Autor: Rocío DC

Romántica actual

Tú, mi navidad de película

Carlos. Ese es mi nombre. Treintañero. Divertido, alegre, educado, romántico… Y, además,
ejecutivo de éxito y fracasado en el amor. Vamos, que no he dado una en cuanto a relaciones.
¿Mi especialidad? Tropezar siempre con la misma piedra. Con mujeres que acaban dejándome
tirado por sus ex. Parece que tengo un imán que las atrae, sí. Diréis… este muy listo no debe de
ser… Pero a ver, ¿qué hago si soy enamoradizo? Si me gusta comprometerme y paso de los líos
de una noche. ¿Que lo doy todo demasiado pronto? Puede ser mi error.
¿Acaso a vosotr@s no os ha pasado nunca?
Yo buscaba el amor, el de verdad, el que es para siempre. El caso es que, tras mi última
ruptura, decidí que no quería nada que tuviera que ver con relacionarme con el sexo
femenino. Cero. Ni olerlas. Mejor a kilómetros de distancia.
Ese era el punto en el que estaba cuando mi jefe me invitó a tomar unos días de descanso en
el trabajo —para desestresarme—. Hasta ahí todo bien.
Elegí un encantador pueblo, Montaves —donde, por cierto, vive mi última pareja, Isa— para
pasar unas idílicas vacaciones navideñas en plena naturaleza, rodeado de nieve, respirando
aire puro y ambiente festivo, además de tranquilidad en el hotel de mis amigos.
Con lo que no contaba era con que, nada más pisar el pueblo, iba a cruzarme con unos labios
rojos, una sonrisa deslumbrante y una lengua viperina y afilada, cuya propietaria era una
lunática de los pies a la cabeza que iba a dar al traste con todos mis planes y propósitos. Y eso
que no empezamos con buen pie…

Romántica histórica

El rumor de las folias

Luisa López, decidida a escapar de un matrimonio impuesto, emprende un viaje desde Gran Tarajal a Cuba durante la Segunda República. En el barco, se encuentra con la familia Westerling y su destino se entrelaza con el suyo. La historia se desarrolla en un contexto de corrientes ideológicas, cambios sociales y crisis económica, destacando las costumbres y formas de vida canarias de la época.

Artículos

¿Sabías que…? La mujer amazona en las novelas románticas y en la historia

A menudo en las novelas románticas históricas encontramos que los personajes femeninos suelen tener ciertos inconvenientes para montar a caballo de la manera que hoy conocemos y nos parece el habitual pero, durante siglos, montar a horcajadas no era una opción para el género femenino. Los motivos eran varios, pero destacaban la supuesta peligrosidad que […]

Romántica paranormal

El cuento del cazador

Prometió su lealtad al rey, pero nadie le advirtió que eso lo convertiría en el verdugo de la mujer que el destino había elegido para él.

La misión de un cazador como Gabriel es sencilla: seguir las órdenes del rey, cazar a su «presa» (viva, a ser posible) o convertirse en el verdugo. Cuando trabajas para un rey justo, seguir esas órdenes no suele ser un problema y, a menos que tengas que sacarle el corazón a una mujer inocente como Blancanieves, eliminar a un villano de una dimensión tampoco lo es. ¿Por qué, entonces, acabar con la mujer que pone tu mundo en peligro es como arrancarte tu propio corazón? De entre todas las mujeres que el destino podría haber elegido para él, ¿por qué tenía que escoger precisamente a la que estaba condenado a matar?

Si algo había aprendido Andrea en su vida, era que:

1. Todo cuento tiene su propio villano o villana.

2. El mundo entero la consideraba a ella la mala de la historia.

3. A nadie le importaba descubrir la verdadera historia de la villana.

4. Es mucho más sencillo convertirte en villana que demostrar que eres inocente o… casi inocente.

5. Escapar cuando tu cabeza tiene precio en dos dimensiones diferentes es difícil; hacerlo cuando tu cazador es el hombre que puede sentirte y te conoce mejor que tú misma, es imposible.

Perseguida, traicionada, condenada y sin un lugar al que ir, la única salvación posible para Andrea es convencer a Gabriel de que es inocente o… engatusarlo para que la reclame como su shangrile.

Romántica histórica

Un romance prohibido

Ian tiene una leyenda a sus espaldas… pero no es la que todos piensan.

Ian pertenece al clan Lennox. Todos lo tienen por un hombre rudo y solitario, que no cree en el amor. Rechaza a cuanta mujer le proponen como esposa o trata de conquistarlo.

Kayla pertenece al clan MacGregor rival de los Lennox desde tiempos ancestrales. Se conocen por casualidad, pero ambos tienen claro que su amor es imposible, pues sus familias nunca permitirán una unión entre ellos.

¿Deberán renunciar a estar juntos? ¿O pondrán en peligro sus vidas para logarlo? Están dispuestos a todo, por muy descabellada que sea la idea.

Un amor prohibido. Y dos personas dispuestas a todo para vivirlo.

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