- Romántica histórica
- Simplemente mágico
Simplemente mágico
Detalles del libro
- Romántica histórica
Libro 3 de la Serie "Simplemente"
Durante una maravillosa tarde de verano, de visita en casa de su amiga Frances, Susanna Osborne es presentada al hombre más atractivo que haya visto nunca. La joven profesora siente algo que no tiene que ver con la encantadora sonrisa de Peter Edgeworth, seductor irremediable; sabe instantáneamente que este noble significa una grave amenaza para su corazón y los misterios que guarda. Por su parte Peter, vizconde Whitleaf, experimenta algo único al conocer a Susanna. Profundamente atraído, insiste a pesar de los continuos desplantes de la joven, quien se resiste una y otra vez. Finalmente el deseo se impondrá y vivirán una inolvidable tarde de pasión. La muchacha vuelve a sus obligaciones laborales, muy triste pero con la sensación de haber evitado un problema mayor. Sin embargo, el destino los unirá nuevamente. ¿Serán capaces de superar los secretos ocultos durante años, para vivir plenamente su amor?
Opiniones de los usuarios
No todas sus novelas me han calado de igual modo, sin ir más lejos, Simplemente mágico no la considero la mejor, la más romántica ni la más emotiva. Pero como todas sus historias -al menos las que he leído- te transporta a la elegante y subyugante época de La Regencia con una novela que consigue sorprenderme.
Simplemente mágico es la tercera de las novelas que componen la saga de las maestras de la Escuela para niñas de la señorita Martin. Desde que leí Simplemente irresistible sentía mucha curiosidad por el personaje de Susanna Osbourne y si bien la historia no pasará a ser una de mis preferidas, me ha gustado.
Me gusta la manera en que está construida la historia, cómo a pesar de enlazar hechos acontecidos en el pasado, la autora traza una novela que avanza sin retroceder, pero a la vez logra que esos hechos queden esclarecidos.
¿Y cómo no? Me ha gustado la pareja protagonista.
De las cuatro maestras de la Escuela para niñas, al principio Susanna me parecía la más soñadora de ellas. Tal vez se deba a su juventud, al modo dulce. pero sin hacerse respetar menos, en que trata a las alumnas. Pero la realidad es que en Simplemente mágico Susanna es una joven que no cree ni en los cuentos ni finales felices. No cree en los sueños. Un pasado demasiado amargo se lo impide.
Tal vez la concepción equivocada que tenía de Susanna hiciera que, a primera vista, mi impresión fuese la de que ante un hombre tan zalamero y conquistador como Peter Edgeworth, sería una presa cándida. Claro que Peter no es tampoco lo que parece... No es el conquistador nato que parece.
Con todas las novelas de Mary Balogh me sucede lo mismo. A priori los personajes parecen ser de una manera, pero poco a poco van dejando caer capas y más capas, hasta descubrirnos a personajes muy diferentes. Eso es lo que me ha sucedido con Susanna y Peter. Al tratarse de Susanna creo que se debe a que su apariencia y carácter dulce y amable te hacen pensar en una joven que sueña y desea lo que tantas jóvenes de su edad. En el caso de Peter, tengo que confesar que al principio lo describí -mentalmente claro está- como un vizconde galante y mujeriego como tantos otros.
La historia de Susanna y Peter me ha parecido muy bonita, además el hecho de que se conocieran desde niños -aunque él no lo recordase- hace que la novela se vea envuelta por una sensación un poco mágica. La de cómo dos personas que parecían destinadas a no volver a verse más. Lejos de aquellos niños son ahora un joven vizconde y una joven maestra que dependió de la beneficencia que deben sortear los mil y un obstáculos -prejuicios, miedo y diferencias sociales- que se interponen entre ellos para hacer realidad su final feliz.
A pesar del carácter extremadamente realista de Susanna, que desconfía de la felicidad, que incluso creo que la teme, la novela rezuma magia. Pero hablo de la magia de los sentimientos. La magia de una historia de amor.
