Detalle de la opinión
4.3 2 0.5Con un argumento coherente y adictivo
Valoración
4.5
Elizabeth Camden me ha conquistado con esta estupenda historia, vibrante, llena de misterio, suspense, con dos protagonistas excepcionales que saben superar sus pasados oscuros y salir adelante.
La historia empieza con la niñez de Lydia, para seguir quince años después, cuando ella ha conseguido por fin tener una vida que le proporciona seguridad y orden. Trabaja para el Almirante Fontaine como traductora, y en esa oficina sus compañeros forman su pequeña familia. La aparición de Alexander Babridge trastorna completamente su modo de vida, y se ve involucrada en sucesos que podrían costarle la vida y perder su trabajo. No obstante, por el amor que empieza a sentir hacia Bane y su sentido de la justicia, no dudará en emprender un viaje que puede ser sin retorno.
Sin duda, mi personaje favorito ha sido Lydia. Siendo una niña de nueve años, pierde a sus padres y es ingresada en un orfanato. Su inteligencia y capacidad de trabajo, no le impiden salir de ese mundo caótico y desarraigado en el que ha caído sin culpa alguna. A pesar de todo lo pasado, sigue teniendo una inocencia innata y un optimismo contagioso que llega a todos los que la rodean.
Alexander "Bane" ve todo esto en ella cuando la conoce, y la atracción que tiene sobre él es inmediata y profunda. No obstante, Bane tiene prohibido el matrimonio, debido a la cruzada que ha emprendido contra los contrabandistas del opio y de una persona en particular que le hizo mucho daño. Es un ferviente creyente y ha prometido que pasará su vida luchando para erradicar el opio de la venta libre.
Ellos dos se unirán para la lucha emprendida, pese a que la vida de ambos está amenazada por sus enemigos.
La novela tiene mucha acción y está muy bien ambientada. La documentación acerca del consumo de opio en esta época es fidedigno. El proceso de desengancharse de la adicción al opio me ha puesto los pelos de punta. Como se describe el sufrimiento de la persona y la gran voluntad que tiene que tener el que sufre de esta adicción.
La mayor parte de la historia la llevan los dos protagonistas, pero hay algunos secundarios que me han gustado mucho, como son los compañeros de Lydia en la Marina, y sobre todo el Almirante Fontaine, del cual me gustaría leer una historia. Los personajes negativos los he odiado por el daño que hacen a la humanidad. Todos están perfectamente retratados.
Tengo que hacer notar que Bane es un creyente devoto y decidido en su redención. Dios tiene mucho que ver en la historia y permanece latente a lo largo de la narración.
Me ha enganchado desde el principio. El interés por ver cómo evolucionaba el misterio y la gran dosis de intriga, me ha tirado todo el tiempo que he estado con su lectura. La historia de amor "blanca" entre los protagonistas ha sido preciosa y el ver cómo se iban enamorando y conociendo me ha encantado.
Es una novela muy bien escrita, con un argumento coherente y adictivo, al que no le falta el sentido del humor, ya que la simpatía de ambos protagonistas llena la prosa de diálogos chispeantes y divertidos, que te hacen sonreír en numerosas ocasiones, y que pese a los problemas que van surgiendo, al terminar su lectura, te queda un muy buen sabor de boca. El epílogo final ayuda a ello.
La historia empieza con la niñez de Lydia, para seguir quince años después, cuando ella ha conseguido por fin tener una vida que le proporciona seguridad y orden. Trabaja para el Almirante Fontaine como traductora, y en esa oficina sus compañeros forman su pequeña familia. La aparición de Alexander Babridge trastorna completamente su modo de vida, y se ve involucrada en sucesos que podrían costarle la vida y perder su trabajo. No obstante, por el amor que empieza a sentir hacia Bane y su sentido de la justicia, no dudará en emprender un viaje que puede ser sin retorno.
Sin duda, mi personaje favorito ha sido Lydia. Siendo una niña de nueve años, pierde a sus padres y es ingresada en un orfanato. Su inteligencia y capacidad de trabajo, no le impiden salir de ese mundo caótico y desarraigado en el que ha caído sin culpa alguna. A pesar de todo lo pasado, sigue teniendo una inocencia innata y un optimismo contagioso que llega a todos los que la rodean.
Alexander "Bane" ve todo esto en ella cuando la conoce, y la atracción que tiene sobre él es inmediata y profunda. No obstante, Bane tiene prohibido el matrimonio, debido a la cruzada que ha emprendido contra los contrabandistas del opio y de una persona en particular que le hizo mucho daño. Es un ferviente creyente y ha prometido que pasará su vida luchando para erradicar el opio de la venta libre.
Ellos dos se unirán para la lucha emprendida, pese a que la vida de ambos está amenazada por sus enemigos.
La novela tiene mucha acción y está muy bien ambientada. La documentación acerca del consumo de opio en esta época es fidedigno. El proceso de desengancharse de la adicción al opio me ha puesto los pelos de punta. Como se describe el sufrimiento de la persona y la gran voluntad que tiene que tener el que sufre de esta adicción.
La mayor parte de la historia la llevan los dos protagonistas, pero hay algunos secundarios que me han gustado mucho, como son los compañeros de Lydia en la Marina, y sobre todo el Almirante Fontaine, del cual me gustaría leer una historia. Los personajes negativos los he odiado por el daño que hacen a la humanidad. Todos están perfectamente retratados.
Tengo que hacer notar que Bane es un creyente devoto y decidido en su redención. Dios tiene mucho que ver en la historia y permanece latente a lo largo de la narración.
Me ha enganchado desde el principio. El interés por ver cómo evolucionaba el misterio y la gran dosis de intriga, me ha tirado todo el tiempo que he estado con su lectura. La historia de amor "blanca" entre los protagonistas ha sido preciosa y el ver cómo se iban enamorando y conociendo me ha encantado.
Es una novela muy bien escrita, con un argumento coherente y adictivo, al que no le falta el sentido del humor, ya que la simpatía de ambos protagonistas llena la prosa de diálogos chispeantes y divertidos, que te hacen sonreír en numerosas ocasiones, y que pese a los problemas que van surgiendo, al terminar su lectura, te queda un muy buen sabor de boca. El epílogo final ayuda a ello.