Detalle de la opinión
3.7 3 0.5Un historia encantadora
Valoración
4.0
Esta historia comienza como, por lo general, acaban la mayoría de novelas románticas, con la boda entre los protagonistas, y después, para seguir con la originalidad, se inicia el cortejo entre ambos.
Ambos se ven atrapados en un matrimonio que no desean. A Trent le cuesta mucho aceptarlo. Él siempre ha sido un joven alegre y despreocupado, ya que fue su hermano mayor el que heredó el título de duque, por lo que nunca ha tenido que asumir obligaciones en ese sentido. En un primer momento no sabe cómo reaccionar, quiere huir de ese matrimonio y apenas se acerca a su esposa, algo que no es lo adecuado. Pero, no es de extrañar; verse de repente casado con una mujer a la que apenas conoce, no es algo muy llevadero, sobre todo para él que siempre soñó casarse por amor, tal y como lo hicieron sus padres.
Por otro lado está Adelaide Bell, que es un personaje que a mí me ha gustado especialmente. Adelaide es una muchacha tímida, siempre obediente y siempre relegada a un segundo plano por parte de su familia, sobre todo por su madre, una mujer ambiciosa y sin escrúpulos, que solo se ha preocupado por el bienestar de su otra hija. Adelaide ha crecido sin ninguna clase de afecto, nunca ha asistido a un baile, nunca ha tenido su "temporada" como el resto de las jóvenes de su edad, ya que su madre no se lo permitía, y aunque parece haberse acostumbrado a esta situación, en el fondo, se siente muy mal. Por eso cuando su marido se aleja de ella, le duele y piensa que es alguien a quien todo el mundo rechaza.
Sin embargo, Trent decide afrontar los hechos y se le ocurre la idea de cortejar a su mujer, lo que a la familia de este le parece algo disparatado. Pero les guste o no, Trent está decidido a llevar a cabo el cortejo. De esta forma, lleva a Adelaide a pasear por Hyde Park, a cenar a los mejores restaurantes, a los bailes de la alta sociedad, a los que ella no ha podido asistir nunca, y así, entre evento y evento, el amor se va fraguando lentamente entre ellos, de una forma muy bonita y muy dulce. En el fondo, Trent tiene muy buen corazón.
La verdad, el que los dos protagonistas tengan que casarse sin conocerse de nada solo porque, de manera accidental, han quedado atrapados en las ruinas de un castillo y tienen que pasar la noche juntos, pues nadie puede ir a rescatarlos, es algo que resulta totalmente absurdo a día de hoy. Sin embargo, la moral de la época exigía salvaguardar el honor de la dama y la única solución, en este caso, era el matrimonio. Al mismo tiempo, la autora también retrata la hipocresía de la sociedad de la época, en la que se contraía matrimonio para conseguir una buena posición social o guardar las apariencias, y por otro lado se veían con sus amantes a escondidas, algo que se señala en la novela, como una práctica de las clases altas.
Cortejo en Mount Street constituye la tercera entrega de la saga "Hawthorne House", escrita por Kristi Ann Hunter. Cuando empecé a leerla no sabía que formaba parte de una saga, y ni mucho menos que fuese ya la tercera. Por lo que he visto, no es necesario leer las dos anteriores a esta, se sigue la trama sin ningún problema. Además, es la primera novela que leo de esta autora y me ha gustado mucho su forma de escribir. Al más puro estilo Jane Austen, ha construido una historia encantadora y ha definido a los protagonistas y a la sociedad londinense de aquella época. Sin duda, no será la única novela que lea de ella.
Ambos se ven atrapados en un matrimonio que no desean. A Trent le cuesta mucho aceptarlo. Él siempre ha sido un joven alegre y despreocupado, ya que fue su hermano mayor el que heredó el título de duque, por lo que nunca ha tenido que asumir obligaciones en ese sentido. En un primer momento no sabe cómo reaccionar, quiere huir de ese matrimonio y apenas se acerca a su esposa, algo que no es lo adecuado. Pero, no es de extrañar; verse de repente casado con una mujer a la que apenas conoce, no es algo muy llevadero, sobre todo para él que siempre soñó casarse por amor, tal y como lo hicieron sus padres.
Por otro lado está Adelaide Bell, que es un personaje que a mí me ha gustado especialmente. Adelaide es una muchacha tímida, siempre obediente y siempre relegada a un segundo plano por parte de su familia, sobre todo por su madre, una mujer ambiciosa y sin escrúpulos, que solo se ha preocupado por el bienestar de su otra hija. Adelaide ha crecido sin ninguna clase de afecto, nunca ha asistido a un baile, nunca ha tenido su "temporada" como el resto de las jóvenes de su edad, ya que su madre no se lo permitía, y aunque parece haberse acostumbrado a esta situación, en el fondo, se siente muy mal. Por eso cuando su marido se aleja de ella, le duele y piensa que es alguien a quien todo el mundo rechaza.
Sin embargo, Trent decide afrontar los hechos y se le ocurre la idea de cortejar a su mujer, lo que a la familia de este le parece algo disparatado. Pero les guste o no, Trent está decidido a llevar a cabo el cortejo. De esta forma, lleva a Adelaide a pasear por Hyde Park, a cenar a los mejores restaurantes, a los bailes de la alta sociedad, a los que ella no ha podido asistir nunca, y así, entre evento y evento, el amor se va fraguando lentamente entre ellos, de una forma muy bonita y muy dulce. En el fondo, Trent tiene muy buen corazón.
La verdad, el que los dos protagonistas tengan que casarse sin conocerse de nada solo porque, de manera accidental, han quedado atrapados en las ruinas de un castillo y tienen que pasar la noche juntos, pues nadie puede ir a rescatarlos, es algo que resulta totalmente absurdo a día de hoy. Sin embargo, la moral de la época exigía salvaguardar el honor de la dama y la única solución, en este caso, era el matrimonio. Al mismo tiempo, la autora también retrata la hipocresía de la sociedad de la época, en la que se contraía matrimonio para conseguir una buena posición social o guardar las apariencias, y por otro lado se veían con sus amantes a escondidas, algo que se señala en la novela, como una práctica de las clases altas.
Cortejo en Mount Street constituye la tercera entrega de la saga "Hawthorne House", escrita por Kristi Ann Hunter. Cuando empecé a leerla no sabía que formaba parte de una saga, y ni mucho menos que fuese ya la tercera. Por lo que he visto, no es necesario leer las dos anteriores a esta, se sigue la trama sin ningún problema. Además, es la primera novela que leo de esta autora y me ha gustado mucho su forma de escribir. Al más puro estilo Jane Austen, ha construido una historia encantadora y ha definido a los protagonistas y a la sociedad londinense de aquella época. Sin duda, no será la única novela que lea de ella.