Sabrina Jeffries vive en Carolina del Norte con su marido y su hijo Nick. Creció en Thailanda, donde se mudaron sus padres para trabajar como misioneros cuando ella tenía siete años; esto abrió su mente a nuevas culturas, algo que considera que siempre es bueno para un escritor. Como ella misma dice "Si tener una vida rica en variedad te convierte en novelista, entonces no tenía más opción que convertirme en escritora." Graduada en literatura inglesa se considera una fan de Jane Austen, por lo que le resulta fácil ambientar sus historias en la Inglatera del siglo XIX. Sabrina confiesa que escribe lo que le gusta leer, historias ligeras, sexys, con diálogos y sensualidad en sus páginas. Cuando no está escribiendo, pasa los días contestando correos electrónicos o disfrutando con un puzzle (su recompensa cada vez que finaliza una novela). También se la puede encontrar defendiendo la causa de los niños autistas en nombre de su propio hijo.