Con esta segunda parte de Casa Blanca pensaba que se acababa la serie, sin embargo la autora nos explica al final que habrá otro libro que sucederá durante el segundo mandato de Matt, pero que tendrá a otros personajes como protagonistas.

Creía que Matt y Charlotte ya me habían enamorado en Presidente, pues parece ser que no lo suficiente, porque los he adorado y me he encariñado muchísimo con ellos.

Han pasado dos meses desde que Matt ganó las elecciones presidenciales, Charlotte se marchó a Europa a ver si conseguía olvidarlo y empezar una nueva vida sin él, cosa que no ha conseguido, ahora ha vuelto para asistir a la ceremonia de investidura y sus sentimientos vuelven con fuerza, lo ama si cabe, todavía más.

Matt ha pasado dos meses en los que no ha dejado de pensar en Charlotte ,si tenía claro que ante todo era su carreta, ahora sabe que sin la joven no va a ser posible, la quiere a su lado y no piensa renunciar a ella.

En su reencuentro, Matt le pide a Charlotte que esté junto a él, que vuelvan a retomar su relación aunque sea poco a poco y que ejerza como Primera Dama en funciones, Charlotte tiene muchas dudas e inseguridades, pero al final acepta porque puede aportar su granito de arena para ayudar a su país, pero sobre todo porque quiere estar junto al hombre que lo es todo para ella.

La historia se centra principalmente en torno a Matt y Charlotte y en su día a día, los vemos lidiar con los entresijos que conlleva su vida en la Casa Blanca, afrontar situaciones difíciles y duras para el país, pero también vemos como su amor crece día a día, y ese amor les hace fuertes para afrontar cualquier dificultad.

Los personajes siguen siendo los mismos que nos enamoraron en la primera parte, Matt, ese hombre entregado a su país, dispuesto a cambiar las cosas desde el primer día de su mandato, pero sobre todo es un hombre enamorado, que adora, respeta y tiene en un pedestal a Charlotte. En cuanto a Charlotte, al principio la vemos con las inseguridades que ya conocíamos en ella, sin embargo, va adaptándose al papel de Primera Dama, aportando ideas y renovando otras, vemos cómo se va haciendo fuerte y segura al lado del hombre que lo es todo para ella.

Como veis, esta es una historia muy romántica y pasional, aunque acompañada del tema de la política, que la autora ha retratado muy bien y que muestra las inquietudes de un país, sea cual sea su nombre.

La narración igual que en la primera parte está repartida en capítulos cortos y desde el punto de vista de los dos protagonistas, por lo que los conocemos perfectamente, sus sentimientos y sus inquietudes.

En definitiva, Comandante es una bonita y dulce historia de amor enmarcada en un entorno político, con algunos toques de intriga y unos personajes fuertes que en ocasiones anteponen su propio bienestar por el bien del país, pero que, sobre todo, transmiten mucho amor.