- Romántica actual
- Ni dulce, ni amargo
Ni dulce, ni amargo
Detalles del libro
- Romántica actual
Los granjeros dominan la tierra... y el mundo.
La última persona a la que Griffin Shipley espera encontrarse atrapada en una zanja en su finca rural de Vermont es a la chica con la que compartió un par de noches apasionadas cinco años atrás, cuando ambos eran estudiantes universitarios.
A los veintisiete años, Griff se ha convertido de la noche a la mañana en el patriarca de la granja familiar. Por si la carga de tener que mantener a su madre, su abuelo y sus tres hermanos no fuese suficiente, ahora deberá tratar además con una urbanita que pretende comprarle la cosecha a mitad de precio.
Vermont nunca había entrado en los planes de Audrey Kidder, y mucho menos un reencuentro con Griff Shipley. Pero Audrey necesita desesperadamente que los propietarios de la cadena de restaurantes para la que trabaja como chef le concedan una segunda oportunidad. Así que no va a permitir q ue un arrogante granjero de aspecto salvaje se interponga en su camino. Griffin y Audrey son ahora adversarios, con visiones enfrentadas de la vida. El problema es que la química sexual entre ellos es tan fuerte como la salsa picante del plato estrella de Audrey. O más.
Opiniones de los usuarios
Ni dulce ni amargo es la historia de Griffin Shipley y Audrey Kidder, dos jóvenes que se conocieron en la universidad y que compartieron un par de noches de pasión. Pero ahora, después de cinco años, sus caminos vuelven a encontrarse.
Audrey es chef y trabaja para una cadena de restaurantes, aunque todos los trabajos que le han dado hasta ahora apenas tienen nada que ver con lo que ella sabe hacer, y así, una vez tras otra Audrey no deja de meter la pata. Después del último error le han dado una última oportunidad, tiene que ir a Vermont donde los cultivos son ecológicos, y conseguir todos los productos que pueda y a un precio tirado, ya que la cadena quiere calidad del cultivo a la mesa.
Audrey se dirige a su destino no sin pensar que está hasta las narices de hacer trabajos en los que no se desenvuelve bien. Su primera parada es la granja Shipley, en la que literalmente queda atrapada en una zanja, y cual no será su sorpresa al ver aparecer un granjero gruñón que no es otro que Griff, el chico con el que tuvo unos encuentros muy pasionales difíciles de olvidar.
Griffin se convirtió, sin quererlo aún, en el patriarca de la granja familiar. Cae sobre él una gran responsabilidad y muchos dolores de cabeza, pues tiene a su cargo a su madre, su abuelo y sus tres hermanos.
Su carácter no es que sea muy agradable y menos cuando se encuentra con Audrey, que allí no pega ni con cola, intentando comprar sus buenos cultivos a precios irrisorios.
Pero como el vehículo no estará arreglado hasta el día siguiente, Audrey pasará la noche en la granja, y tanto la joven como el granjero se darán cuenta de que la química que había entre ellos no se ha perdido a lo largo de los años.
Pero Audrey tiene una meta muy clara quiere algún día abrir su propio restaurante y Griff durante los próximos años no tiene otra salida que hacer crecer la granja de la que todos viven. ¿Tendrán alguna posibilidad juntos?
Me ha gustado mucho este libro y todos sus personajes, porque aparecen bastantes y todos son muy interesantes.
Audrey no ha conocido a su padre, su madre que es una triunfadora nata no ha esperado menos de la joven. Sin embargo, ella siempre se ha rebelado ante sus imposiciones, decidió estudiar cocina solo por fastidiarla y descubrió que realmente le gustaba. Su sueño es poder tener su propio restaurante, pero la empresa en la que trabaja no la ayuda poniéndola en puestos que no tienen nada que ver. Cuando la envían a Vermont, Audrey conoce un mundo completamente diferente, granjas ecológicas, gentes agradables que la acogen como si fuera de la familia, y también conoce más a fondo a Griff, por el cual siente mariposas en el estómago, aunque la distancia no es buena consejera y su historia no puede tener futuro.
Audrey es un personaje que me ha encantado, divertida, refrescante, fuerte e independiente, enseguida se hace querer.
Griff es un joven cuya ilusión era ser futbolista, ya empezaba a despuntar en la universidad, pero su padre falleció de repente y su vida dio un gran giro. Tuvo que hacerse cargo de la granja, un trabajo duro donde no le faltan preocupaciones, pero en el que quiere prosperar.
Al principio es un poco malhumorado, aunque Audrey saca lo mejor de él y se nota su evolución, es temperamental y sumamente protector de los suyos, que siempre están por delante de él.
Entre Audrey y Griff hay una gran química, primero deseo y pasión, pero poco a poco se van forjando unos sentimientos que al principio no expresan, aunque cada vez les cuesta más separarse.
En cuanto a secundarios tenemos un gran elenco, empezando por Ruth, la madre de Griff, una mujer que se encarga de la cocina de toda la tropa, una mujer encantadora que enseguida se encariña con Audrey. Zach amigo y trabajador de la granja, un chico estupendo y tímido que me ha gustado mucho, los hermanos de Griff, May y los gemelos Daphne y Dylan, todos encantadores. Otro personaje que llama mucho la atención es Jude, un joven ex convicto que está en desintoxicación y que lucha contra la tentación con ayuda de todos ellos. Hay más secundarios y todos interesantes.
La pluma de la autora también me ha gustado mucho, es sencilla, ágil, emplea capítulos cortos, por lo que la lectura es muy amena con diálogos sencillos y bromas constantes. La narración corre a cuenta de los dos protagonistas a partes iguales.
Ni dulce ni amargo es una historia amena, sencilla, tranquila, refrescante y muy bonita, con unos personajes reales, fuertes, diferentes entre sí pero que se complementan perfectamente. Un gran elenco de secundarios que dan fuerza a los protagonistas y, una historia de amor que se cuece poco a poco pero que nos conquista completamente.