- Romántica histórica
- Amor mágico
Amor mágico
Detalles del libro
- Romántica histórica
Un caballero implacable y una dama con poderes mágicos aliados en la búsqueda de un misterioso cristal verde.
Siniestro y temible, con el pelo tan negro como la noche y los ojos del color ámbar, Hugh el Implacable hacía honor a su apodo. Había buscado durante mucho tiempo, sin éxito, la mágica piedra verde que le permitiría el acceso a su nueva propiedad. Al enterarse de que la piedra se encuentra en poder de Lady Alice, intenta acercarse a ella con el fin de lograr su propósito a toda costa, si es necesario conquistando el amor de la muchacha.
Lady Alice, una joven experta en alejar pretendientes y en soportar a sus insufribles parientes, advierte las ocultas intenciones de sir Hugh y sabe que él estallará de ira al enterarse de que la piedra ya no está en sus manos. Pero aún le quedan sus poderes para detectar el cristal, y aprovechará esa circunstancia para lograr que él dé la posibilidad de liberarse y liberar a su hermano del dominio de su malintencionado tío.
Cada uno actuará movido por un interés personal oculto, sin saber que su voluntad quedará en un segundo plano y que el azar impondrá un nuevo rumbo a su vida.
Opiniones de los usuarios
A pesar de que el personaje de Alice es la típica protagonista femenina de esta autora: inteligente, algo excéntrica y resuelta, desde mi punto de vista tiene algo que la hace distinta y cercana y es su sincera preocupación por el futuro de su hermano menor, Benedict y su inmensa humanidad, además es un personaje que ha sufrido y se ha sobrepuesto a las adversidades con lo cual resulta menos antipática que otros personajes femeninos con las mismas características, hay que añadir que a diferencia de la mayoría de las protagonistas de Amanda Quick que no son especialmente hermosas, lady Alice si lo es, aunque ella no concede ningún valor a su apariencia, empeñada en su idea de recluirse en un convento.
Hugh es un personaje masculino para mí entrañable: fuerte y curtido, conocido y temido guerrero y totalmente moldeable en manos de Alice, además no es ningún libertino ni mujeriego y eso supone un cambio refrescante. En un principio su preocupación por lady Alice es puramente interesada, pero en cuanto la conoce se siente profundamente atraído hacia ella y casi desde el primer momento comienza a actuar como un hombre totalmente enamorado.
La historia entre ellos es gradual, ella reconoce el enorme deseo que siente hacia él y lo afronta como una materia más de estudio, sin que le suponga ninguno de los dilemas morales o de orgullo que nos encontramos comúnmente en las protagonistas femeninas; él permite ciertas actitudes en ella que serían impensables en otro hombre de la época.
Me gustó bastante la historia y recuerdo con especial cariño algunas escenas (como la del encuentro íntimo en la cueva o la escena final donde ellle anuncia su embarazo, que es especialmente graciosa), se trata de una historia con grandes dosis de suspense, con personajes malvados, sometidos, repugnantes, tiernos..... y una bonita historia de amor donde las cosas se van desarrollando poco a poco y donde ambos se declaran el amor que se profesan el uno al otro bastante antes de que acabe el libro sin que eso le reste ni un ápice de interés.
Para mi gusto lo mejor que he leído de esta autora, aunque vuelvo a repetir que no ha sido demasiado. ¿Mi valoración? Un 4/5
Hugh de Scarcliffe necesitaba la piedra verde para devolver el esplendor a sus tierras. Él no creía en esas historias mágicas sobre la posesión de la gema, pero parecía que los aldeanos sí. Ya era hora de regresar a casa. Lo que no suponía es que la piedra verde hubiera vuelto a desaparecer. Aunque la presencia de esa preciosidad pelirroja le hace albergar un plan más. Su inteligencia, cuidados modales cuando quiere, y saber estar, le lleva al punto de considerar convertirla en su esposa. Sólo deberá poner en marcha sus dotes de comerciante y averiguar el punto débil de la joven.
Alice tenía grandes planes para ella y Benedict, y Hugh podría ser el hombre que le permitiera alejarse de Lingwood Manor para llevarlos a cabo. Estaría dispuesta a renunciar el cristal a cambio de una dote para un convento que le permitiera a ella proseguir sus estudios de historia natural y la posibilidad de que su hermano pueda entrar en los grandes centros de enseñanza de Europa.
Pero en Scarcliffe, el genio y la impaciencia de Alice la llevará a granjearse dos enemigos peligrosos, el monje vagabundo Calvert de Oxwick y la curandera del convento, la hermana Catherine. Y, no menos importante, estrechar lazos con el mayor enemigo de Hugh, Vicent de Rivenhall.
Tengo mucho cariño a esta novela, pues es de las primeras que compramos mi hermana y yo en el Círculo de lectores. Fue una de las que aumentó mi pasión por la romántica, y tal vez uno de los libros que más veces haya leído. Siendo poco más que una adolescente ¿quién no suspiraría por este poderoso caballero de cabello negro y ojos ambarinos, capaz de salvarte la vida en más de una ocasión? Paciente, entregado, leal, justo...
En cuanto a los protagonistas, Hugh no tuvo una infancia fácil. Nació bastardo, su madre asesinó a su padre con veneno y creció con el odio fomentado por su abuelo hacia Rivenhall. Gracias a Sir Erasmus de Thornewood, el hombre que le crió desde los ocho años, pudo convertirse en un hombre justo y leal. En cuanto a Alice, tuvo que ocuparse de su hermano desde muy joven pues, las secuelas de una caída del caballo, le habían hecho perder las atenciones de su padre. Guarda con dolor el hecho de no haber podido mantener intacta la herencia de su hermano que había pasado al primogénito de su tío. Además se considera una esposa espantosa, algo que sabe muy bien Hugh decidido a tentarla con libros y otros objetos curiosos.
En conclusión, una de esas novelas recomendables con las que se disfruta una y otra vez cada vez que se relee, con excelentes protagonistas y unos buenos secundarios.
La puntúo con un 4.5/5.