Esta es la cuarta entrega de la saga de los Donovan. En este libro, Nora Roberts, nos presenta una faceta mas de esta magica familia.En esta ocasion, los protagonistas de los libros anteriores no tienen tanto protagonismo y en este caso Liam es primo y no hermano. Ademas tiene una responsabilidad mayor que Morgana, Sebastian o Anastasia. Desde el principio se muestran los poderes magicos tanto de Liam como de sus padres, que en algunas escenas hacen apariciones en las que el humor es el hilo de la conversacion.

Liam es un protagonista fuerte, pero que tiene dudas sobre si sera capaz de estar a la altura de su padre y su destino. Ser el cabeza de familia le parece demasiado importante para desempeñar ese papel. Como Lobo, en lo que es capaz de transformarse, se vuelve cariñoso con los que quiere y peligroso con los que pueden dañar a los suyos.

Rowan es una protagonista en un principio debil, que necesita el tiempo que se ha dado sola en una cabaña en medio de la nada para poder demostrarse a sí misma que es capaz de realizar las cosas mas simples sin necesitar a nadie. A lo largo de la historia vemos como la protagonista cambia, evoluciona y se enfrenta a los problemas de forma distinta, dando valor a su opinion y no dejando que los demas quieran dominarla.

El amor de Rowan y Liam va creciendo poco a poco y ambos deben aprender sobre el otro teniendo que valorar que es lo mas importante para ellos en su vida y si es compatible con lo que sienten el uno por el otro.

La aparicion de los primos Donovan es minima pero se agradece saber de ellos y del buen ambiente que mantienen las tres parejas. Asi como las escenas en las que aparecen Hugh y Arianne, los padres de Liam.

En mi opinion, un buen libro y un buen final para esta saga familiar que desde el primero hasta el ultimo libro me han dejando enganchada a esta magica familia. Lo que mas me ha gustado, el humor de cada uno de los miembros de la familia Donovan.