- Clean Romance
- La hija del boticario
La hija del boticario
Detalles del libro
- Clean Romance
Un pasado que nadie quiere contar y una madre que desapareció. ¿Conseguirá Lilly desvelar las incógnitas de su pasado?
Mientras Lilly trabaja en la botica de su padre, preparando hierbas y remedios de memoria, nunca deja de pensar en su madre, que les abandonó cuando ella era todavía una niña. Todo el mundo en el pueblo murmura sobre lo sucedido, pero nadie le cuenta nada y su padre tampoco habla del asunto.
Al vivir en un mundo tan pequeño, Lilly no deja de pensar en la vida más allá de Bedsley Priors, en viajar, en vivir aventuras, en el amor… Y en descubrir qué sucedió cuando era niña para que su madre les abandonara.
Cuando sus tíos de Londres se presentan en casa ofreciéndole la oportunidad de mudarse a Londres, recibir una educación esmerada y ser presentada en sociedad, no se lo piensa dos veces. Quiere saber quién fue su madre y qué le reserva el futuro a ella. Sin embargo, será mucho lo que deje atrás, aunque no sea consciente.
¿Volverá? ¿Encontrará a su madre? ¿Conocerá el amor?
Opiniones de los usuarios
La novela cuenta la historia de Lilly Haswell, una joven que vive en un pequeño y tranquilo pueblo, junto a su padre y hermano. Su madre los abandonó hace años y ella siempre se ha preguntado el porqué y si alguna vez volverá. También se pasa los días soñando con salir del pueblo y ver mundo, todo eso mientras echa una mano a su padre en la botica familiar. Un día, sus tíos de Londres le hacen una propuesta y ella acepta. Gracias a ella, podrá ir a Londres a experimentar aquello que tanto ansiaba y, tal vez, a descubrir la verdad detrás del abandono de su madre tantos años atrás.
Reseñar este libro es complicado sin hacer ningún spoiler, así que puede que algunas partes de la reseña queden algo vagas. Creo que así es mejor porque merece la pena leerlo sin saber demasiado sobre la trama. Es una historia muy bien narrada y llena de detalles. Eso hace que pases a formar parte de la misma desde la primera página que lees y es algo que valoro mucho de las novelas de Julie Klassen. Las descripciones son muy buenas y, gracias a ellas, consigues visualizar en tu cabeza el pueblo de Lilly, sus calles y casas, sus habitantes, ¡todo! Además, en la historia pasan varios años, cosa que también ayuda a que vayas asentando mejor todos los lugares y personajes.
Dichos personajes son el punto fuerte. Hay muchos y todos tienen su importancia y su rol dentro de la historia. Los vamos conociendo poco a poco, a unos más que a otros, pero ninguno nos va a dejar indiferentes. Por supuesto, la mayoría del tiempo veremos todo desde la óptica de Lilly, pero eso no implica que no haya algún que otro cambio de perspectiva o que no se profundice en los demás. Como todos los personajes están tan bien creados y desarrollados, en esta novela no hay tanta diferencia entre quiénes son protagonistas y quiénes no. Salvo en el caso de Lilly, claro. Es una protagonista que me ha gustado mucho por su tesón, su saber estar, su carácter y, sobre todo, por su evolución. La ves cambiar y madurar, aceptando lo que la vida le depara sin perder la esperanza. De entre los personajes quiero destacar, especialmente, el de Mary. Para mí, es tan protagonista como Lilly y es una mujer a la que no puedes evitar querer.
El romance existe, por supuesto, pero es sumamente relajado. Hasta el final del libro no eres capaz de discernir con cuál de todos los personajes masculinos acabará Lilly porque todos podrían ocupar el lugar de pareja. Está Francis, que empieza como aprendiz en la botica y que termina siendo todo un profesional. También el doctor Graves de Londres, un hombre con muy poca autoestima que consigue superar sus miedos gracias a su relación con Lilly. O sir Roderick Marlow, el rico del lugar. A mí, personalmente, me gustó Francis desde el principio porque es más familiar y rústico. Y, cuando terminé el libro, sentí que me habría gustado saber más de Roderick, por ejemplo.
