Detalle de la opinión
4.3 3 0.5Misterios, intrigas y mucho romance
Valoración
4.0
Hace tiempo que quería volver a leer a Julie Klassen, ya que la única novela que había leído de ella es La hija del tutor, que me pareció excelente. Puede ser que esta no esté a su altura, pero desde luego, también es una gran novela que no defrauda.
Olivia Keene es una joven que por un inesperado acontecimiento debe abandonar su hogar, pues piensa que es la autora de un asesinato. Su huida será de lo más desafortunada, ya que tendrá una serie de encuentros muy desagradables, hasta que llega a un pueblo en el que en una gran mansión se está celebrando una fiesta y su curiosidad puede más que ella. Es sorprendida observando el acontecimiento a la vez que es testigo de una conversación privada, por lo que uno de los sirvientes la detiene y la lleva hasta el alguacil. Durante el tiempo que está recluida, es atacada por un malhechor que le provoca una herida en el cuello que la deja sin habla. Cuando es llevada ante Edward Bradley, hijo del conde de Brightwell Court, Olivia no puede hablar. Lord Bradley sabe que esta conoce un secreto que le atañe directamente y no quiere que nadie se entere, por lo que le conviene retenerla para estar seguro de que no lo revelará. Así que, pasa a trabajar de ayudante de niñera, hasta que deciden que sea la nueva institutriz de los hijos del primo de Lord Bradley, muerto hace algún tiempo y que viven en la casa. Poco a poco, Olivia se irá integrando en la mansión, conociendo a todas las personas que viven allí, y todos los secretos que allí se guardan, mientras Edward y ella se van acercando cada día más.
Olivia es una muchacha inteligente, con una gran habilidad para los números. Tiene las ideas muy claras y su mayor deseo es ser maestra de escuela, pero por un desafortunado incidente, tiene que abandonar su casa y va a parar a Brighwell Court, donde empieza a trabajar como institutriz a las órdenes de lord Edward Bradley. En un principio, este personaje, da la sensación de que es una persona egoísta, que solo quiere salvar su reputación, por la forma en que tiene retenida a Olivia, sin embargo, poco a poco, irá mostrando su faceta más humana, y se entenderán los motivos por los que actuaba de una determinada forma. Entre ellos se darán una serie de enfrentamientos, que se irán convirtiendo muy lentamente en un precioso amor. Lo malo, es que habrá que esperar casi al final de la novela.
Me ha parecido muy interesante la forma en que describe la mansión en que se desarrolla la historia. Nos muestra al detalle cada una de las estancias: las habitaciones, la sala de estar, el cuarto de juego de los niños, la escuela, la cocina… Al mismo tiempo que indica las funciones del personal de la casa: las doncellas, el mayordomo, la cocinera, la niñera y la ayudante de la niñera, trabajo que desempeña la protagonista hasta que deciden que trabaje como institutriz. Y un dato muy curioso que explica sobre el trabajo de las institutrices, del que nunca había reparado, a pesar de todas las novelas que he leído en las que aparecen: la institutriz trabajaba para los miembros de la casa, pero no pertenecía al servicio, por lo que tenía que estar aislada de este, y a la vez, tampoco podía codearse con sus empleadores, pues estaba en un nivela inferior a ellos, es decir, estaba sola.
Si bien me enganchó desde el principio, la primera parte se me hizo un poco larga. Demasiados detalles en la construcción de las tramas principales, aunque narrados de una manera excelente. Sin embargo, a partir de la mitad o un poco más adelante de la novela, la historia se vuelve cada vez más interesante, se van resolviendo poco a poco todos los conflictos que se han planteado a lo largo de la novela, de una forma tan magistral que hace que no se pueda dejar la lectura hasta el final.
En esta novela, además del romance entre sus protagonistas, nos vamos a encontrar numerosos misterios, intrigas, sospechas; una ambientación histórica que recrea de una forma excelente la época en la que se desarrolla y el modo de vida de las personas de aquel tiempo, con un estilo muy propio de las novelas del siglo XIX. Y además, un epílogo precioso, uno de los mejores que me he podido encontrar en una historia de amor. Sin duda, totalmente recomendable.