Me gustan las novelas que como Simplemente mágico logra aunar dos espectros tan distantes y opuestos como el realismo que roza la desesperanza y la fantasía y la fe que despiertan los sueños. Me gusta de este novela y de esta saga como, libro tras libro, la autora encaja, igual que dos piezas perfectas, a dos personajes, procedentes de mundos distintos, y ensambla una imagen y una historia especial.
Tal vez ésta no sorprendente ni original, pero al menos a mí la historia de Susanna y Peter me ha gustado y me ha dejado con una sensación muy agradable al llegar a la última página.
Creo que es una buena historia. Bonita, dulce y, ¿por qué no decirlo? simplemente mágica.
Susanna también me ha gustado, una mujer valiente que deja atrás un pasado triste pero que ha encontrado la estabilidad que le hacía falta, aunque muy en el fondo ella añora algo más...
Como de costumbre, Mary Balogh describe y desarrolla los pensamientos y sentimientos de los personajes muy bien, y nuevamente nos traslada a una época en la que la diferencia entre las clases sociales y el saber estar es claramente palpable, pero lo hace con ese estilo tan exquisito (propio de ella), que me recuerda a las autoras clásicas.
Una historia muy recomendable.
El libro empieza cuando Susana pasa unas vacaciones veraniegas en la mansión campestre de Frances , antigua profesora de la escuela de señoritas y actual condesa de Egecombe, en uno de sus paseos se encuentran con sus vecinos y un amigo de estos, Lord Whitleaf, un vizconde alegre y adulador que queda inmediatamente prendado de Susana pese a que esta no cae rendida a sus pies como hacen todas las mujeres .
Susana, es una profesora que se crió en ese mismo colegio al quedarse huérfana. Es una joven trabajadora que disfruta de la vida que lleva enseñando a otras niñas y viviendo en la escuela junto a sus compañeras de profesión.
Pero el pasado de Susana oculta más cosas de lo que parece, como la muerte de su padre o sus orígenes. Aunque el vizconde Whitleaf no la reconoce ni le suena su nombre , ella si lo recuerda y tiene muy gravado en la mente el apellido de este. Cuando se cruza con él no ve sólo al apuesto hombre en el que se ha convertido sino que ve el recuerdo de un pasado doloroso, al mismo tiempo que lo toma por un hombre frívolo con pocas cosas que hacer a parte de flirtear con las mujeres.
Peter no es el hombre superficial que parece a primera vista. Es un hombre agradable con instintos naturales de protección hacia las mujeres, criado por una madre y unas hermanas posesivas y extremadamente protectoras, para él lo lógico es tener contentas a las mujeres, ya sea alagando las , ayudando, entreteniendo , aunque no deja de lanzar piropos y flirtear, nunca juega con los sentimientos de las mujeres y ellas saben lo que se espera de él… Es un hombre que no busca el conflicto, es amigable y tal vez un poco tímido que no se da impuesto a los deseos de su madre y que por eso pasa años fuera de su casa .
Cuando conoce a Susana siente una fuerte atracción por ella y aunque una y otra vez se dice a si mismo que será la última vez que buscará su compañía, inevitablemente vuelve una y otra vez en busca de su compañía.
Ese verano la pareja se hacen amigos, amigos que poco a poco van sintiendo emociones mucho más fuertes el uno por el otro, después de una tarde memorable y su posterior separación, vuelven a encontrarse en diversos momentos a lo largo del año, Susana convencida de que no hay futuro entre los dos y Peter intentando convencerla de lo contrario.
Una historia muy bonita , sencilla , que aunque no me ha gustado tanto como el segundo de la serie, Simplemente enamorados (un libro estupendo) si me ha gustado más que el primero pese a la mala traducción con la que nos lo han presentado, pero aún así te enganchas a esta dulce historia, con un personaje masculino risueño y dulce y una protagonista con carácter y fuerte. Al mismo tiempo que nos reencontramos con viejos personajes, como las profesoras de la escuelo o algunos miembros de la familia Bedwyn.
Mi valoración: Muy buena.