Cuarta entrega de la familia Huxtuble, esta vez le toca a Stephen el conde Morton y el hermano pequeño. Me empecé el libro por la mañana y lo terminé antes de caer la noche creo que con eso ya dejo claro lo que me ha parecido el libro, lo que ha sido una sorpresa porque Stephen era el miembro de la familia que menos me ha llamado, demasiado afable y risueño supongo, no me esperaba gran cosa de su historia, y me he equivocado de medio a medio.

Stephen sigue siendo igual que siempre, un joven agradable, buena persona, risueño y simpática que le cae bien a todo el mundo y es uno de los favoritos de la alta sociedad Londinense tanto por su riqueza, su belleza y su personalidad, es objeto de deseo de las jovencitas debutantes y sus astutas madres.

La vida de Stephen es apacible, rodeado de una familia a la que adora pasando los días atendiendo los asuntos del condado, acudiendo a bailes y eventos sociales, no pretende casarse de momento porque es muy joven pero sabe que cuando lo haga será por amor y con una joven que se adapte a sus gustos, por eso se ve incómodamente sorprendido al desear a la infame viuda Lady Paget en cuanto la conoce en el baile de su hermana, donde la viuda se ha colado.

Cassandra, lady Paget, es una hermosa y joven que es una paria social, la apodan la asesina del hacha adjudicándole el asesinato de su difunto esposo. Llega a Londres desesperada porque no tiene dinero y a dos mujeres , una niña y un perro a su cargo. Tiene toda la intención de buscar un protector rico que la mantenga a ella y de paso a la gente que depende de ella. Sabe que no tiene más opciones que ser la amante de alguien o la esposa, pero ser esposa es lo último que desea en la vida después de su horrible matrimonio.

La primera impresión que da es de una mujer fría y calculadora que siempre tiene una mueca desdeñosa y una sonrisa irónica, se propone seducir a algún incauto rico que la mantenga y que pueda manejar, pero nada más lejos de las apariencias , es una mujer que ha sufrido mucho, ha pasado por un infierno y encima es una mujer despreciada por la sociedad.

Escoge a Stephen porque aunque le atrae su aspecto físico, como el de un ángel, desde el principio, piensa que sólo será un acuerdo comercial con un hombre afable y que no le pedirá nada más que su cuerpo, pero el conde resulta ser muy distinto de lo que ella esperaba, ni será un hombre manejable ni la dejará indiferente.

No desvelo más de la historia, sólo decir que es muy bonito ver como Stephen intenta que deje su máscara de continúo desdén en la que ella se escuda, como intenta ayudarla, que aunque es un buen hombre y responsable le deja claro que no es ningún pelele manejable. No se enamoran en seguida aunque se sienten atraídos el uno por el otro, los dos tienen sentimientos encontrados, ella intenta no cogerle cariño y tratarlo de manera fría sin conseguirlo, y él se pregunta a menudo porque sigue pensando en una mujer tan complicada, porque se empeña en ayudarla cuando estaría más tranquilo volviendo a su vida de siempre.

Es un libro precioso, como el primero y el tercero de esta serie, con unos personajes fuertes, con secundarios muy buenos y la familia Huxtable al completo para redondear esta estupenda historia y dejarnos con ganas de que llegue el último libro de esta serie.

Muy bueno