- Romántica histórica
- Deseos velados
Deseos velados
Detalles del libro
- Romántica histórica
Calles oscuras Un hombre abandona las sombras veladas por la niebla en busca de compañía. Las mujeres siempre se alegran de percibir sus monedas… instantes antes de recibir su cuchillo.
Secretos oscuros Darcie Finch ha acudido a un prostíbulo en la zona este de Londres como una alternativa final y desesperada. La madame le permite regresar a la noche inclemente con una nueva esperanza, la de encontrar empleo gracias a alguien que le debe un favor: el doctor Damien Cole. Sin embargo, le da un último aviso: Ten cuidado. Mantente alejada de su trabajo y sus secretos. Es un hombre temible…
Deseos oscuros La residencia Cole es un lugar extraño de verdad. La servidumbre desaparece y tipos patibularios llaman de noche a horas intempestivas, y Darcie ha visto al doctor salir de su laboratorio lleno de manchas de sangre. Entonces, Damien le ofrece la oportunidad de su vida: trabajar a su lado usando sus dotes artísticas. La mutua compañía durante un prolongado lapso de tiempo prende el fuego de una pasión inesperada e irresistible, pero cuanto más cerca está ella de Damien y sus secretos, con más intensidad se pregunta si es un sanador abnegado y encantador o un asesino a sangre fría.
Opiniones de los usuarios
En el desarrollo de la trama te vas encontrando, una tras otra, todas aquellas escenas que personalizan “mitos” de ambientación victoriana (Como pueden ser, el de Jack el destripador o el Doctor Jekyll y Mister Hyde). Con lo que su atractiva e inusual ambientación oscura, que tanto me atrajo, se quedó en… “Esto ya me lo sé, esto ya lo vi o esto ya lo leí.”
A Dios gracias, mi elección no iba encaminada hacia el disfrute de una novela de suspense, si hubiera sido así, la señora Plata ganaba el oro en las olimpiadas intentando huir de la amenaza de mi contundente bolso.
Una de dos, yo soy lerda (que puede ser), o que me explique por qué a este San Cole le colocó el San Benito de... “Es un hombre temible”. Es que no lo entiendo, pobrecito, si se pasa el día haciendo el bien entre los mas pobres y así se lo pagan.
Bueno, pensando pensando, llegue a la conclusión, que quizá fuera intentando atrapar nuestro interés. De paso justificaría el celo, perdón (en que estaría pensando yo), el recelo de la protagonista.
Vaya furores uterinos que padece Darcie Finch, virgen y todo. Hay que ver como la pone “el rarito” del doctor, y es que, el olor y la visión de la sangre tiene su aquel, por no hablar de la excitación que provoca en cualquier fémina la sospecha de que ese es de los hombres, que están enamorados de otra, beben en exceso, atizan, y si tiene el día tonto, descuartizan. Yo porque no lo he probado, pero después de leer esta novela estoy por asegurar, que si nada mas conocer a un caballero, me invita a viajar con él y un fresco cadáver por compañero, estaré ante el hombre que romperá las compuertas de mi pasión, y fijo que me tendrá jadeando tras él como una perra ¿ Puede haber algo mas natural?.
Tranquilas las que al leer la mención de las licenciaturas que posee la autora (anda que ya le vale), teman encontrarse con descripciones escatológicas. Cualquier niño de primaria seguro que es infinitamente más repulsivo en sus apreciaciones.
A sabiendas me dejo en el tintero algún que otro detallito, pero no es cuestión de privaros del placer (o no) de descubrirlos. Solo comentaros, que en mi caso, alguno hizo qué me preguntara si mi edad sobrepasaba en exceso, la recomendada para su lectura.
Como todo no pueden ser sombras, debo reconocer que me ha gustado el estilo de la autora y su ambientación es perfecta. Que no me haya enterado del cuando y por qué se enamoran, o que me supiera quien era el asesino, es mi problema, y no significa que no contenga fragmentos y declaraciones emocionantes, o que sus personajes no posean cualidades con las que es fácil engancharnos.
Darcie Finch, la protagonista de este libro, es una joven que un día disfrutó de una vida apacible y acomodada. Procedente de una familia de clase media, cuyo sustento dependía del comercio, vio como de la noche a la mañana el mundo que la cobijaba se desmoronaba ante sus ojos. La muerte de su madre y la ruina financiera del negocio de su padrastro son sólo el inicio del debacle de su existencia, hasta la aparición de la pobreza y el hambre a la que se ve arrrollada.
Tras el brutal asesinato del único padre que ha conocido, queda completamente desamparada y desahuciada.
Tras pasar una temporada viviendo en las sucias calles de Whitechapel, durmiendo en húmedos portales y robando para llevarse algo a la boca, recurre a la única persona que le queda en el mundo: su hermana Abigail. Sin embargo al encontrarla poco queda de la mujer cariñosa que un día fue; en su lugar encuentra a la desconfiada y hastiada Miss Feather, propietaria de un burdel en la zona más oscura de Londres, quien le exige desaparezca de su vida, sin embargo antes le da un nombre y una dirección donde buscar empleo: el doctor Damien Cole en Curzon Street.
