Comencé a leer esta novela con muchas ganas y con grandes expectativas puesta en ella, sobre todo tras leer las muchas y buenas críticas que está cosechando. Buenas opiniones a las que se suma la mía. Pues para mí, estamos ante una auténtica joya del género romántico.

La novela contiene una trama súper elaborada, trabajada y tremendamente original, que atrapa al lector de manera inmediata y que no decae en ningún momento.

La mezcla de aventuras, leyendas y tradiciones, sumado con el toque mágico y paranormal, ideal para el escenario en el que está ambientada; la dosis de enfrentamientos, amores prohibidos, anhelo y deseo, hacen de la novela una combinación única y deliciosa.

La novela nos cuenta la historia de Erin, una joven irlandesa que por causa del destino se ve obligada a llegar a un trato con una banshee. Debe convertirse en la pupila de este ser mágico y sobrenatural durante un año y superar la prueba que le imponen para sobrevivir: dejar su corazón insensibilizado, no enamorarse. De lo contrario morirá.

Todo marcha relativamente bien, hasta que Erin es enviada a la isla de Skye para cumplir con una misión como parte de su enseñanza. Allí convivirá con la familia O’Connor y su misión se complica cuando Declan O’Connor aparece en su camino...

No voy a contar más, pues es una historia digna de descubrir por uno mismo y disfrutarla con todo detalle. Por falta de tiempo me ha durado más de lo que me hubiese gustado, pero la he ido dosificando y saboreando de principio a fin. Y aunque estaba deseando saber cómo terminaría por su compleja trama, a la vez, no quería terminarla.

La autora me ha ganado como lectora, indudablemente. La elegancia, magia y sensibilidad de su pluma me ha parecido excepcional. Ha creado una novela que, tanto por su trama como por su narrativa, recuerda a esos clásicos de la literatura romántica que muchas lectoras tenemos en tan alta estima. Y esto a día de hoy, es bastante difícil de encontrar.

La ambientación me parece magníficamente acertada. Y junto con la trama, se nota que está cuidada y trabajada a conciencia hasta el más mínimo detalle.

Los personajes, en mi opinión, están perfilados en profundidad; sus carácteres y personalidades se mantienen firmes y fieles en todo momento, sin variables injustificadas, evolucionando a la par de la trama y los sentimientos van complicándose.

Los diálogos son una delicia. Los tira y afloja que mantienen los personajes protagonistas son del todo acertados, divertidos y emocionantes. Me he encontrado riendo, enfadándome o emocionándome, según el momento. Me han parecido espectaculares.

Y las escenas... hay escenas entre Erin y Declan que son memorables.

Erin es un personaje con la que he conectado muchísimo. Y Declan se ha quedado mi corazón. A ambos los recordaré siempre con mucho cariño. Ellos y su historia se me han clavado en el alma.

Agradezco también que la autora haya incluido las preciosas leyendas que nos va contando a través de los personajes y que me han mantenido embelesada.

Definitivamente, la dulzura y romanticismo no faltan en esta novela. Lo sobrenatural y mágico, tampoco. Así que a quien le guste lo original, con ese toque clásico, le recomiendo sin duda esta novela. No dudo en afirmar que no dejará indiferente a nadie que decida vivir la aventura.