Emmaline Neal, una de los agentes de policía de Manningsport, ha sido invitada a la boda de un exnovio, no le hace gracia ir pero por otra parte su orgullo la obliga, no quiere ir sola y una noche en un grupo de lectura que tiene le aconsejan que se lo pida a Jack Holland, el atractivo heredero de los viñedos Blue Heron. Jack no es solo atractivo sino que es encantador y suele acompañar a las mujeres cuando tienen que ir a algún acto de este tipo para que no vayan solas, pero una vez en la boda Enmmaline y Jack, debido a todo lo que les rodea pasan una noche de pasión. Enmaline sabe que es algo puntual que cuando regresen al pueblo todo quedará como siempre y no quiere hacerse ilusiones, máxime cuando la exmujer de Jack se ha presentado en el pueblo intentando retomar su matrimonio y no lo deja ni a sol ni a sombra.

Esta es más o menos la sinopsis del libro y cuando la leí pensé, bien algo que se suele dar, aunque conociendo a la autora esperaba más, sobre todo por como narra la vida cotidiana de la gente de Manningsport y no me decepcionó. En libros anteriores hemos visto a Jack de pasada, como un buen hijo, nieto o hermano, amigo de sus amigos y sin conocer mucho de él, era un secundario más.

Aquí Jack es el héroe del pueblo, en un gélido mes de Enero ha rescatado a cuatro chicos que cayeron al lago, casi helado, con riesgo de su vida, tres están bien pero el cuarto permanece en coma, clínicamente muerto y mantenido por máquinas. Siendo Jack como es, y también por los padres del chico que le acusan de haberlo rescatado el último, lo que le está pasando factura, pero no sólo tiene que lidiar con esto, sino que al salir en las noticias, su ex que lo engañó cuanto estaban casados se presenta en el pueblo dispuesta a iniciar la reconquista. Con mucha habilidad la autora se remonta al pasado para darnos a conocer el matrimonio de Jack y todas las circunstancias que motivaron su separación.

Enmaline es una chica normal, no es una Barbie, es atractiva aunque ella no se considere así, debido al acoso sufrido en su infancia por una timidez que le hacía tartamudear y que causaba las risas de sus compañeros, lo que dio origen a que se fuera a vivir al otro lado del país, a Manningsport donde vivía su abuela, que al morir le ha dejado la casa donde vive en la actualidad, la situación de acoso la unió a Kevin, un chico casi en sus mismas circunstancias por sufrir sobrepeso, y todo desembocó en un noviazgo hasta que Kevin la dejó por su entrenadora personal.

Con todos estos hechos, la autora ha sabido crear una bonita historia para estos dos protagonistas que ocultaban tanto en su interior. Jack es un encanto en todos los sentidos, no solo es un hombre amable y considerado sino que además físicamente es muy atractivo y Emmaline es una mujer que ha sabido hacer frente a un montón de circunstancias, entre ellas la de unos padres psicólogos que no han sabido aplicar sus conocimientos con su propia hija, y que no está dispuesta a sufrir otro desengaño, por lo que no se hace ilusiones con Jack.

Pero lo que hace de esta novela que sea tan amena no es sólo la historia de los protagonistas sino todo el grupo de gente del pueblo, unos secundarios excelentes, ya que todos tienen participación y están en continua interacción con los protagonistas. Además Kristan Higgins tiene una especial forma de narrar y nos introduce de tal manera en el pequeño pueblo que te hace desear tomar un vino en las bodegas, un pastel en la panadería del pueblo o reunirte en la taberna de O'Rourke para degustar unos nachos caseros, además de provocarte a veces la carcajada con las anécdotas provocadas por amigos y conocidos. Es una autora que sabe sacar lo mejor de las personas, esas cualidades que igual no se aprecian a simple vista pero que están ahí y con ellas crea unos protagonistas geniales, vivos, que los sientes como si fueran parte de tus amistades. Nos da también la oportunidad de curiosear también en la vida de los protagonistas de las demás novelas de la serie, así podemos ver cómo les va a Faith y Levi, Honor y Tom, Colleen Y Luca, a Pru que parece que participa en todas las historias de pasada, sin que sepamos mucho de ella y de su marido, los dos locos por el sexo, poniendo siempre una nota divertida con sus locuras.

Es una novela que me ha gustado, como todas las de la serie, aunque tengo que reconocer que igual no soy imparcial porque es que me encanta como escribe esta autora y que siempre espero con impaciencia sus nuevas publicaciones. La recomiendo en general pero sobre todo a esas lectoras que les gusta sumergirse en las vivencias de pequeños pueblos donde todos se conocen y se echan una mano cuando hace falta.

