- Romántica histórica
- Complacer al príncipe
Complacer al príncipe
Detalles del libro
- Romántica histórica
Libro 2 de la Serie "Hermandad de los bastardos"
La bella lady Regina Tremaine ha rechazado a tantos pretendientes que todo el mundo la llama La Belle Dame Sans Merci. La verdad, sin embargo, es que no quiere casarse porque encubre un terrible secreto. No obstante, no ve ninguna razón por la que su hermano no debería cortejar a la adorable Louisa North, incluso cuando el hermano de esa muchacha, el ignominioso vizconde Dragón, no acepta la relación.Marcus North, el vizconde, hijo bastardo del Príncipe de Gales, tiene fama de ser un monstruo que mantiene a mujeres cautivas en su lúgubre castillo, con las que hace lo que le place. Durante muchos años ha vivido exiliado de la alta sociedad, pero cuando lady Regina le pide que acceda a que su hermano festeje con Louisa, Marcus le propone un tórrido pacto: su hermano podrá hacer la corte a Louisa si Marcus puede festejar con ella.
Opiniones de los usuarios
Lady Regina Tremaine ha rechazado tantos pretendientes que se la conoce como una mujer fría . Ella en realidad quiere casarse y formar una familia, pero esconde un secreto que se lo impide. Cuando su hermano decide cortejara a Louisa North, decide echarle una mano, ya que el hermano de Louisa no aprueba es relación, y se presenta en su casa dispuesta a hacerle entrar en razón.
Marcus North, más conocido como el vizconde Dragón vive casi recluido en su casa de campo. Ha dejado la presentación en sociedad de su hermana en manos de sus amigos, los Iversley. Claro que no le gusta nada que Simon Tremaine ronde a su hermana, piensa que seguramente sea un complot para acercarla al príncipe de Gales, y él no puede permitir eso. Así que cuando aparece Regina a plantarle cara, saca todo su mal genio a ver si hay suerte y la espanta. Claro que Regina no se asusta facilmente, pero ese hombre tan grande, de altura y de anchura, con una melena leonina, una barba muy descuidada , esa ropa tan pasada de moda y tosca y ese vozarrón le da un poco de respeto. Aún así accede a que aparentemente la corteje a cambio de que sus respectivos hermanos sigan viéndose.
La vuelta a la vida social de Marcus causa más de un revuelo y mucho contratiempos pero al final cae rendido a los pies de Regina. Antes han de pasar por malentendidos, engaños, venganza y un sinfín de desventuras que pondrán a prueba su amor.
La historia secundaria de Simon y Louisa le da un toque muy chispeante a la historia, ya sabemos que en la disputas familiares cada uno barre para casa.
Me ha encantado este libro, visto ahora que he leído los tres creo que es el que mas me ha gustado.
Sobre todo por Marcus, este hombre me ha llegado al ama, debido a la imagen que tenia de él en primer libro de la serie, me imaginaba más o menos por donde saldría la autora. No me ha defraudado, sino mas bien me ha sorprendido, le ha hecho humano, apasionado, leal, celoso, cabezota, inteligente, entregado , resentido y vamos, que es para comérselo a pesar de la cicatriz y de su apariencia. Creo que Regina es la pareja ideal, es también muy cabezota y consigue hacerle entrar en razón. El papel de ella tampoco es fácil ya que hay monentos en que se ve entre la espada y la pared.
A modo de anécdota, en el empiece de cada capítulo leíamos un extracto de un libro, en este caso " La instititriz ideal", muy acorde con el libro.
Ha sido una lectura fácil y amena, entretenida y apasionante. Vamos, que me ha gustado mucho.
Soy de las que no pueden dejar una serie a medias, y ya que empecé con el primero, no me quedaba otra opción que ponerme a leer esta novela. Y si la primera me gustó, con "Complacer al príncipe" he disfrutado infinitamente más.
Tras terminar el primer libro, la imagen que tenía de Marcus, el vizconde Dragón, era el de un rudo ermitaño de grandes dimensiones. Un hombre más bien desagradable, que prefería morir solo a vivir rodeado de gente tan "abominable" como la alta sociedad londinense. Sin embargo, es en esta novela donde la autora nos muestra todos los ángulos del personaje y descubrimos que Marcus no es ni por sombra lo que imaginábamos.
Marcus tiene una historia que contar. Una historia que explica porqué decidió encerrarse en su castillo y no tener contacto alguno con ningún miembro de la sociedad, salvo con su hermana Louisa, que vive con él. Detesta tanto la hipocresía de la élite londinense que ni siquiera está por la labor de acompañar a su adorada hermana a hacer su presentación en sociedad. Lleva años recluido voluntariamente en su propiedad y así tiene intención de que siga siendo... hasta que Regina Tremaine irrumpe en su castillo.
