- Romántica histórica
- No traiciones a mi corazón
No traiciones a mi corazón
Detalles del libro
- Romántica histórica
Libro 1 de la Serie "Medieval"
ÉL DEFENDIÓ SU REINO...
PERO NO LA DEFENDIÓ DE SU PASIÓN.
A fin de defender su castillo de aquellos que quieren tomarlo por la fuerza, Reina, la señora de las tierras de diecisiete años, acuerda un matrimonio de conveniencia con Ranulf, un apuesto gigante con tropas bajo su mando. El trato, en un principio, parece simple: ella le ofrece un título y respetabilidad; y él le brinda su lealtad y sus armas. Pero Reina jamás soñó con sentir la fuerza de la fiera pasión de ese hombre, y Ranulf nunca se imaginó que capturaría el corazón de la joven dama.
Aventuras, humor y un precioso romance en el medievo.
Opiniones de los usuarios
Creo que Ranulf y Reina forman una pareja perfecta, tan distintos en su aspecto físico, pues Reina es una mujer bajita y menuda y Ranulf un gigante corpulento, pero tan iguales en su carácter, tercos y obstinados los dos; y tan necesitados de amor el uno del otro.
Después de la muerte de su padre, Reina solamente vive para administrar sus tierras, su castillo y cuidar de su gente, nunca se ha parado a pensar en el amor. Ella es una mujer totalmente capaz para llevar a cabo esas tareas, pero en un mundo de hombres, necesita un esposo adecuado para defender sus posesiones. La infancia y juventud de Ranulf han sido muy duras. Hijo bastardo de un noble, se ha sentido siempre rechazado por su padre y traicionado por la mujer a quien más amaba; por esta razón, aunque es adorado por todas las mujeres, desconfía de todas ellas, y Reina no es la excepción. Sin embargo, aunque su aspecto y su carácter son rudos y fieros, en el fondo es un hombre bondadoso y tierno; solo hay que ver cómo se preocupa por Reina.
Además de Ranulf y Reina, me gustaría destacar el personaje de Theo, el ayuda de cámara de Reina, que es homosexual y está loco por Ranulf, lo que da lugar a situaciones muy jocosas cuando se encuentran los dos.
La historia en sí no presenta una trama muy complicada. Es una novela de fácil lectura en la que podemos encontrar, escenas muy divertidas (como cuando Ranulf va a visitar a la prostituta del pueblo, solo para que le enseñe cómo comportarse amablemente con una mujer, o cuando Ranulf está con su gata, Lady Ella, que pone de los nervios a Reina en muchas ocasiones), y a su vez, escenas muy emotivas (cuando Reina escucha lo dura que ha sido la vida de Ranulf desde que era niño, por su condición de bastardo); todo ello acompañado con todos los elementos típicos de la época medieval: el asalto al castillo, un banquete y una fiesta medieval, etc...
En general, No traiciones a mi corazón es una novela llena de amor, que divierte y emociona a partes iguales, una novela con la que se disfruta leyendo y deja buen sabor de boca al final.
Un libro muy bueno, con una historia de amor preciosa y ambientada en el medievo, con escenas realmente divertidas, la de la gata no tiene precio y unos protagonistas que te conquistan desde el principio con sus continuos enfrentamientos y peleas.
Me encanta Ranulf, un guerrero duro y fuerte, dorado de pies a cabeza y de ojos violáceos, de maneras bruscas pero honorable y preocupado por el bienestar de su generalete, y que decir de Reina, una mujer inteligente que protege a Ranulf de todo aquel que intenta herir a Ranulf por su condición.
Por novelas como estas sigo siendo una incondicional de Johanna Lindsey.
Con este planteamiento, ambos, por mediación inicialmente de una tercera persona, deciden casarse y así, conseguir lo que ambos desean: él, asentarse y tener sus propias tierras; ella tener a un consorte que defienda sus tierras y su gente.
Para empezar, debo decir que es un libro muy divertido. Las novelas de esta autora nunca me han parecido grandes historias de amor, pero no se puede negar que tienen mucho ingenio y son originales, en cuanto a situaciones que se presentan.
Tanto Ranulf como Reina, lógicamente, acaban enamorándose. Él se siente muy atraído hacia ella, y allí donde la pilla la toma. Eso a ella le molesta, entre otros motivos porque deben guardar las apariencias. Y así comienzan sus tiras y aflojas: por la relación, por el gobierno, por la doncella de Reina (que es un chico homosexual que llegó a insuarse a Ranulf), por el padre de él que aparece en escena de nuevo para reconciliarse, por el malo malísimo que siempre es una amenaza constante...
En fín, un libro con aventuras y desventuras, con risas y algunos momentos tiernos. De esos antiguos que te dejan buen sabor de boca y que deseas volver a leerlo algún día.
Muy bueno.