Me he llevado una sorpresa muy agradable con este libro, aunque había visto buenas valoraciones no sabía bien qué iba a encontrarme, y la verdad es que me ha hecho pasar muy buenos momentos e incluso me ha sabido a poco.

Reese está en una cita y se está aburriendo soberanamente, así que decide hacer el viejo truco de enviar un mensaje a su amiga para que la llame por teléfono y poder acabar con esa agonía, pero cuando está en ello se encuentra en el pasillo con un hombre de los que quita el hipo, muy arrogante y que la pone poco menos que verde por actuar así. Cuando Reese vuelve con su aburrida cita Chase se presenta en su mesa junto con su acompañante, haciéndose pasar por un compañero de instituto y no cesa de amenizar la cena con divertidas historias que no para de inventarse.

Después de la cena, se despiden para no volverse a ver, pero pasados unos días quiera la casualidad de que Reese y Chase se vuelven a encontrar y ella no deje de pensar en él, aunque para más inri, un mes más tarde, Chase se convierte en su jefe.

Así que la diversión está servida por que Chase se ha propuesto conquistar a Reese, aunque esta se muestre reticente por una mala experiencia y prefiere tener una relación de empleada/jefe.

Como he dicho antes he disfrutado mucho de este libro, que ya digo de antemano que no es ningún novelón, pero si es divertido y fresco e invita a despejar la mente y a olvidar problemas.

Los personajes, la verdad es que están muy bien logrados, Reese es una joven que no ha tenido nunca mucha suerte en sus relaciones, aunque acaba de conocer a Bryan, un joven que la hace sentir bien, pero por el que no siente las mariposas en el estómago que si siente cada vez que Chase aparece ante ella . Trabaja en marketing y entra en la empresa de Chase en la que enseguida se hace un hueco, porque entre otras cosas, adora su trabajo y también a su jefe, pero por como acaban sus relaciones no quiere perder el trabajo si las cosas no salieran bien con él, que no se lo está poniendo nada fácil a la hora de conquistarla, porque va a saco a por ella.

Chase es de esos personajes que te enamoran nada más aparecen en escena, sabe que es un bombón y por eso es un pelín arrogante, pero es simpático a más no poder. Chase tiene una historia de hace siete años y eso no le ha dejado mantener una relación con nadie, pero cuando conoce a Reese quiere arriesgarse, y no solo llevársela a la cama, que también, aunque ha dado con un hueso duro de roer que no se lo está poniendo nada fácil, pero si algo tiene Chase es la perseverancia, de ahí que sea un gran inventor de productos para la mujer y su empresa haya subido como la espuma.

Cuando empieza el libro y ves a Chase tan directo en lo que quiere, da la impresión de que sea un libro erótico, pero nada más lejos de la realidad, sí que tiene escenas bastantes subiditas de tono, pero la verdad es que es más romántica que otra cosa.

Me ha gustado mucho la pluma de la autora, escribe con sencillez y frescura, con diálogos muy divertidos y muchas bromas dialécticas, de tal modo que hasta los momentos duros son más llevaderos.

Está escrito en tercera persona desde la perspectiva de Reese, pero se van alternando algunos capítulos narrados por Chase de siete años atrás.

En definitiva, Bossman es una historia fresca y dinámica que resulta muy fácil de leer y engancha desde un principio, una historia que tiene un poco de todo, ya que predomina la diversión pero también tiene un parte un poco más dramática, con unos personajes de los que conquistan al lector desde el mismo momento en el que aparecen en escena, con sus rarezas y sus lastres a cuestas, pero que resultan reales y creíbles, además de unos secundarios que no tienen desperdicio y una historia de amor intensa, romántica y muy bonita.