Si has leído los libros de la saga Forastera de Diana Gabaldon, seguramente sabes que La batalla de Culloden fue el último gran enfrentamiento entre los Jacobitas y los partidarios de la Casa de Hanóver.
Ocurrió el 16 de abril de 1746, en un sangriento choque librado en las Highlands escocesas, que se produjo durante el levantamiento jacobita de 1745. Supuso la derrota de la causa jacobita y el intento fallido de la restauración de la Casa de Estuardo en el trono de Gran Bretaña.
Los Jacobitas, que en su mayoría eran escoceses de las Highlands, apoyaban a Carlos Estuardo, también conocido como Bonnie Prince Charlie o El joven pretendiente, hijo de Jacobo III, que reclamaba el trono.
Les enfrentaba el ejército británico, liderado por el Príncipe Guillermo Augusto, Duque de Cumberland, el hijo menor del soberano Jorge II de Gran Bretaña, miembro de la Casa de Hanóver.
Resultó una cruenta batalla, aunque corta, pues el victorioso ejército británico derrotó a su enemigo con facilidad. Una masacre que le sirvió a su general para alzarse con el mote de Cumberland el Carnicero.
Tras la batalla, Carlos Estuardo huyó de Gran Bretaña hasta Roma y vivió en el exilio hasta su muerte.
Los líderes de la causa jacobita fueron ejecutados como castigo por la revuelta, y los simpatizantes perseguidos durante años.
En Escocia se impuso un duro régimen que terminó con los clanes y que prohibía la cultura escocesa, su lengua (el gaélico), las gaitas e incluso su vestimenta tradicional.
Las Highlands nunca volvieron a ser las mismas, ni recuperaron su esplendor.
En la actualidad se puede visitar la zona donde ocurrió la batalla, que ahora es una gran extensión de tierra con las tumbas de los clanes que participaron en el enfrentamiento.
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