Llegó el libro de Jack: bueno, guapo, comprensivo... ¡si es que lo tiene todo! Y está soltero, no porque le falten proposiciones, sino porque desde que se divorció no quiso sentar cabeza y menos ahora, una etapa difícil en su vida.

Emmaline está en una fase de recuperación, cogiendo seguridad en sí misma e intentado no cometer los errores del pasado. Desde que su prometido rompió con ella de malas maneras, le ha costado coger el rumbo. Por el momento tiene un trabajo que le gusta, a las órdenes de Levi (Entre viñedos) y ha adoptado un cachorro que la tiene enamorada, posee su propia casa y vive un día a día rutinario pero sin baches, está adaptada. Cuando recibe la invitación a la boda de su ex el bajón llama a su puerta -y el helado, caramelos y chocolate también- decide no darse por vencida y demostrarle a su exnovio que está bien y ha superado su relación pero no quiere ir sola ¿a quién demonios lleva?

Tras un duro cásting -al que nadie se apuntó- las hermanas Holland deciden intervenir y enredar a su hermano Jack, total él está acostumbrado a estos menesteres ya se ha hecho pasar por novio de otras amigas en más ocasiones. Emmaline tenía a Jack como último nombre de la lista pero prefiere ir con él que verse sola, así que los dos emprenden el viaje hasta Malibú.

Si bien es cierto que la pareja de esta novela no ha llegado a emocionarme, sí que puedo decir que me he reído a carcajadas de lo surrealista que es esta historia, sobre todo en la boda. Emmaline no podía estar más fuera de lugar -bueno ella y la mayoría de los invitados- sin contar la mala suerte que tiene la pobre mujer ¡menos mal que tiene a Jack! La autora combina muy bien los momentos de bajón con el humor, es un vaivén de sensaciones aunque en mi caso primó la risa.

Creo que podía haber prescindido de la subtrama-drama (rima y todo) de Jack con ese episodio del lago. A mí personalmente me ha sobrado, podría haber hecho una novela más chic-lit y hubiera quedado mejor, porque la he notado algo forzada y al final Jack se libera de ese pesar de tantas, tantas semanas de forma instantánea, no lo sé es como si no le extrañara que en ese preciso momento esa persona acabara entrando en razón -a pesar de las circunstancias-. No digo más porque no quiero hacer spoiler, lo he explicado de forma vaga y enrevesada para quienes lo hayan leído ya.

Me quedo sin duda con el Jack de Malibú atento, amistoso y jovial -quitando esos momentos puntuales de bajón-. Aunque la palma en este libro se la lleva Emmaline ¡lo que tuvo que aguantar esta mujer! hasta de pequeña, aún así no puede ser más fuerte y orgullosa, a pesar de sus dudas e inseguridades nunca muestra sus debilidades y sabe perfectamente defenderse sola, sin necesidad de príncipes azules -y no duda en dejarlo claro tanto con palabras como con hechos-. Sin pelos en la lengua y con las cosas claras ella buscará una relación seria y sin medias tintas, meterá la pata (como Jack) pero rectificará a tiempo.

He leído más novelas de esta autora y es cierto que nunca defrauda, pero en esta saga están los mejores libros de esta autora. Es difícil quedarme con uno porque son todos muy diferentes y todos consiguen enganchar de principio a fin, es poco probable que tardéis en leer cada libro más de dos días ¡son adictivos!

En Confiaré en ti encontraréis ese denominador común que hay en toda la saga: un amor incondicional por los animales y la familia; y unos protagonistas de diez. Lástima que la relación de Jack y Emmaline quedara coja por esa subtrama dramática de la que os hablaba, sigo diciendo que sobraba. Podríamos haber disfrutado de más escenas de estos dos, eché de menos algún capítulo más como pareja ya afianzada pero qué se le va a hacer, en las próximas entregas seguro que aparecen.

Respecto al orden de lectura, os recomiendo seguirlo. Yo empecé por el segundo y me di cuenta de que había metido la pata al poco de empezarlo, porque aparecían los protagonistas del anterior libro, no te pierdes porque en verdad son historias auntoconclusivas: empiezan y terminan con los mismos protagonistas y en cada libro cambian, pero sí que te pierdes bromas o recuerdos de libros anteriores. Sin duda disfrutaréis mucho más de la saga siguiendo el orden.

Poco más que decir salvo que estoy deseando leer la historia de Connor ¡desde que entró en escena estoy deseando conocer sus secretos!