A falta de un libro por leer de esta autora (La novia de Ivy Green, tengo que releer la trilogía) puedo decir que es una de mis favoritas y que nunca decepciona, como ya expliqué en otra reseña no podemos "etiquetar" todos sus libros en la misma temática: unos son más románticos que otros (aunque siempre hay romance con mayor o menor incidencia) y en otros predomina más el misterio. Y siempre nos moveremos en la novela blanca (clean romance).

El caso de «El puente a Belle Island» digamos que el grueso duro es resolver un crimen, así que predomina más el lado misterioso, pero aún así encontraremos una bonita historia de amor que irá cuajando poco a poco. Tiene sentido que sea tan paulatina esta relación por varios puntos: uno que hay que descubrir al autor o autora del delito cuanto antes y otro porque los dos protagonistas cargan con unas mochilas muy pesadas, llenas de desconfianza e inseguridades. Es muy interesante ver cómo evolucionan juntos y cómo plantan cara a sus demonios internos.

Benjamin Booker, nuestro protagonista masculino: tiene treinta años y ejerce la profesión de abogado. Decidió separarse del negocio familiar (su padre y su hermano se dedican al ámbito sanitario) para dedicarse a las leyes, no le fue fácil pero gracias a la ayuda de Hardy pudo empezar a moverse en el mundillo y tener casos.

Isabel tiene la misma edad que Benjamin, lleva diez años sin salir de su isla donde se siente segura y desde bien jovencita es capaz de asumir grandes responsabilidades: desde cuidar a la gente que depende de ella hasta criar a su sobrina. Conoció muy pronto la desgracia, sumiendo su vida en un velo negro, y aún así nunca falló a quienes dependían de ella.

El libro empieza en pleno juicio, donde Benjamin piensa que tiene todo bien atado y que está "ganado" pero a partir de ese día todo se empieza a torcer. De repente, se ve abandonando Londres para acabar investigando un crimen de un conocido suyo, no hay ninguna pista a la que agarrarse y no quiere fallar por nada del mundo a su mentor. El problema es que el abogado no debe fiarse de nadie pero, por mucho empeño que pone, acaba bajando las murallas.

Tampoco quiero desvelar nada más de la trama, porque cada detalle es clave para la investigación y no quiero romper la magia. Solo puedo decir que he devorado el libro en menos de un día, parecía que estaba en plena partida de Cluedo, he sospechado de todo personaje que aparecía en la historia menos del que (o la que) era. Ya no estaba segura ni cómo había muerto. La autora consigue llevar al lector donde quiere y sembrar la duda, así que ha sido un gustazo de principio a fin. Y mira que a partir de un punto pensé «como sea este al final me voy a llevar una decepción tremenda porque no me convence nada» pero de repente... ¡otro giro! Me ha parecido que la trama está muy bien llevada y que al final cuadran todas las piezas. Si a esto le añadimos el broche de la interacción y breve flirteo, el quiero y no puedo, entre Benjamin e Isabel, me ha parecido otra gran historia de esta autora.

Por último, destacar la portada, es muy adecuada para esta historia y ese puente tiene un gran significado, ahí lo dejo.

Si no conocéis el estilo de Julie Klassen y buscáis algo más "romanticón" probad con «La institutriz silenciosa» o «La hija del tutor», a partir de ahí seguro que caeréis en la red y leeréis todos. Otro plus para darle una oportunidad es que casi todos sus libros son autoconclusivos, saga solo tiene una «Historias de Ivy Hill» se trata de una trilogía que ya está publicada en España.