiene un detalle que nos hace decir : "seguro que sí, esto no lo creo", y aquí hay un par de cositas difíciles de digerir; pero bueno, esto es ficción. Así que con todo y con eso, el personaje me ha gustado.

Por su parte Aidan no consigue aclararse, se debate continuamente entre el odio que le despierta Celeste y la inmensa atracción que siente por ella. Le gustaría poder resistirse y evitarla, pero cada vez que se encuentran vuelve a caer en la tentación. No se fía de ella, pero su corazón le dicta algo diferente.

Este libro ha conseguido engancharme, es cierto que no es un argumento novedoso, muchos otros libros tratan el tema de mujeres dedicadas al espionaje, a ayudar a su país, etc, etc; pero los protagonistas principales han captado mi atención. El hecho de que ambos intenten resistirse a una relación que está naciendo entre ellos es interesante. Ambos saben lo que deben hacer, pero sus corazones no están dispuestos a cerrarse al amor.

Me ha gustado mucho la historia, la forma de desarrollarla, la lucha de Aidan por resistirse a lo que está sintiendo por Celeste, la capacidad de ella para sacrificarse por su país. Debo ser muy poco patriota porque no llegaría a tales extremos por defender a mi país, y esta mujer lo arriesga todo, incluida su vida. Por otra parte nos cuenta una historia triste, como no podría ser de otra forma al retratar una guerra, pero es la primera vez que un conde tiene pensamientos negativos para la sociedad en la que vive. La escritora plasma dos mundos distintos, la guerra en el campo de batalla y los bailes de salón. Si bien es cierto, que en este caso esos bailes son fundamentales para conseguir información que ayude en el campo de batalla.

Muchos personajes secundarios, todos amigos de Aidan, que supongo tendrán sus propios libros. De hecho algunos han llamado mi atención, como Daniel (protagonista de "La asesina", segundo libro de esta serie, aunque publicado en primer lugar).John Elkin, un personaje al que se toma mucho cariño. Sarah,hermana de Aidan, y su esposo, que son una constante durante el libro.

Hay escenas que me han impactado en este libro y algunas no las puedo explicar en profundidad porque os destrozaría el libro. Una tiene mucho que ver con John Elkin, si lo leéis os daréis cuenta a qué me refiero. Y otra es de Celeste y un momento muy crítico cerca del final del libro, que me hizo pensar que esto no iba a terminar bien. Después existen otras de ellos, que resultan cuando menos simpáticas, no es que se recree en los momentos hot, pero es capaz de transmitir el deseo profundo que ambos están experimentando sin necesidad de colocarlos a solas en una habitación.

No es un libro inolvidable, pero a mí me ha gustado mucho. Me está dando resultado intercalar histórica y actual, parece que después llego a los libros con más ganas. Esta escritora me gusta, dota a sus personajes de características que los alejan de los estereotipos de perfección a los que suelen acostumbrarnos.