Tras quince años llevando la vida propia de un pirata, Lazar di Fiore regresa a Isla de Ascensión, la tierra de sus raíces, la cuna de su familia. Pero Vendetta es la única palabra que grita su alma. Es la venganza lo único que anhela. Una venganza fría y calculada, estudiada meticulosamente durante el largo exilio que le ha alejado de su vida anterior. Dispuesto a castigar el brutal asesinato de sus padres y hermanos, y a arrancar del trono al usurpador causante de su dolor, el Gobernador Monteverdi, ha planificado asesinar a sangre fría a la hija de éste ante los mismos ojos del hombre.

Allegra Monteverdi es la única hija del gobernador. Se convierte, sin saberlo, en el instrumento perfecto para la venganza de Lazar. Pero desde la primera vez que los ojos de ambos se encuentran, algo indecible e inexplicable surge entre ellos, uniéndoles y marcando irremediablemente el porvenir de sus vidas.

Aunque no cree en ningún momento que éste sea en realidad el príncipe Lazar, con quién secretamente ha soñado durante toda su vida, Allegra siente el impulso irrefrenable de estar a su lado y salvarle del vacío y la soledad que traslucen sus ojos negros.

Dividido entre el odio visceral, que ha regidos los días de su existencia durante los últimos años, y la culpabilidad que brota en él ante la posibilidad de dañar a la dulce Allegra, Lazar sucumbe a los dictados de su corazón, descubriendo así una debilidad desconocida en él, y perdona a la joven Monteverdi la vida. Sin embargo la venganza no ocurre según los planos diseñados y acaba arrastrando a Allegra a su vida como pirata a bordo de su barco, junto a una tripulación de rudos piratas.

¿Puede acaso Lazar vivir junto a la hija de su más odiado enemigo, aquel que destruyó su vida, sus sueños y su infancia? ¿Puede, ilógicamente, enamorarse de esa mujer a quién debería odiar y herir?...Pese a que su mente le grita la absurdidad de ello, el corazón de di Fiore no puede evitar enternecerse y sufrir por Allegra.

Su lado pirata desea dañarla, usarla, avergonzarla y destrozar su vida como justo pago a su propia desdicha, pero su conciencia se rebela contra ello y, por el contrario, desea desnudar su alma, buscar su consuelo y su salvación. Para ello deberá mostrar sus sentimientos y desvelar su identidad secreta, algo que le atemoriza y avergüenza profundamente.

Allegra no acepta que ese rudo y brusco pirata y su adorado príncipe Lazar puedan ser la misma persona, pero entonces...¿cómo explicar los sentimientos dulces y tumultuosos que despierta en ella?

La convivencia entre ambos les otorga la oportunidad de conocerse y descubrirse el uno al otro. Y puede, ¿por qué no?, ser un inicio para ellos si ambos son capaces de superar sus miedos y dudas, sobre todo Lazar que se siente muy vulnerable ante ella.

El príncipe pirata narra una historia muy intensa, repleta de emociones y sobresaltos, donde los sentimientos están siempre a flor de piel. Encuentros, desencuentros, odio, pasión y por supuesto amor, se conjugan en las páginas de este libro.

En general me ha mantenido en suspense página tras página, si bien reconozco que en algún momento la atención decrece un poco. Pero la historia de Lazar y Allegra está plagada de dulzura, dolor, desconfianza, amor y odio suficientes para atraerte.

Como novela romántica es realmente buena. Gaelen Foley teje una trama cautivante y ágil en este primer libro de la serie Príncipes del mar. Como novela romántica de piratas me ha sorprendido al ofrecer un libro diferente a cualquier otro de este género, ni mejor ni peor, tan solo diferente. Diferente porque no está centrado en las aventuras y saqueos de los piratas. Ni refleja detalladamente la vida de estos. No sigue el estereotipo de estos personajes, sino que es simplemente la novela de Lazar di Fiore, convertido en pirata por giros del destino, su venganza y cómo reacciona ante ese caprichoso sentimiento: el amor, cuando éste derrumba la frialdad e indiferencia de la que siempre se ha sentido seguro.

Sin embargo pese a que ese aspecto puede ser un poco decepcionante si esperas algo con más aventura, la relación entre los protagonistas es capaz de soportar todo el peso de la trama de manera ágil y fluida.

El personaje de Lazar es muy complejo, y no es hasta que avanzas en el libro que vas comprendiéndole, entendiéndole y sufriendo por él. Sinceramente, me ha sorprendido mucho porque nos perfila un pirata débil e inseguro por momentos, repleto de miedos y dolor, lejos del prototipo que había esperado encontrar.

Pero pese a ello, me ha emocionado mucho este libro. Gaelen Foley tiene un modo de escribir que transmite infinidad de sentimientos y pensamientos, retrata a unos personajes complejos, imperfectos, injustos, pero humanos, personajes que crecen y se desarrollan a lo largo de la novela.

Tal vez carezca de la magia y la habilidad que transmite en novelas posteriores, pero la increíble fuerza que destilan Lazar y Allegra es suficiente para que el libro me haya gustado mucho.

Si te gustan las novelas en las que abunde la dulzura, la pasión, la crudeza e incluso el dolor, os recomiendo este libro. Si buscas en cambio una típica novela de rudos piratas, arrogantes y seguros de sí mismo, entonces no lo hallaréis en este libro.