Por supuesto que he leído y oído cosas sobre el crack de1929 y de la Gran depresión americana en los años posteriores, pero nunca había profundizado en el tema como con esta maravillosa historia de amor, coraje y superación.

Son tres las mujeres que me he encontrado en esta novela, Sara, la suegra; Elsa, la madre guerrera, y su hija Loreda. Pero es la vida de Elsa Martinelli la que lleva todo el peso de trama. Elsa, una niña no querida en su familia, la cual se sentía fea porque se lo decían, porque la indujeron a pensar que era mejor pasar desapercibida antes que afrontar las cosas, y que no hablaba por no pecar, se casa por accidente con un guapo muchacho italiano. Su familia la echa de casa y de pronto se encuentra con una vida que siempre ha soñado. Un marido guapo, unos suegros que la valoran y la quieren, y una granja en la que poder trabajar y vivir feliz.

El nacimiento de sus dos hijos no la hace deshacerse de esa inseguridad que porta desde que nació, pero descubre por primera vez el amor que impulsa a una madre. Se ha encariñado con su suegra, Sara, y ama desesperadamente a su marido. Dentro de sus limites, se siente feliz.

Pero no va a seguir así su vida, de pronto, la sequía arrasa todas las tierras que trabajaban y las Grandes llanuras de Texas se convierten en el cementerio de sus gentes, porque no tienen ni para comer. Año tras año, ellos van superando estos problemas porque han tenido la previsión de guardar alimentos y aún no están en el mismo umbral que el resto de vecinos.

Un problema de salud de su hijo pequeño, la hace empezar a soñar con California y una nueva vida. El sueño americano, que ha ido empujando a todas estas personas a intentarlo, es la solución para ellos tres, ya que sus suegros no quieren dejar sus tierras. Pero, cuando llegan allí, se desmorona totalmente al ver en las condiciones que sobreviven miles de emigrados como ella.

Los cuatro vientos es una historia de amor, de amistad, de entrega, de lucha y de superación que me ha dejado con el corazón hecho trizas pero, a la vez, me ha hecho concebir esperanzas para la raza humana. Esta relatada con una prosa exquisita y con una plenitud de sentimientos que hace hasta llorar, en algunos momentos.

Me ha llegado al alma el amor que Elsa siente por sus hijos, la amistad que ofrece a sus vecinos y la entrega total a su gente. Finalmente, encuentra el amor con el que siempre ha soñado, y la fortaleza guerrera que lleva dentro y que ha tenido amagada en el fondo de su ser, esperando a ser liberada.

Esta época duró cerca de diez años y, finalmente, consiguieron que se reconociera que el trabajo de las personas merece un sueldo justo y la posibilidad de salir adelante sin que nadie tenga que darte ayudas. Esta es la historia de Elsa, pero puede ser la de cualquiera de las mujeres que pasaron por este calvario y que consiguieron, con orgullo y tesón, salir de la miseria en la que les abocaban a estar.

Una gran historia que es necesario leer. La recomiendo encarecidamente.

Es la primera novela que leo de la autora y no será la única. Sí que es cierto que la conocía y varios lectores me la habían recomendado, pero el único libro que me llamó la atención por la sinopsis fue este último, aunque le daré una oportunidad al resto seguro.

Desde la primera página he tenido el corazón encogido por Elsa, es un personaje que inspira ternura. La pobre muchacha tuvo una infancia complicada, por problemas de salud. Su familia la sobreprotegió y no sé en qué momento, empezaron a despreciarla. Elsa no tiene la "belleza" de sus hermanas y con veinticinco años ya la consideran una solterona. Es imposible no empatizar con ella. Elsa solo busca ser querida y formar una familia, así que se rebela contra su familia. En esta primera parte conoceremos la parte más soñadora de la joven, llena de ilusiones y esperanzas fundadas por sus lecturas (en especial La edad de la inocencia).

La novela está ambientada (en un inicio) en los años XX en pleno Texas. Iremos atravesando diversas etapas en la vida de Elsa, también de la mano de sus dos hijos. Todo ello narrado en tercera persona.

Tengo que mencionar a Rafe Martinelli, es un personaje que me ha mantenido descolocada durante el libro. al principio me parecía un tunante, que susurraba palabras bonitas a Elsa para conseguir su objetivo; y ella, siendo una muchacha con poca experiencia y con ganas de ser querida no dudó en confiar en él. Pero a pesar de que él tuviera dieciocho años en aquel momento y que era súper inmaduro, me sorprendió para bien su reacción. Y esos continuos intentos por tirar para delante y valorar a Elsa, aunque no sea un matrimonio por amor (por parte de él). Acabas empatizando con él, por todo lo que tuvo que renunciar, cómo intenta mirar para delante y apoyar a su mujer en lo que puede, también la estrecha relación con su hija. Otro personaje que me gustó mucho al principio (a pesar de una escena desagradable) fue su madre (la suegra de Elsa) y ver cómo iba mejorando día a día la relación entre ellas.

Es un libro muy duro que habla de la superación, y qué mejor protagonista que Elsa: luchó por formar una familia y acabará luchando para seguir siendo una familia, a pesar de vivir una de las peores crisis económicas. Sus suegros le transmitieron la importancia de la tierra y logrará salir adelante.