Arabella es la pequeña de cuatro hermanos, los tres primeros trillizos varones, por tanto está todo lo protegida que puede estar la hija de un duque en aquellos tiempos, aun así su educación es atípica, ha sido educada del mismo modo que sus hermanos, nada de labores , canto y piano como es lo habitual, puede debatir de cualquier tema, algo no muy bien visto en las mujeres en aquella sociedad, a pesar de eso tiene una pasión por el arte y pinta a escondidas, es impensable que una mujer se dedique a esto y que encima pretenda exponer.

No tiene muchos pretendientes porque no se ajusta a las reglas del mercado matrimonial y prácticamente los espanta con sus opiniones, pero eso no impide que cuando conozca a Alex el atractivo conde de Thornway se sienta atraída por él, pese a considerarlo un libertino.

Alex, no es lo que se ve de primera impresión, es atractivo, simpático, pero ha sufrido bastante por culpa de las locuras de su padre y se ha visto obligado a hacer lo que ninguno de sus congéneres, se siente atraído por Arabella desde el primer momento pero lo evita debido a su pasado.

Con estos protagonistas la autora ha sabido crear una historia muy entretenida, llena de situaciones de todo tipo y con suspense incluido, no en vano la vida de Arabella se ve en peligro varias veces. Me ha encantado el personaje de Arabella, creo que está perfectamente estructurado, una mujer adelantada a su tiempo que no se resigna a ser un mero adorno en la vida de un marido, que se mueve para luchar por lo que quiere. En cuanto a Alex le da la réplica adecuada, no se arredra ante nada y hace lo que sea para recuperar su fortuna y limpiar su título.La prosa es muy buena, los diálogos estupendos, así como las situaciones narradas entre los protagonistas.

La novela está ambientada a mediados del siglo XVIII y la autora hace gala de una buena documentación en cuanto a hechos acaecidos y descripción de modas y costumbres de esa época, algo que valoro muchísimo porque a veces en novela romántica no se tiene en cuenta.

Igualmente la autora ha sabido crear una familia atípica en la aristocracia de la época, los duques se casaron por amor y mantienen un estrecho contacto con sus hijos, me ha encantado la interacción de todos ellos y las pinceladas que anuncian el que será el protagonista dela siguiente novela de la serie.

Presiento que va a ser una serie a tener en cuenta.