- Romántica actual
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Querido Señor Daniels
Detalles del libro
- Romántica actual
Ashlyn Jennings es una estudiante modelo. Adora leer, especialmente las tragedias de Shakespeare, en las que busca respuestas a las dudas que la vida le plantea. Ahora, después de haber perdido a su hermana gemela y con su madre sumida en una depresión, se ve obligada a trasladarse e irse a vivir con su padre y su nueva familia a Wisconsin. Allí conoce por casualidad a Daniel Daniels, un hombre roto. Él ha sufrido dos grandes pérdidas en su vida y está tratando de superar el golpe, pero cuando conoce a Ashlyn hay algo que va más allá de las leyes de la química. Ambos quieren olvidar el dolor de sus vidas, hasta que un día se encuentran en la escuela, él como profesor y ella como alumna.
Opiniones de los usuarios
Y la verdad es que me ha gustado, aunque no tanto como su anterior libro. No se puede dudar de que la autora escribe maravillosamente bien y que sus personajes son de esos que te llegan hondo, pero en esta ocasión este libro no ha terminado de calarme hondo. Sí que me ha gustado, eso que no quede duda, pero me ha faltado ese algo que me haga no querer soltar el libro, no sé si me explico bien.
Lo que sí que tengo que destacar son las frases tan bonitas que he sacado del libro, pues ya digo que la autora escribe verdaderas maravillas, así que os dejaré alguna para que veáis a lo que me refiero.
Cita
Una parte de mí pensaba que merecía ese sufrimiento. Pero realmente no podía creer que esa chica mereciese estar tan triste. En secreto esperé que, algún día, alguien la hiciera sonreír sin que aparecieran arrugas de preocupación. Esperé que algún día estuviera bien.
Algo que me ha gustado mucho es que a pesar de que está narrado en primera persona, algo con lo que me cuesta conectar, conocemos el punto de vista de los dos protagonistas, y así podemos ver lo que piensan y sienten los dos en todo momento, algo que he agradecido, pues así podemos ver lo que sienten en todo momento.
Ashlyn es una chica que acaba de perder a su hermana gemela por una enfermedad, es como si hubiese perdido el ancla que la mantenía a salvo. Ahora se siente perdida, no sabe qué hacer con su vida. Además hay que sumar una madre que no se preocupa por ella y un padre que las abandonó cuando eran pequeñas.
Daniel es un chico atormentado por la vida. Su vida tampoco ha sido nada fácil y aunque ahora está más encauzada, todo se trastoca cuando conoce a Ashlyn, pues tienen muchas cosas en común, pero otras solo parece separarles. ¿Podrán ser felices juntos? Pues tendréis que leer el libro para descubrirlo.
Cita
-No soy tan feliz como finjo ser.
-¿Por qué finges?-pregunté.
-Porque fingir ser feliz es casi como ser feliz. Hasta que recuerdas que solo estás fingiendo. Entonces te pones triste. Muy triste. Porque llevar una máscara cada día de tu vida es de lo más difícil. Y al cabo de un tiempo te asustas un poco, porque la máscara se convierte en ti.
Algo que además me ha gustado mucho han sido las frases de Shakespeare que encontramos dentro del libro, pues los dos protagonistas son grandes amantes de él y de toda su obra. También tengo que destacar a dos de los protagonistas secundarios, Ryan y Hailey, dos hermanos que me enamoraron desde la primera vez que salieron dentro del libro.
Hay algo que no me ha gustado demasiado y es que creo que a veces la autora abusa del drama dentro de sus libros. En esta ocasión no os puedo desvelar qué es lo que sucede dentro de la trama, porque es un gran spoiler, pero para mí, creo que es algo totalmente innecesario que me dejó muy descolocada y que no esperaba para nada. Creo que si hubiese seguido otro derrotero, me hubiese gustado mucho más.
Aun así, ya digo que no es que sea un libro malo, que no lo es, solo que han habido pequeños detalles que no me han dejado disfrutar todo lo que quisiera, pero me ha gustado bastante.
En resumen, Querido señor Daniels es un libro que contiene bastante drama y que te hará preguntar porqué la vida es tan injusta a veces. Con una historia de amor muy tierna, es un libro aderezado con frases de Shakespeare que harán las delicias de cualquier persona aficionada a la literatura. Además tiene unos protagonistas principales con un pasado a sus espaldas que querrás descubrir y unos secundarios que enamoran desde el principio.
No puedo decir cuál de las dos novelas me han gustado más porque sería imposible decidirme, además son muy diferentes.
Lo único que comparten y por lo que veo es sello de la autora a la hora de escribir, es el punto dramático y la cantidad de sentimientos que es capaz de transmitir en la misma historia.
Ashley es una chica que ha perdido a su hermana gemela. Con sus padres divorciados, su madre destrozada refugiada en el alcohol y la nula relación con su padre, se ve obligada a mudarse con él... Ashley se encuentra totalmente pérdida y rota, pero en su camino se cruza alguien que la revivirá de todas las maneras posibles.
Pero lo que empieza como una bonita amistad, y un amor a primera vista se complica cuando descubren que Daniel es el profesor de su nuevo instituto.
