La novela comienza conociendo a Phoebe en uno de sus peores días. Acaba de perder su trabajo, el coche se le avería y por esto va a llegar tarde a la universidad donde un prestigioso médico da una conferencia para los estudiantes de medicina, donde aparte de interrumpir con su llegada en mitad de la reunión, su teléfono suena para su gran vergüenza, haciendo que las miradas se vuelvan a ella una vez más... Sobre todo la del impresionante doctor que da la charla.

Pero el día comienza a cambiar, gracias a los ánimos de su fiel y mejor amiga Maddy, que la convence para que solucione el tema del trabajo, se decide a llamar a un anuncio que ven en la universidad en el que buscan una canguro.

Phoebe siente una conexión inexplicable con el padre desesperado que le responde al teléfono, y su sorpresa es aún mayor cuando en la entrevista con él, descubre que Marcus Graham ese padre desesperado por encontrar canguro, es el mismo hombre que dió la conferencia que ella interrumpió.

Cuando leí la sinopsis me atrajo de inmediato. Y como suponía, tal argumento me ha gustado y entretenido mucho. Me enganchó desde el principio y no he podido parar de leer.

Phoebe es una chica joven que vive una vida que en realidad no es la que desea, pero que hace por su familia y un trágico suceso que vivieron en el pasado. No estudia lo que le apasiona, no trabaja en lo que le gusta, ni siquiera está enamorada de su posesivo novio, pero está dispuesta a hacer lo que todos esperan de ella ,aunque eso signifique sacrificar sus sueños... o al menos piensa así hasta que Marcus aparece en su vida.

Marcus Graham es un gran médico, viene de una familia de gran prestigio de la misma profesión, y su vida era perfecta hasta que su novia, a la que creía perfecta y que sería la mujer de su vida, lo deja en el momento más difícil que lo podría hacer, solo y con la hija recién nacida de ambos, Violet.

Cuando meses después Phoebe llega a su vida, empieza a soñar de nuevo y a creer en el amor.

La conexión entre ellos es inmediata, creando una relación, primero de jefe-empleada, después de amistad, y finalmente de una bonita historia de amor. Aunque cada uno tendrá que arreglar y superar lo que tienen pendiente de su pasado, enfrentándose a situaciones desagradables, para poder continuar y planear hacia el futuro.

El personaje de Marcus enamora desde el principio, pienso que es el héroe romántico con el que todas soñamos, ya que es un hombre sencillo y sensible, y una excelente persona y padre. Violet su hija de meses, me robó más de una sonrisa y da a la novela aún más dulzura.

La relación entre ellos la definiría así: muy dulce.

Algo que no me ha convencido del todo en la historia es que creo que los tiempos empleados, tanto desde que Marcus se convierte en padre soltero y conoce a Phoebe, como en la relación entre ellos, me parece muy precipitados, quizás me hubiera resultado más creíble si Marcus llevara más tiempo sin pareja, y que entre él y Phoebe hubiese sido una relación menos acelerada. Pero esto es tan solo una apreciación personal.

Por otra parte también conocemos la historia de amor entre Maddy, la amiga de Phoebe y Liam, el amigo de Marcus: Él es un libertino en toda regla y ella una mujer dura de roer. Y aunque al principio chocan con sus personalidades, la chispa surge entre ellos. No ensombrece la historia de los protagonistas principales, pero merecen la mención porque son personajes muy importantes en la trama, y me ha encantado su historia también. Creo que merecen su propia novela.

Me ha gustado la forma de escribir de la autora, con personajes bien definidos, diálogos sensuales y divertidos. Con momentos muy dulces sin ser empalagosos, otros que hacen suspirar, reír, en definitiva me ha transmitido varios sentimientos, espero leer más de ella.

Dicho esto y como conclusión general: me parece una novela muy buena y recomendable, agradable y entretenida.