No es mi primer libro de la autora, tengo pendiente «La falsa sirvienta» pero tras haber leído dos libros suyos puedo afirmar que leeré todas sus publicaciones, sin leer la sinopsis cuando vea 'Esther Hatch' iré a ciegas. No puedo decir con dos libros que sea una de mis autoras de cabecera pero sí que me gusta mucho su estilo y, de momento, no me ha defraudado. Este libro me ha sacado de un parón lector, lo he disfrutado y terminado en unas horas. Recalco que es una novela clean romance o novela blanca.

No conocía a esta autora y, por ahora, ha sido todo un descubrimiento. Busca darle una vuelta a las típicas historias con situaciones surrealistas y divertidas y protagonistas diferentes. Grace es una joven huérfana que acaba viviendo en casa de un vicario y su esposa, cuando sin quererlo Grace le hace la competencia a sus dos hijas, la invitan a marcharse y así acaba viajando hasta Londres para conocer a su tía Bell.

Su tía se ha casado con un completo impresentable y vive tanto con él como con la hija de este. Cuando su sobrina llega a la estación todas las alarmas suenan en la cabeza de la señora, su casa no es un sitio seguro para la joven. Y es que su marido es un auténtico depredador, desde el primer momento le pondrá las cosas difíciles a Grace con comentarios libidinosos y diferentes coacciones. Así que Grace se ve en un nuevo aprieto: debe buscar un prometido en dos semanas.

Y aquí es donde entra en juego nuestro protagonista. Un hombre que busca labrarse un futuro en el mundo ferroviario, entre evento social y evento social buscará nuevos inversores para su línea ferroviaria, sin escatimar en costes para la seguridad de sus trabajadores. Tras un desengaño amoroso, su vida se centra en el trabajo y en salir adelante con sus conocimientos pero cuando tropieza por casualidad con una joven que le pide ayuda, no puede evitar caer en sus redes.

Una novela divertida, donde el romance se cuece a fuego lento y los protagonistas son el eje principal de la historia. Grace tendrá que aprender a sobrevivir y a dejar sus convicciones a un lado, le cueste lo que le cueste, si es que quiere salir del angustioso ambiente de la casa de su tía lleno de deudas y de comentarios inapropiados. Mientras que Nathaniel intenta apartarse de los títulos y trabajar por su cuenta, aunque por desgracia no podrá aislarse socialmente, ya que necesita que su nombre esté en boca de la sociedad y que la gente apueste por su proyecto invirtiendo.

Mentiras, enredos (en sentido literal y figurado), bailes y muchas proposiciones indecentes. Quién le iba a decir a Grace que iba a romper tantas normas y que iba a ruborizar a un caballero por sí sola.