Famélica y al borde de la inanición se aferra a ese nombre con desesperación. En sus prisas por llegar ante el susodicho médico es casi arrollada por un carruaje, con el que se cruza en mitad de las atestadas calles londinenses. De éste desciende un hombre que, desde ese primer encuentro, logra robarle el aliento. Al borde del desmayo, su imagen se le antoja la de un ángel dorado, enviado a la tierra para salvarla, cuando el extraño la recoge en su carruaje, dispuesto a llevarla a su destino, que casualmente resulta ser el mismo. La casualidad le hace pensar que, quizá, el destino parece tornarse más benigno, o eso cree, hasta que sus ojos se topan con otro pasajero en el interior del carruaje: un cadáver.
Horrorizada descubre en el acto que su salvador es el doctor Damien Cole.
Dividida entre el miedo que la macabra profesión del hombre le suscita y la imperiosa necesidad del trabajo que Damien le ofrece, Darcie entra a trabajar en la casa del doctor.
Inicialmente el lugar que ocupa en la lóbrega mansión de Cole es el de una simple empleada doméstica. Dispuesta a demostrar su valía y conservar el trabajo que tanto le ha costado conseguir, se esfuerza de un modo sobrehumano en realizar su cometido sin descanso. Cuando Damien Cole, que trabaja como anatomista médico, descubre su habilidad para el dibujo, rápidamente la convierte en su ayudante en detrimento de su empleo de doncella.
El roce diario con el huraño médico no hace más que incrementar la latente atracción que éste despierta en ella, hasta el punto de hacerle olvidar el miedo que su escalofriante trabajo le suscita. Pero bruscamente resurgen esos miedos e inquietudes, cuando persisten los asesinatos que se han estado cometiendo en la zona baja de la ciudad durante los últimos meses: varias mujeres han sido cruelmente asesinadas, casi desmembradas, incluso llegando a arrancarles partes de sus cuerpos. Las escalofriantes imágenes que estos crímenes forman en su cabeza, no le impiden irse enamorando del frío doctor Damien Cole, incluso cuando los indicios empiezan a apuntarle como el principal sospechoso de las muertes.
Pero Damien Cole no es el hombre frío y desapasionado que en apariencia parece. Es un hombre solitario, que esconde un doloroso secreto. Sus ojos se ven a menudo nublados por un dolor insondable que Darcie no es capaz de entender.
A su vez, el mismo hombre empieza a experimentar esa misma atracción hacia la tímida y callada muchacha, a la que poco a poco ve florecer ante su ojos. De la asustadiza y demacrada joven que casi arrolló con su carruaje, ya no queda nada. En su lugar descubre a una mujer bonita y atenta, valiente y tozuda que irremediablemente le atrae y despierta en él instintos y emociones que se ha prohibido sentir nuevamente.
Las zonas bajas de la ciudad de Londres, la niebla, el misterio y el crimen son sólo algunos de los elementos con que se fragua la inquietante ambientación de Deseos Velados. Con unos personajes que van floreciendo ante nuestros ojos, desnudando sus verdaderas personalidades, con una descripción minuciosa y capciosa del entorno londinense, y una escalofriante presencia de un cruel y despiadado asesino en serie -que poco puede envidiar al mismo Jack el destripador- Eve Silver nos presenta una novela apasionante de principio a fin.
Oscura, misteriosa y plenamente gótica, lejos de otras publicadas bajo este calificativo, nos adentramos en una novela romántica que es capaz de mantenernos en suspense página tras página. Uno de los aspectos más cuidados es la ambientación. Casi puede sentirse la humedad y la niebla envolverte mientras lees, casi puedes oler la suciedad y miseria de las calles de Whitechapel en Londres o el olor de la sangre, incluso el miedo de Darcy en muchas escenas.
Las minuciosas descripciones, que transmiten no sólo un armazón físico sino emocional, transportan con facilidad al lector a la época y ciudad en que tiene lugar la historia.
La evolución de los protagonistas es pausada, lenta. Con apurado estudio se van deshojando las dudas que rodean a la misteriosa y oscura imagen del doctor Damien Cole. Un personaje que en ocasiones se nos retrata como una especie de doctor Frankestein, pero que pese a ello logra hipnotizar con su imagen y su personalidad al lector.
Algo también muy cuidado son las apariciones de los personajes secundarios. El peso que estos tienen en la trama es importante, sobre todo al abarcar asesinatos, investigaciones y una nube de miedo tan palpable. No actúan como meras marionetas para rellenar escenas, están muy bien definidos en cuanto a personalidad, importancia en la trama y actuación para alcanzar el desenlace. Sobre todo es muy patente este hecho en el personal de servicio de la mansión de Damien. Cada uno de ellos tiene un peso específico, cada uno de ellos aparece por un porqué.
Pese a la ambientación lúgubre y gótica que Silver teje, la trama de la novela en ningún momento deja de dejar patente que se trata de una historia de amor. Las miradas, los gestos y detalles de Darcy y Damien hablan por sí solos, desnudando muchas veces los silenciosos sentimientos de ambos hasta que, poco a poco, surgen a la luz.
La manera en que son retratados los pensamientos y dudas de Darcy puede palparse a través de la lectura, de modo que sientes su incertidumbre y la dualidad de sentimientos que despierta en ella Damien. Por un lado, vislumbras cómo va enamorándose de él, pero por otro, eres testigo de cómo las pistas e indicios que aparecen incriminando a Damien suscitan sus dudas.
La novela contiene algunos de los elementos que aseguran un gran interés: escalofriantes escenas, un suspense trepidante, la figura de un terrorífico asesino, un protagonista atractivo pero oscuro, debido a su inusual profesión como anatomista médico y su obsesión por burlar a la muerte, y una maravillosa historia de amor que, creo, quedará grabada en nuestra memoria.