Antes de hacer la crítica de este libro quiero hacer un resumen de los antecedentes del mismo. El rey Jorge tiene una hija bastarda, Louisa North, a la que no conoce y a la que no puede ver ya que está muy protegida por su hermano. Para poder verla y pedirle que se vaya con él a la corte, el rey le pide a un amigo suyo, Simon Tremaine, que la enamore y la seduzca para así poder tener acceso a su hija. Louisa por tanto cae rendida a los pies de Simon, pero cuando descubre que Simon no la quiere y que solo era un engaño para que su padre la conoza, le pide a su padre que mande a Simon fuera del país porque no quiere verlo nunca mas. Simon, por tanto es exiliado a la India y se convierte en gobernador allí.

Después de siete años como gobernador de la India, Simon vuelve a Inglaterra para cumplir su mayor deseo, que es ser primer ministro. Para ello necesita la ayuda del rey Jorge, el padre de Louisa. Pero para tener su apoyo, el rey le pide que cumpla otra misión, parecida a la que le encomendó hace 7 años, volver a enamorar a su hija pero se tiene que casar además con ella, para así mantener a Louisa alejada de las pequeñas actividades políticas que está realizando para realizar la reforma penitenciaria en el parlamento y meter a un reformista en la casa de los comunes.

Por tanto, Simon comienza a cortejar de nuevo a Louisa, y además se mete en la sociedad en la que ella está trabajando, para así entorpecer el trabajo que se está realizando. Ella en un principio recela y desconfia de las intenciones de Simon, pero la atracción que siente or él no la puede negar, y por tanto, por avatares del destino y debido también a las manipulaciones de Simon, acaban casados. Empieza por tanto una convivencia en el que ambos intenta mantener un equilibrio de fuerzas entre lo que quiere uno y otro, cediendo y dando, según le convenga a cada uno.

En el libro hay que destacar el personaje de Simon, ya que aunque el principio del libro muestra un lado frio y calculador, a medida que avanza el libro se muestra posesivo y dominante, principalmente en el plano sexual, lo que se traduce en escenas muy excitantes. Además se empieza a conocer a un hombre que ha sido subyugado por su abuelo, con miedos y ambiciones que son reflejo de su relación con su abuelo.

Además, el libro que empieza como una típica novela romántica, acaba describiendo una realidad, como son las intrigas políticas y el balance de poder para alcanzar los objetivos perseguidos en este ámbito.

Nota: 4 de 5.

Cuando comencé a leer "Alguien a quien amar", me entusiasmé con la idea de que me hallaba ante una novela en la que las voluntades de los portagonistas mantendrían una encarnizada lucha, hasta que uno de ellos, o ambos, terminaran cediendo ante el amor. Ese tipo de novelas me resultan apasionantes.

Pero cual no sería mi sorpresa al ir leyendo y descubriendo que tal combate no tendría lugar, al menos no como yo lo esperaba.

Si que es cierto que los dos personajes poseen un fuerte y decidido caracter. Ella, escarmentada por la desilusión y la humillación a la que Simon la había arrastrado siete años atrás con su traición, es ahora una mujer empecinada y decidida a conseguir unos objetivos, a los cuales no va a renunciar por nada ni por nadie. Y él también tiene muy claras sus metas en la vida. Las duras enseñanzas de su abuelo materno, al final, han calado hondo en él y no dejará que esa mujer, por la que siente una gran debilidad, le impida alcanzar sus metas políticas.

Hasta aquí todo bien. Pero... la confrontación no termina de llegar, no al menos como yo esperaba, ya que Simon se da cuenta de que sus ideales políticos no se alejan tanto de los de su esposa y no será hasta el final, cuando se ve presionado por otros políticos, cuando decida imponerse a los deseos de ésta.

En ese aspecto me ha resultado bastante decepcionante.

En cuanto a la forma de escribir de la autora, no tengo nada que objetar. La novela tiene una lectura amena.

No voy a decir que entretenida, al menos en mi caso, ya que el hilo conductor de la historia es el tema político y a mí me resulta un tanto aburrido.

Otro tema que a mi parecer cuenta con poca credibilidad, al menos así lo he percibido yo, son las condiciones en que las reclusas de Newgate se encuentran.

Cierto que habla de abusos y vejaciones, pero, y quizás este equivocada, yo siempre he tenido la imagen de las prisiones de esa época como la de lugares lobregos y sucios, repulsivos.

Por eso me ha chocado la idea que trasmite la escritora, de que con la ayuda de las Damas de Londre, las mujeres aparecían medianamente aseadas, presentable y no como despojos de la sociedad.

Tal vez me equivoque, pero a mi modo de ver ha suavizado el tema bastante, aunque puede que me equivoque y relamente en esa época las cosas en las prisiones no fueran tan precarias como las imagino.

En resumidas cuentas, "Alguien a quien amar" es una novela que no ha logrado engancharme realmente en nigún momento.

Creo que le falta pasión, y no me refiero a pasión carnal, que de esa nos deja suficientes muestras, si no a la falta de chispa, la que me gusta ver surgir entre los protagonistas.

Otro detalle, del que me acabo de acordar y que me ha chocado mucho, es el continuo uso del termino "polla", creo que chirría un poquito en medio de las frases en que la emplea, o al menos en casi todas. Queda un poco bulgar, cuando la novela no tiene en ningún momento ese tono.

Evidentemente habrá personas que la encuentren apasionante y otras, como yo, que simplemente la vean como una novela más.

Mi valoración: 2/5