¡Ha vuelto la autora! El último libro que leí era un buen libro, aunque para nada podría calificarlo como romántico, incluso en este género, Clean romance, en el que el romance es más ligero con toques de autoras clásicas. Pero aquí tenemos a esta autora, gran maestra de este subgénero de la novela romántica en todo su esplendor.

Me ha gustado mucho la novela, no es la historia que más me gusta de ella, pero me ha encantado. Es, desde luego, una historia con toques de la ya de sobra conocida película “footlose”, pero en otra época y con otras historias mucho más interesantes.

Tenemos a un gran grupo de personajes secundarios que acompañan a nuestros protagonistas en esta historia que al principio parece simple, pero que poco a poco iremos conociendo muchos misterios y también resolviéndolos.

Tanto Alec, nuestro galán en esta historia, como Julia, tienen un pasado para nada el esperado y en su época se podría decir, escandaloso. Juntos irán conociéndose y enamorándose. Me ha encantado la relación que tienen ambos y sus personalidades también. Alec es todo un caballero, aunque de vez en cuando se deja llevar por sus sentimientos, mientras que Julia es pura adrenalina. Lo que quiere es amar y tener muchas aventuras, conocer mundo y tener una familia feliz. Ambos personajes han conectado a la perfección y podría decir que Julia ha ido madurando poco a poco a lo largo de la historia, pasando de ser una niña un tanto consentida sin ser capaz de entender lo que le rodea o ver el mundo de otra manera a como ella lo hace, a ser una mujer capaz ver lo que le rodea pero sin perder su temeridad ni sus ansias de vivir la vida.

Todos los personajes secundarios son magníficos, desde Lady Amelia hasta la Señorita Allen. Cómo los vamos conociendo, cómo van influyendo en todos los acontecimientos, tanto buenos como malos y cómo se va creando una comunidad unida. Aunque he de confesar que mi personaje favorito es el patoso y dulce Walter Allen. Y por supuesto el baile, este personaje lo mueve todo. Las ganas de que la gente disfrute, una manera de descargar la furia o de enamorarse.

Pero también esta novela tiene alguna cosita que no me ha gustado. No me ha gustado que ciertas relaciones amorosas secundarias no se hayan desarrollado más, la verdad. A no ser que la autora planee brindarles un libro con su propia historia, cosa que no sé, es algo que me disgusta porque los personajes están lo suficientemente desarrollados, al igual que esa historia sin ser desarrollada. Tampoco me ha gustado el no haber conocido mejor a un personaje secundario, el único que está ahí pero al que no acabamos de conocer como a los demás, en este caso es la hermana de Alec, Aurora. Es un personaje desperdiciado que ha estado ahí para acompañar y rellenar pero no para aportar más a la trama y por lo que poco que se le conoce, desde luego es un personaje que merece la pena desarrollar y conocer.

A parte de esto, la historia engancha, es ligera, está llena de subtramas, con muchas incógnitas, personajes que van apareciendo y que aportan más encrucijadas aún. No es que sean unas sorpresas todas las historias porque, según va avanzando la historia, vas acertando prácticamente todo, pero está muy bien enlazado y también creado.

En resumen: una muy buena historia clean romance que, si eres aficionada a este género, te gustará y si eres admiradora de la autora, no te defraudará. Una historia diferente y un mundo de baile con el que aprendes mucho.

Mi valoración es de 4,5 sobre 5.

He leído prácticamente todos los libros que hay traducidos de esta autora en España (pronto serán todos), en estos últimos años se ha convertido en una de mis escritoras infalibles. Todos me han encantado, unos más que otros por pequeños detalles, pero el listón es muy alto.

Si no habéis leído nada de Julie Klassen, sus libros destacan por el romance e intrigas estos son los pilares fundamentales, acompañados de una escritura y documentación impecables. Lo que pasa que dependiendo de la novela, encontraremos más romance (La hija del tutor, La institutriz silenciosa y Fairbourne Hall) o más intriga (Historias de Ivy Hill 1 y 2 y La hija del boticario). Las zonas intermedias de casi 50% de cada sería La hija del pintor y El secreto de Pembrooke Park.

¿Y el profesor de baile? Es difícil de calificar, en la primera parte estaba segura que iba a ser más romántica, yo estaba súper enganchada y súper convencida de lo que iba a venir, ya tenía claro que iba a ser la mejor historia de Julie y no podía parar de leer. Pero a medida que iba viendo las pocas páginas que quedaba ya me estaba mosqueando porque iba a pasar lo mismo que con La hija del boticario: solucionar gran parte del romance principal y secundarios en el epílogo. Y esto en una historia que se cuece a fuego lento me chirría un poco por eso no le doy el diez.

Lo disfruté como una enana pero ¡ay! le faltó nada para ese broche final, tres capítulos más y hubiese sido perfecta.

Tampoco quiero desvelar demasiado de la trama, porque la autora nos va llevando de la mano sin que nos demos cuenta por el pueblecito.

Por un lado, tenemos a Julia una muchacha con buena posición social pero que vive asfixiada en ese lugar remoto, su mayor deseo es salir de ahí y conocer mundo, asistir a algún baile en Londres o cualquier cosa fuera de su hogar. Tiene claro que la única forma de conseguirlo en buscando un buen partido. Es una muchacha alocada, que le gusta llamar la atención y que no piensa mucho en las consecuencias de sus actos. Le encanta gustar y que se fijen en ella.

Del otro, Alec un profesor de baile y esgrima, con fuertes convicciones, educado al extremo y estricto cumplidor de las normas sociales. Su madre, hermana y él tuvieron que abandonar su antigua vida de improvisto por un escándalo. Así que deciden refugiarse en la casa del único pariente que tienen, en un lugar remoto donde está prohibido el baile. Digamos que Alec tiene las cosas muy difíciles para emprender.

Los protagonistas tienen dos muros entre ellos: el baile (ya sabréis por qué) y el estatus social.

Los grandes misterios de la novela son el escándalo y el extraño comportamiento de la madre de Julia, así la novela cada vez se irá enrevesando más.

Un tema que suelen tocar casi todas las historias de este estilo, es el tema religioso. Unas más que otras pero sí que es cierto que El profesor de baile es la que más habla del tema de todas las de Klassen. Digamos que en cuatro o cinco escenas sale algún diálogo al respecto o referencia. Digo esto porque me han preguntado en otras ocasiones al respecto.

No me queda mucho más por añadir, se nota a leguas el trabajo de documentación de la autora y la adoración que siente por esta época: desde las citas a inicio de capítulo hasta la impresionante descripción (sin llegar a resultar pesado) de los bailes y protocolos.

Por último, me gustaría resaltar la edición tan magnífica de la novela: portada, traducción, maquetación...

Si queréis conocer más historias de este tipo (centradas más en el romance), os recomiendo: Edenbrooke, Blackmoore, Por fin en Marshington Abbey... Tengo el ojo echado a El destino de Elisabeth y La Locura de Lord Fenton, no he leído nada de estas últimas y me llaman la atención, así que ya os contaré cuando lo haga.

Nota: 4,5/5