Siempre es un placer enorme para mí leer una nueva novela de María José Tirado, sobre todo cuando echaba tanto de menos sus libros después de casi dos años desde su última publicación. Y tengo que decir que he quedado encantada y maravillada otra vez con la desbordante calidad que rebosa por sus cuatro costados.

El adagio de la locura me ha parecido una novela preciosa, dura en algunos momentos, pero tierna y emocionante en otros. Una historia completísima que no se basa solo en el romance entre sus protagonistas, sino que va mucho más allá y trata con infinita sensibilidad el tema de los trastornos y enfermedades mentales, como también otros tipos de tramas que prefiero no mencionar para no hacer spoiler, pero que me han sorprendido y he podido descubrir en profundidad gracias al buen hacer de su autora ya que, como siempre, se nota la gran labor de documentación que hay tras su obra.

Tanto Mikael como Lola me han parecido dos protagonistas fabulosos, auténticos, con sus vulnerabilidades y sus virtudes. Muy, muy bien perfilados. Eso es algo que me encanta, porque los personajes de María José siempre logran robar mi corazón y consiguen que ría con ellos, llore, suspire y sufra con cada uno de los sucesos que viven a lo largo del relato. Pero tampoco puedo olvidar a esos extraordinarios secundarios, sin los que esta novela no sería lo mismo y que, bajo mi punto de vista, aportan tanta riqueza como momentos emocionantes a la narración.

Esta novela me ha hecho pasar por todas las sensaciones posibles y eso es algo que solo unas pocas autoras logran conmigo cuando leo sus libros. Me he enternecido con Jan, me he planteado muchas cuestiones sobre la vida que me han hecho recapacitar; he sufrido, me he divertido, Y cómo no, he llorado de felicidad y de dolor con todos los personajes y sus historias cargadas de una realidad que a veces no queremos ver a nuestro alrededor, pero que está ahí.

El adagio de la locura es una historia de almas heridas, que te enseña que incluso el corazón más dañado se puede curar. Sí, para mí es una novela de superación, de amor verdadero, de amistad infinita, de reencuentros y de segundas oportunidades. Una novela que me ha calado hondo y que guardaré en mi memoria por mucho tiempo.

Sin duda, la recomiendo muchísimo y ya espero con ansias el siguiente libro de esta autora que nunca repite argumentos, que siempre es original en sus tramas y que me sorprende cada vez más con temas tan variados y tan bien trabajados. Para mí, es otro libro de 10.

Desde que descubrí la pluma de María José Tirado no me pierdo nada de lo que escribe. Es una de mis autoras favoritas y es sinónimo de acierto seguro para mí. 

Por lo mismo no me perdono haber tenido tanto tiempo esta novela en mi estantería y no haberla disfrutado antes. 

Pero como dice el dicho; más vale tarde que nunca y por fin llegó el momento de disfrutar de El adagio de la locura.

Comienzo mi reseña diciendo que me ha sorprendido muchísimo encontrar esta historia. 

Y es que cuando leo a autoras conocidas, no me paro a leer las sinopsis de las novelas. No lo necesito. Y esto me suele llevar a sorpresas como esta pues, es una historia que tiene el sello inconfundible de la autora, pero a la vez es completamente diferente a lo que ha escrito hasta el momento. Cosa que como lectora aplaudo, pues la versatilidad a la hora de escribir me parece admirable y necesario. 

Dicho esto, paso a comentar mi opinión de la novela, pero lo haré muy por encima pues no quiero meter la pata.

La novela nos cuenta la historia de Mikael, un joven pianista que no es feliz. Vive una vida privilegiada con la que no se siente feliz. Una serie de circunstancias Mikael tocará fondo y vivirá una experiencia complicada que le hará replantearse su futuro. 

En este momento crucial de su vida conocerá a Lola, una joven que tampoco ha tenido una vida fácil y que el destino ha querido unir en su camino. Junto con otros personajes secundarios de gran importancia, Lola y Mikael nos harán sentir muchas cosas mientras descubrimos su realidad.

No puedo dar detalles de la trama pues desvelaría datos importantes, por lo que me centraré en dar mi opinión y como decía al principio ha sido toda una sorpresa.

La autora me ha hecho vivir una montaña rusa de emociones y es que la historia contiene una trama muy real y difícil, como son las enfermedades mentales, que la autora ha tocado con mucho respeto y sensibilidad.

Es una historia de amor, pero esto no es el único epicentro de la historia, creo que es de las novelas románticas que mejor trata el valor de la amistad y la familia. El amor está presente en esta historia en todo el significado de la palabra.

Pero también hay oscuridad, y es que la trama tiene una parte oscura llena de intrigas y de personas malvadas que dan aún más la tensión a la historia. 

Lola y Mikael, junto con varios personajes secundarios que debo mencionar como Jan, personaje que he adorado de principio a fin, como Pablo, Tim, Fermín, Almudena... Hacen un conjunto ideal para esta novela. La historia no sería la misma sin cada uno de ellos.

La autora ha creado una trama llena de giros que nos lleva a diferentes momentos y lugares, y lo enlaza todo a la perfección.

La novela comienza con el presente de Mikael pues, aunque la historia está contada a dos voces por ambos protagonistas, él es el que lleva más peso en la historia. Y es con el que viajamos en el tiempo para conocer su pasado y su origen. De esta manera la autora nos lleva entre Madrid, Sevilla y la fría Rusia.

 La ambientación me ha parecido impecable y aunque la autora no hace gala de grandes descripciones, solo lo justo y necesario para hacernos ver cada lugar y vivir cada circunstancia en ellos sin problema.

Me ha encantado leer esta historia y vivirla con tanta intensidad. La autora siempre es capaz de transmitirme miles de emociones con sus palabras, y es que tiene un don en su pluma, que a mí al menos me hace vibrar y vivir cada historia como si estuviera dentro de sus páginas.

El Adagio de la locura es una historia de superación, de amistad, de amor y de segundas oportunidades que no dejará indiferente a nadie y que merece la pena descubrir.