- Romántica histórica
- Cuatro novias
Cuatro novias
Detalles del libro
- Romántica histórica
Un historiador amateur que utiliza su afición como excusa para ganarse los favores de una damisela con mucho carácter, un conde a punto de contraer matrimonio que se vuelve loco de pasión ante su recientemente hallado amor de juventud, dos almas gemelas que parten en una aventura en busca de sus hermanos y un escocés que se casará engañado con la mujer de sus sueños son las historias que conforman esta peculiar iniciativa a cuatro voces, algunas de entre las más importantes y reconocidas del panorama romántico. Protagonizada por unas heroínas inolvidables, Cuatro novias conjuga las leyendas y belleza salvaje de las Tierras Altas con cuatro idilios de alto voltaje. Sin duda, un placer ineludible para las lectoras amantes de Escocia y del romance en estado puro.
Opiniones de los usuarios
Margaret Pennypacker es una joven inglesa que se aventura ella sola a ir a Gretna Green, un pueblo escocés que se sitúa justo en la frontera de esta, para encontrar a su hermano menor, que se va a casar con una mujer sin cultura ni conocimientos. Margaret tiene que impedirlo a toda costa.
Sir Angus Greene, un hombre escocés, va tras su hermana, que se ha escapado de casa con sus criados y su carruaje para ir a su primera temporada en Londres, sin la aprobación de este.
Margaret y Angus se encuentran en este pueblo, cuando tres hombres intentan abusar de esta. Sin poder evitarlo, Agnus se encarga de la seguridad de esta y ambos hacen un trato: Se ayudarán mutuamente a encontrar a sus respectivos hermanos. En un principio, parece que semejante trato se vaya a llevar muy bien, hasta que ambos empiezan a discutir y descubren que no se pueden aguantar el uno al otro, aunque también descubren que se atraen de una manera que ninguno de ellos se ha llegado a imaginar jamás.
Es un relato corto perteneciente a la antología Scottish Brides, escrito por Julia Quinn, Christina Dodd, Stephanie Laurens y Karen Ranney. El título de este relato no es erróneo, ya que el pueblo es Gretna Green. El título de este proviene del nombre del famoso pueblo, tan común en épocas anteriores donde los jóvenes enamorados se casaban sin la aprobación de sus padres o familiares, y el apellido del protagonista de este relato: Angus Greene.
Como cualquier relato, la historia es apresurada, unas veces la historia es creíble, y otras, no. Esta historia transcurre la mayor parte en una noche, la noche en la que se conocen los protagonistas y la que comparten en una posada. Como es propio de Julia Quinn, la historia rebosa de humor e ingenio, aunque esta historia es algo apresurada y no trata a fondo la historia romántica. Expresa que los protagonistas conocen al otro como si se conociesen de toda la vida y que están hechos el uno para el otro, pero el romanticismo no toma su protagonismo en esta historia. Es una pena porque la historia en si no es mala, podía haber incluido de otra manera el amor entre los protagonistas. Tampoco se habla de un constante atractivo físico como en otras novelas o relatos se puede apreciar sustituyendo al amor, aquí simplemente, se trata este tema de manera sutil y algo apartado.
Los personajes no son únicos ni nuevos. Ella es una mujer fuerte y bella, el un hombretón fuerte y muy dulce, combinaciones de sobra conocidos en la literatura romántica. Gretna Green, por supuesto es otro personaje más en la historia, aunque me atrevería a decir, que más que el pueblo de Gretna Green, es la posada en la que se hospedan, la que es otro personaje más en la historia. La historia se centra mucho en la noche en la posada y prácticamente todo gira en torno a ella.
No es un gran relato, es un relato, pero si te da ciertas sorpresas a mitad del relato y te hace reír, y mucho. Una historia algo floja, pero divertida y amena.
Mi valoración es un 7 sobre 10.
Empeñada en impedir que su hermano contraiga matrimonio, Margaret acaba en brazos de un escocés guapo e insoportable decidido a enseñarle las lecciones de la vida.
Tercer relato de la antología Cuatro Novias. Novela que discurre en Gretna Green, Escocia, en 1804.
Margaret Pennypacker a sus veinticuatro años es más una madre que una joven en busca de esposo. Tuvo que hacerse cargo, siendo aún muy joven, de un hermano y una hermana por los que renunció a su vida. Ahora, con su hermano fugado, no duda en poner rumbo a Gretna Green con el fin de impedir una boda con una candidata de lo más errónea. Sin embargo, no había previsto lo difícil que podría ser el viaje para una joven inexperta como ella. Sucia, despeinada y furiosa, las cosas se complican cuando es arrastrada por tres hombres desconocidos hasta la oscuridad de un callejón. Sólo puede esperar un milagro... y eso es lo que está a punto de sucederle.
