Descubrí a esta autora de casualidad en el confinamiento y simplemente me fascinó, tanto la historia que leí como su forma de escribir.
Me prometí seguirle la pista y leer más de ella y aunque he tardado más de lo que me hubiese gustado, he vuelto a leerla con La institutriz, una aventura por las higlands que ha sido una absoluta maravilla.

En La institutriz conocemos a Blair, nuestra protagonista femenina, una joven que no ha tenido una vida fácil y que se le complica más aún con la muerte de su madre en el nacimiento de su hermano.
Blair desgraciadamente no tiene a un buen padre y se ve obligada a huir con su hermano para protegerlo. En esa huida su camino se cruza con un buen hombre que la ayuda a crear una nueva vida como institutriz de una importante familia escocesa.

Por otro lado, tenemos a Kerr un guerrero de las tierras altas que adora la vida en el campo por lo que intenta disfrutar de esa vida mientras su Laird no recurra a él.
Si vida se complica con un matrimonio forzado y con una mala mujer, que hará de su vida un infierno incluso después de su muerte...

Los caminos de Blair y Kerr se cruzan de la manera más accidental e inesperada posible. Entre ellos surge la chispa de la atracción pero rodeada de dudas y desconfianza. Por lo que la relación laboral que les obligará las circunstancias a compartir no será nada fácil de vivir, además de intentar ignorar lo que surge entre ellos sin darse apenas cuenta.

No puedo contar más de la novela sin desvelar datos importantes y es que sin duda estamos ante una historia que merece la pena ser leída y descubierta por uno mismo.

Cómo decía al principio en su día me enamoró la forma de escribir de la autora y me reafirmo ahora de esa opinión. Con esta novela también me ha enamorado y embaucado con su estilo tan elegante y cuidado de escribir. Además de poseer para mí algo imprescindible, y es ese don de transmitir todos los sentimientos posibles dentro de una lectura.
Que me hagan reír, llorar o suspirar mientras leo una historia es algo que valoro mucho y fundamental para declararme fan de una autora y en esta ocasión confirmo que esta autora será una de mis lecturas habituales pues ha conseguido hacerlo.

La historia de Blair y Kerr es de las que se cuecen a fuego lento y se saborea de principio a fin. Desde que ellos se encuentran la historia no tiene desperdicio y aunque en gran parte de la historia les envuelve el peligro y los tira y afloja, hay una química entre ellos especial que hacen no poder despegarte de sus páginas.
Es una historia muy especial de las maduras, de las que van fraguándose poco a poco, de las que se saborean antes, durante y después de leer fin.

Pienso que está bien hilvanada y no deja flecos sueltos, teniendo en cuenta que es una novela que trata varios temas aparte de la romántica, como es la parte histórica política de la guerra napoleónica en Escocia, además de las tramas personales de los protagonistas tanto juntos como por separados y de varios personajes secundarios de gran importancia.
Pienso que la autora ha creado un buen equilibrio entre todas subtramas llevándolas al mismo punto de la trama central y resolverlas con maestría y coherencia.

La ambientación reconozco que es una de mis debilidades y es que todo lo que se describa en Escocia y las higlands es difícil que no me guste. Pero es que realmente la autora consigue describir mucho con las notas justas y necesarias para hacer que veas y sientas cada lugar con su gente y sus costumbres.

No tengo más que elogios para esta preciosa historia y recomendarlas a las amantes de las historias de amor de las de antes.
Y es que personalmente la autora con sus historias y su forma de escribir me recuerda a esas novelas de antes, de esas que nos han hecho enamorarnos de la romántica. De esas que echamos tanto de menos, pero que podemos recordar leyendo, por ejemplo a esta autora.
Absolutamente recomendable.