Regina resulta muy valiente al atreverse a entrar en las fauces del dragón. Es una mujer justa que no va a permitir que un miserable como el vizconde enturbie la felicidad de su hermano. Así pues Regina, que no se deja llevar por las habladurías ni los chismes, no duda de que Marcus será un ser civilizado con el que podrá mantener una seria conversación. Sin embargo, Regina descubre mucho más que eso. Descubre a un hombre culto, inteligente e, incluso, mordaz.
Tras el pacto que firman, Marcus comienza a festejar a Regina. Su objetivo es que la joven se avergüence tanto de su compañía que no quiera que su hermano se una a la familia del vizconde. Lo que no sabe Marcus es que Louisa tiene otra intención: convertirlo en un auténtico caballero.
Así Sabrina Jeffries nos relata todas y cada una de las normas de educación que imperaban en la época. Con unas breves frases al principio de cada capítulo, nos cuenta las reglas básicas que deberían seguir todas las institutrices a la hora de convertir a sus alumnas en verdaderas damas. Llegamos a conocer las artes que deben dominar las jovencitas para que se les pueda considerar como esposas adecuadas, las continuas fiestas a las que han de acudir casi obligadamente para que su ausencia no resulte en la comidilla del evento y el cuidado que han de tener a la hora de conversar con algún caballero. Para los hombres también existen sus normas, aunque dado que suelen poseer un carácter más indiferente a la hora de cumplir las exigencias de la vida social, muchos de ellos se saltan a la ligera las reglas y hacen y deshacen como les place para conseguir lo que están buscando.
He de comentar que uno de los puntos fuertes de la novela es su personaje masculino. En esta ocasión, Sabrina Jeffries ha conseguido definir extraordinariamente bien el carácter de Marcus, el vizconde Dragón. Es quien es de principio a fin. Su naturaleza no ha sufrido ningún giro incomprensible ni sus modales han variado con el paso de las páginas. Sin embargo, la autora ha sabido plasmar con evidente destreza la evolución de sus sentimientos, los cuales van suavizándose conforme Regina va entrando en su corazón.
La historia de amor cuenta con momentos muy tiernos y, a la vez, muy divertidos. Marcus tiene un humor muy irónico que dará lugar a diálogos con bastante chispa. Además, aparecen algunos malentendidos entre los protagonistas que le otorgan instantes de tensión a la trama.
Como he dicho al principio, esta novela me ha regalado un rato de lo más agradable. Y es que las novelas de Sabrina Jeffries tienen esa cometido: entretener y divertir. Son novelas que no destacan por enrevesados tramas ni complicados personajes, sino más bien por historias simples escritas con una cálida sencillez y una incesante gracia. Cuando estamos saturadas, historias amenas como las de Sabrina Jeffries pueden resultar una adecuada vía de escape.
Marcus North está espiando lo que hace su hermana a través de una ventana. Se niega a que Simon Tremaine, un duque muy cercano al Príncipe de Gales, corteje a su hermana, Louisa, pues cree que Simon la está utilizando para organizar un encuentro entre Louisa y el Príncipe de Gales. Marcus se topará con lady Regina Tremaine, la hermana de Simon, quien cree que el duque quiere a Louisa. Regina n teme al dragón, por muy alto y fortachón que sea.
Entre Marcus y Regina surgirá algo más que la rivalidad por demostrar quién tiene razón de los dos. Regina empieza a pensar en Marcus como algo más que un temible dragón cuando éste muestre su mejor cara a la sociedad. Marcus, por su parte, descubrirá a una mujer muy apasionada tras la fachada de una dama que rechaza a todos sus pretendientes con frialdad. Regina es mucho más de lo que aparenta, y calla más de lo que dice.
¡Cómo me ha gustado este libro! ¡Qué maravilla! Regina y Marcus se complementan a la perfección, y su química traspasa las hojas. Ambos tienen mucho que ocultar, pero aún así, terminan cayendo en los brazos del otro.
Una mención especial se merecen los secundarios: Louisa y Simon, quienes tienen su propio libro, y me gustaría leerlo y disfrutarlo. Ambos ayudan de forma inconsciente a que Marcus y Regina se junten.
Otro secundario digno de mención es el Príncipe de Gales, quien la lía a base de bien, con ayuda de Simon Tremaine. Marcus le detesta, por razones que no voy a contar, pero este hombre se empeña en ver a Louisa a escondidas, aunque le pese a Marcus.
Libros así son los que deberían publicar más a menudo. Me encanta cómo se desarrolla la historia, cómo ambos protagonistas tienen mucha voz a partes iguales. Merece la pena leerlo, porque es un libro de romántica de los de siempre.
Nota: 5/5.