La bella de Belgrave square es el segundo de la serie Las londinenses pero se puede leer de manera independiente. Y me ha gustado mucho la inspiración en cuentos clásicos como la bella o la bestia (el momento biblioteca ❤️❤️) y la mitología griega con hades y perséfone. Eso sí, les ha dado un giro y los ha convertido en heroínas de su propia historia, así como en la princesa de su cuento.
Además, si por algo se caracteriza la autora es por retratar personajes diferentes e interesantes de leer. Con luces y sombras, y muy humanos. Así por ejemplo jamás había leído una dama victoriana con ansiedad social, pero a la que la sociedad le obliga a cumplir con su rol. Y por eso, a pesar de que él es un héroe de guerra, es ella la fuerte. Porque asociamos fortaleza con un físico, y al revés. Además, como le encantan los caballos, ese rol a cumplir es muy similar a las de las ferias y domas que tanto le gustan.
Sin embargo, mi empatía con ella se debe a su amor por los libros, prefieriendo cancelar planes o "estar enferma" por querer leer. Aunque, eso genera que sea muy romántica y haya idealizado todo lo que tiene que ver con el sentimiento. Con el peligro que supone. Más en una época donde no se casaban por amor, sino por conveniencia. De ahí que es bien difícil que la vean y la quieran por sí misma.
Y Jasper el militar, representa el otro lado de la situación. Es respetable, pero necesita de un matrimonio ventajoso para alcanzar el dinero que necesita. Y la aceptación. Aunque también quiere que le vean y lo quieran por sí mismo.
Y es que en años casos, las apariencias engañan. Y a priori, aunque muy diferentes, son muy parecidos entre sí y no pueden evitar enamorarse... Aunque suene egoísta o no se entienda. Una batalla que siempre merece la pena luchar.
Destaco el importante impacto de las circunstancias de la crianza de uno y otro para tener esa actitud y personalidad. Incluyendo aquí un clarísimo síndrome De Munchausen, el cual asociado al estado de la medicina es bastante clarificador de la evolución de esta ciencia. Asimismo pone de relieve que padre se hace y no se nace. Y que han existido padres que nunca han querido bien a sus hijos. Desde el punto de vista de la ambientación, destaco que podrían haberle dado más juego a la supuesta mansión encantada. Más porque el espiritismo estaba muy de moda en la época. Aunque los fantasmas eran los de Jasper, de quien me he enamorado por completo. Porque pocos hubieran sido capaces de sobrevivir con todo lo que carga encima. A veces los secretos son la tumb4 de nuestra felicidad. Destaco como otro aspecto positivo el hecho de que en la convivencia se conocen y ponen en común su amor por la literatura, dando así también el poder que las palabras tienen. Pero el amor ha de demostrarse con palabras y acciones, para no romper así la confianza. Más en aquellos casos en los que, creyendo hacer un bien... Provocamos un mal. Al hilo de esto, la subtrama de los escritores y cómo se tiene en cuenta la opinión de los lectores cero ha sido fantástica. Del mismo modo, que la coherencia de ambos protagonistas a la hora de ver, pero de escuchar consejos en aras de ser felices. Y sobre todo amados. Porque todos lo somos, del mismo modo que también todos somos bellos. Deseando saber ya de la tercera chica.