Otro punto fuerte del libro es el trasfondo: la botica. Este mundo siempre me ha fascinado y, leyendo la novela, ¡he aprendido un montón! Sobre flores, plantas, recetas, cuidados, ¡todo! Y es un tema muy novedoso porque no suele abundar en las novelas románticas. Como tampoco abunda el hecho de que los personajes, salvo Roderick, sean gente de a pie, con sus trabajos y sus vidas cotidianas. He disfrutado alejándome de la pompa de la temporada londinense y del lujo de los salones de baile, como hace Lilly.
El misterio que rodea la desaparición de la madre de Lilly está patente durante la mayor parte de la historia, pero no es el hilo conductor de la misma. Al final, la moraleja del libro es que deseamos lo que no tenemos sólo para darnos cuenta de lo mucho que queremos aquello que teníamos y hemos perdido.
“La hija del boticario” se ha convertido en una de mis novelas favoritas de Julie Klassen. Una novela donde lo importante es la vida de los personajes y no tanto el romance exagerado de sus protagonistas. Es una historia para leer y reflexionar.
He de confesar que también es la primera novela que leo de este subgénero (Clean Romance) y no podía haber empezado por uno mejor. Empiezo a elogiar como se merece esta gran novela.
La ambientación es sublime, sin que la autora describa a todo detalle, sí que lo hace a los ojos de la protagonista según se podría decir sus preferencias, pero aun así es magnífico y hogareño. Londres sigue siendo Londres, es inevitable pues no seria así si no apareciera Hyde Park. Pero tanto el hospital como la calle de los boticarios ha sido un añadido muy agradecido y acertado a la historia. El tramo en el que se sucede todo lo Londinese es otro punto a favor para la historia; primero los presenta el precioso y pintoresco pueblo, nos adentra en Londres con un cambio de imagen radical sin extenderse demasiado, lo justo y necesario para luego volver al precioso pueblo y descubrir, junto con la protagonista, que gusta mucho mas este escenario que la capital ya de sobra conocida. Con esto gana mucho la novela.
Pero hay que añadir a los personajes, tanto Lilly que es magnífica y con la que creces según vas leyendo, como los personajes secundarios. Todos, desde la magnífica familia Lippert, Los Elliot y por supuesto las Mimpurse.
Por supuesto hay muchos más personajes dignos de mención, pero si empiezo hablar de cada uno de ellos no pararé. Son magníficos, reales y muy sentidos (se me ha escapado alguna lagrimita). Luego están los cuatro pretendientes de la protagonista, nada mal para ser una hija de boticario y aun así, un personaje de lo más completo y querido. Pocas protagonistas femeninas tienen tantos pretendientes. He de confesar que según iba leyendo y apareciendo cada pretendiente no sabía por cual decantarme, porque visto a los ojos de Lilly todos son perfectos, pero según avanza la historia se va detallando mas las preferencias y personalidades de cada uno de ellos. En mi humilde opinión… ha escogido bien!
La narración ha sido exquisita y bien cuidada. No me cansare jamás de recomendar esta novela. La pluma de la autora tiene su propia personalidad aunque se puede apreciar en ciertos momentos la influencia que han tenido las grandes autoras románticas clásicas sobre todo Jane Austen. Ya no solo los apellidos de ciertos personajes, si no a veces la sátira (mucho más suave que Austen) y los giros bien trazados y a veces inesperados.
Poco más puedo añadir en esta crítica sin hacer ningún spoiler, porque esta novela no se merece ninguno. Es una delicia que no defraudará. No es una novela romántica convencional, no hay escenas de sexo ni tórridos romances después de un magnifico baile en el que los protagonistas se comportan como en el siglo XXI en lugar de su propio siglo. Para nada, aquí se palpa la cultura y la sociedad del momento (por desgracia para las mujeres). Es una novela diferente, sencilla pero no aburre en ningún momento, con muchos giros en la historia y muchos personajes entrañables. La recomiendo a todo/a lector/a que ame las historias románticas, porque esta le encantará.
Mi valoración es de 10 sobre 10