Angus Greene no se encontraba muy tranquilo. Este imponente escocés de casi dos metros se había visto forzado a cabalgar hasta Gretna Green con la única intención de impedir que su hermana llegase a Londres. Sabía que viajaba en un carruaje, y acompañada, pero nadie podría impedir que la llevase de regreso. Era demasiado bella e inocente para lo que podría encontrar en Londres y él estaba demasiado ocupado para acompañarla. Sin embargo, sus preocupaciones pasan en seguida a un segundo plano cuando escucha el grito angustiado de una desconocida mujer.
La novela no podía empezar mejor para mí. No he podido parar hasta el final. Tal vez incluso me ha resultado demasiado corta porque ha habido momentos en los que no he parado de reir. Angus es demasiado "caballeroso". También podría considerarse más terco que una mula. Aunque la joven es alguien que acaba de conocer no la deja seguir su búsqueda en solitario. Vamos, que si se Margaret hubiera rechazado su ayuda, seguro que la hubiera secuestrado. Una desagradable experiencia le había llevado a la firme promesa de ayudar a cualquier mujer, y ésta, aunque no la desee, no puede impedir verse arrastrada por la impetuosidad de Angus. Por lo que no pasa es por compartir sus gustos culinarios. Por otra parte, Margaret es una mujer que ha debido acostumbrarse a un papel que la ha anulado como mujer. Angus podría ser el hombre con el que descubriera su sexualidad.
En conclusión, aunque la novela no podría considerarse una obra maestra me ha encantado. Es de esas novelas que releo cuando no tengo tiempo de embarcarme en una lectura más "transcendental". A las que las gusten las novelas de escoceses con hombres tercos y mujeres valientes seguro que os gustará.
La valoro con un 4/5.
Lachlan está convencido de que ha conocido a la mujer perfecta. Pero surge un pequeño problema, puesto que Ealasaid, su flamante esposa, no es exactamente quien dice ser.
Cuarto relato de la antología Cuatro Novias. Y, como los anteriores, discurre en Escocia.
Lachlan Sinclair estaba desesperado por terminar con las penurias que asolaban Glenlyon, sus amadas tierras. Hacía tiempo que había tenido que vender todo lo que había de valor en el castillo. Los animales estaban flacos y los niños hambrientos y con la ropa tan remendada que apenas les calentaba. Antes podían conseguir trueques a cambio de su apreciado whisky. Sin embargo, el encargado de esta tarea había fallecido sin contarles como elaborar un buen uisge beatha. Podía solucionarlo todo si cumplía la profecía y se casaba, pero no estaba seguro con unirse de por vida a una inglesa. Decidido a conocerla antes de tomar una decisión se encaminará a la casa de su fututo suegro en Inglaterra.
Janet MacPherson de Tarlogi estaba ilusionada con volver a su amada Escocia. La muerte prematura de sus padres la había obligado a viajar a Inglaterra trabajando como dama de compañía de la hija de un familiar lejano. Aunque la insoportable Harriet era una arpía, su próxima boda con un laird escocés le permitiría acompañarla. O eso pensaba, hasta que un comentario inapropiado la condena a la más absoluta soledad en Inglaterra. Decidida a hacer algo alocado se dirigirá de noche a un cercano riachuelo en donde conocerá a un escocés impresionante, con el que deseará regresar a Escocia aunque sólo sea por una noche.
La novia de Glenlyon es una novela corta basada en un equívoco. Un error de identidad le lleva a pensar a Lachlan que se trata de su prometida. Una mujer que en nada se parece al ogro que le han descrito. Una mujer con la que merecería compartir el resto de su vida, a pesar de ser inglesa. Al mismo tiempo, Janet ve en Lachlan a uno de esos escoceses que atraviesan la frontera en la oscuridad, con intenciones no muy buenas. Uno que le trae recuerdos de unos sueños infantiles, que tan celosamente oculta en su interior desde que marchó de su amada Tarlogi. No he podido evitar leerla de un tirón. Ha habido momentos en que no he podido evitar reírme, en otros he estado a punto de soltar alguna lagrimita, pero sobre todo me ha dejado un buen sabor de boca al final. Mucho tiempo tardó en desaparecer la sonrisa de mi cara.
Lachlan es un laird algo desesperado. No cree en leyendas, y mucho menos en la que podría poner fin a las penurias económicas de su clan. Como ladrón es algo pésimo, y como fabricante de Whisky es peor. Janet es una joven alegre y vivaz que ha visto como necesitaba templar su carácter si quería sobrevivir en una tierra extraña. Su padre le enseño a tener paciencia y una cualidad que sería muy apreciada por el clan Sinclair si lo supieran. Entre los secundarios de la novela está Harriet. Una arpía egoísta y rastrera que le encanta buscar defectos en todos los que tiene alrededor, pero sobre todo en Janet. Y a su hermano Jeremy, que siente un amor platónico por Janet.
En conclusión, un relato con el que disfrutar de vez en cuando. Seguro que lo releeré a menudo. Creo que me animaré a buscar más novelas de esta escritora.
Lo valoro con un 4.5/5.