Un café con Susan E. Philips en Madrid

En su viaje por España, Madrid fue la última escala que hizo la escritora. Como ella misma contó, ya estaba deseando ver a su familia, aunque le encanta reunirse con sus lectores y estar en distintos lugares.

Lo cierto es que el enorme calor que hacía este 13 de Mayo y que no invitaba a moverse mucho por el centro de la ciudad, se vio compensado por la presencia de una mujer con una personalidad que encandila. No sabría decir qué es lo que me esperaba de ella antes de conocerla. Tenía una idea en la cabeza gracias a un vídeo que había visto en Goodreads y que me daba la imagen de una mujer con un enorme sentido del humor y bastante cómplice con sus seguidores. No me equivocaba.

En el encuentro con los blogueros y distintas webs que ofreció la editorial, Susan no evitó ninguna pregunta. Me hizo gracia como defendió a su amiga Nora Roberts cuando salió el tema de esas escritoras que son tan prolíficas que hacen pensar que usan «negros». Susan afirma que cada palabra sale directamente de la mente de Nora Roberts. Fue un momento realmente divertido.

Se trataron temas tan interesantes como la Asociación de Escritoras de Novela Romántica de Estados Unidos, una idea realmente interesante. Se integra tanto por autoras publicadas como no publicadas, de modo que unas pueden ayudar a las otras y en una forma de ayuda y retroalimentación mutua. Este tema llevó al problema de la piratería, algo de lo que se ha dado cuenta especialmente en este viaje, ya que en EEUU es menos agresivo el daño.

Me gustó en especial ese interés por hacer notar a las autoras españolas que habían acudido, una especie de reconocimiento al talento que aquí también tenemos.

Habló de su manera de escribir, de cómo se programa su rutina diaria. Un método que le resulta bastante eficaz según parece. La cosa va de un temporizador y un propósito a cumplir.

Si decide que ha de escribir tres horas al día programa el temporizador para ese tiempo, cada vez que ha de hacer algo que no tiene que ver con la escritura lo para. De este modo siempre cumple sus horas estipuladas, aunque su horario de trabajo termine en un momento distinto cada día. Interesante ¿no?

Pero lo más curioso fue la reacción de algunos al escuchar cómo concibe sus historias. Ya sabemos que hay escritores que comienzan con un guión, o que más o menos tienen una  hecha, con personajes perfilados y con caminos casi casi definidos. Pues bien, la  Phillips da la impresión que comienza con una idea y que es esta idea la que la lleva por  sendas que va descubriendo según escribe, al igual que a sus personajes. Ella vive la historia, se sumerge en ella, crece con ella. Es otra manera de escribir y no es la única que la única que usa. Quizá no sea la más sencilla y lleva a reescribir varias veces, pero es su favorita. Es quizá  esto que el libro que menos le gusta es siempre el que está escribiendo, por lo costoso del proceso. El que más el último que ha escrito, cuando todo ha terminado.

Me resultó curioso que quisiera que su última novela fuera una especie de homenaje a historias como «Rebeca» y «Jane Eyre». Quiso traer al mundo actual todos esos elementos más antiguos y casi góticos, darles un toque más actual y un puntito sexy. Asegura que lejos de resultarle complicado le ha parecido divertido. En ocasiones se ha permitido algunos guiños incluso al tipo de portadas que se hacían a novelas góticas, aunque no sabía si un público más  lo entendería ya que no tenía constancia de si esas portadas llegaban a todos los lugares. Y a la pregunta de si le gustaba «Cumbres borrascosas», contestó rápidamente que no ya que no tiene un final feliz. Y asegura que aunque esta novela tiene un poquito más de misterio y quizá sea un poco más «oscura», sigue teniendo ese humor tan característico de sus libros. Sigue siendo una novela SEP.

Escuchar a la autora hablar de lo que hace, del poder de la literatura romántica, de por qué las mujeres tenemos que defender lo que nos gusta leer y escribir, es una gozada. Personalmente no estoy de acuerdo con ella en su lema de no leer libros con finales tristes, pero no puedo más que apoyar sus palabras en lo referente a la novela romántica y su defensa de ella.

Ese encuentro más cercano me enseñó a una mujer a la que le encanta escribir y lo que la literatura representa, que sabe lo importante que es el estar cerca de sus seguidores, que se esfuerza enormemente por hacerse entender y de la que se aprende mucho en nada de tiempo.

Tras ese pequeño encuentro llegó la Presentación a las 19 horas en la Casa del Libro.

Allí, seguidoras convenientemente colocaditas en un espacio habilitado en la tercera planta, estaban ansiosas por escuchar a la escritora. Merche Diolch estuvo a cargo de la presentación y moderaba. Algunas personas que estaban en el local, se pararon al ver qué era lo que allí ocurría, en muchas ocasiones intrigados por las carcajadas. De nuevo SEP desplegaba su encanto e incluso, como ya hiciera en Barcelona, retó al público con preguntas para saber cuánto conocían de sus libros. Al final no sé si Madrid salió vencedora, la cosa fue demasiado divertida para pensar en nada más.

Y tranquilas todas, que aunque siempre piensa que ya nunca va a poder escribir otra historia de la serie de los Chicago Stars porque ya no puede aportar nada fresco, de pronto se le ocurre una idea. Así que no pasa nada.

Realmente fue una tarde divertida, amena, agotadora…

Por mi parte me sentí feliz y agradecida por haber tenido la oportunidad de poder conocer a alguien como Susan Elizabeth Phillips, de escucharla y aprender tantas cosas.

Y también, por haber estado con autoras nacionales de las que aprendo algo día a día.

Desde luego, una experiencia inolvidable.

Gracias a Ediciones B por organizar un encuentro tan agradable, al Bar librería «La ciudad Iluminada» y a La Casa de Libro. Todo fue genial.

*Artículo realizado por Kkekka.

*Fotografías de Kkekka.

*La foto de SEP del inicio del artículo la hemos tomado del Facebook de Vergara.