La vida se empeña en ponerles zancadillas a ambos, ya que Daniel también vive su infierno particular desde hace un tiempo a causa de la pérdida de sus padres y la vida que lleva su hermano... La música y la enseñanza es lo único que lo mantiene cuerdo, pero comenzara a vivir cuando Ashley aparece en su vida.
Tal como me pasó con El aire que respira, la otra novela que leí de la autora, el hecho de saber que la historia contenía gran dosis de dramatismo me echaba un poco para atrás a la hora de leerla (Y eso que reconozco que me gusta estas historias tan intensas con el toque shakespeariano que le da, aunque con final feliz claro) Pero una vez leí la anterior, supe que no me perdería nada que escribiera, y así será.
La autora escribe de forma magistral y creo que tiene un sello inconfundible, aunque está claro que habrá quien huya del drama, pero desde luego mi opinión es que son novelas que todo el mundo debería leer.
Hay frases y escenas que me dejan tan alucinada que tengo que volver a leerlas por la sencillez con la que dice sentimientos tan intensos y profundos.
Sí, definiría a la autora como profunda, porque consigue tanto que me meta en la historia, que lo viva tan intenso, que sufra, ría y llore a la vez que los personajes, que sienta en mi piel cada cosa que a ellos les pasa hasta que se me eriza... Que me enamore de ellos y que vea la vida con otros ojos... se mete tanto en mi cabeza, en mi corazón y en mi alma de una manera tan profunda...que no podría descubrirla con otra palabra.
He devorado la novela sin darme cuenta siquiera y ya estoy deseando leer de nuevo algo de ella.
Aunque personalmente tengo claro que tengo que dejar espacio de tiempo para volver a leerla, porque con ésta tal como me pasó la anterior vez me cuesta un tiempo recuperarme. Que no olvidarla, porque este tipo de novelas se me quedan grabadas para siempre.
Yo recomendaría la novela a todo el mundo, ya que me parece excelente en todos los sentidos. Aunque hay un par de detalles que me han chocado y que no puedo explicar con claridad ya que sería desvelar cosas importantes, pero para que más o menos me entendáis una cosa y aunque no tiene importancia no me esperaba es que pensaba que el protagonista seria mayor, por los que hay tiempos ahí que no me cuadran...y lo otro es que hay cierta pérdida que me ha dolido en el alma y la he visto totalmente innecesaria... por lo demás, no puedo decir más.
Ashlyn está rota de dolor, acaba de perder a su hermana gemela, con la que estaba muy unida, además no puede contar con su madre ya que está sumida en una depresión y acaba de decidir que Ashlyn se vaya una temporada con su padre, al que apenas ha visto en toda su vida, así que coge sus pocas pertenencias y se traslada a Wisconsin con su padre y su nueva familia.
Daniel también lo está pasando muy mal, veinte meses atrás perdió a su madre y hace una semana acaba de fallecer su padre.
El destino quiere que los dos se encuentren en el tren que lleva a Ashlyn a su nueva vida y entre ellos surge una atracción inmediata, que pronto dará paso a algo más profundo, los dos se necesitan para superar su dolor, pero muy pronto la vida les va a dar otro revés, ya que Daniel resulta ser el profesor de Ashlyn.
Esta no es una novela sencilla y ligera, muy al contrario es compleja y, desde luego, muy emotiva, también es verdad que tratándose de una novela new adult, hay momentos divertidos que nos sacarán más de una sonrisa.
Ashlyn y Daniel son perfectos el uno para el otro, se complementan y se ayudan mutuamente a superar ese dolor que sienten, además hay mucho amor entre ellos, pero tienen que llevarlo en secreto y tienen que elegir entre lo que es correcto y lo que el corazón dicta, así que nos encontramos ante una relación complicada y dolorosa.
A parte de la historia de amor, vamos viendo también como se adapta Ashlyn a la nueva familia de su padre, y la buena relación que se crea con sus hermanastros, con los que acaba teniendo un gran vínculo.
Algo que ha sido muy bonito y emotivo es como conocemos a Gabby, la gemela de Ashlyn le deja una lista de cosas que tiene que atreverse a hacer y cuando las realice tiene que abrir una carta que ella le ha escrito, y en cada una de las cartas se ve la complicidad tan grande que había entre ellas y lo bien que se conocían.
La historia está narrada en primera persona desde la perspectiva de los dos personajes, aunque se lleva la mayor parte Ashlyn, pero llegamos a conocer muy bien a los dos y a sus sentimientos.
Si con la primera novela me convenció la autora, con esta, para mí se ha consagrado, tiene un estilo sencillo y elegante, los capítulos son cortos y el ritmo es el adecuado en todo momento.
En definitiva, Querido señor Daniels es una novela preciosa, de sentimientos, de emociones a flor de piel, una historia con unos personajes increíbles que están rotos por la pérdida de seres queridos, que sufren y deben aceptar que esas personas no volverán, pero también hay mucho romanticismo y una historia de amor que supera todas las adversidades, por no hablar de un elenco de secundarios que valen mucho la pena.
Una historia totalmente recomendable, para mí, de 10.