Olivia Keene es una joven que por un inesperado acontecimiento debe abandonar su hogar, pues piensa que es la autora de un asesinato. Su huida será de lo más desafortunada, ya que tendrá una serie de encuentros muy desagradables, hasta que llega a un pueblo en el que en una gran mansión se está celebrando una fiesta y su curiosidad puede más que ella. Es sorprendida observando el acontecimiento a la vez que es testigo de una conversación privada, por lo que uno de los sirvientes la detiene y la lleva hasta el alguacil. Durante el tiempo que está recluida, es atacada por un malhechor que le provoca una herida en el cuello que la deja sin habla. Cuando es llevada ante Edward Bradley, hijo del conde de Brightwell Court, Olivia no puede hablar. Lord Bradley sabe que esta conoce un secreto que le atañe directamente y no quiere que nadie se entere, por lo que le conviene retenerla para estar seguro de que no lo revelará. Así que, pasa a trabajar de ayudante de niñera, hasta que deciden que sea la nueva institutriz de los hijos del primo de Lord Bradley, muerto hace algún tiempo y que viven en la casa. Poco a poco, Olivia se irá integrando en la mansión, conociendo a todas las personas que viven allí, y todos los secretos que allí se guardan, mientras Edward y ella se van acercando cada día más.
Olivia es una muchacha inteligente, con una gran habilidad para los números. Tiene las ideas muy claras y su mayor deseo es ser maestra de escuela, pero por un desafortunado incidente, tiene que abandonar su casa y va a parar a Brighwell Court, donde empieza a trabajar como institutriz a las órdenes de lord Edward Bradley. En un principio, este personaje, da la sensación de que es una persona egoísta, que solo quiere salvar su reputación, por la forma en que tiene retenida a Olivia, sin embargo, poco a poco, irá mostrando su faceta más humana, y se entenderán los motivos por los que actuaba de una determinada forma. Entre ellos se darán una serie de enfrentamientos, que se irán convirtiendo muy lentamente en un precioso amor. Lo malo, es que habrá que esperar casi al final de la novela.
Me ha parecido muy interesante la forma en que describe la mansión en que se desarrolla la historia. Nos muestra al detalle cada una de las estancias: las habitaciones, la sala de estar, el cuarto de juego de los niños, la escuela, la cocina… Al mismo tiempo que indica las funciones del personal de la casa: las doncellas, el mayordomo, la cocinera, la niñera y la ayudante de la niñera, trabajo que desempeña la protagonista hasta que deciden que trabaje como institutriz. Y un dato muy curioso que explica sobre el trabajo de las institutrices, del que nunca había reparado, a pesar de todas las novelas que he leído en las que aparecen: la institutriz trabajaba para los miembros de la casa, pero no pertenecía al servicio, por lo que tenía que estar aislada de este, y a la vez, tampoco podía codearse con sus empleadores, pues estaba en un nivela inferior a ellos, es decir, estaba sola.
Si bien me enganchó desde el principio, la primera parte se me hizo un poco larga. Demasiados detalles en la construcción de las tramas principales, aunque narrados de una manera excelente. Sin embargo, a partir de la mitad o un poco más adelante de la novela, la historia se vuelve cada vez más interesante, se van resolviendo poco a poco todos los conflictos que se han planteado a lo largo de la novela, de una forma tan magistral que hace que no se pueda dejar la lectura hasta el final.
En esta novela, además del romance entre sus protagonistas, nos vamos a encontrar numerosos misterios, intrigas, sospechas; una ambientación histórica que recrea de una forma excelente la época en la que se desarrolla y el modo de vida de las personas de aquel tiempo, con un estilo muy propio de las novelas del siglo XIX. Y además, un epílogo precioso, uno de los mejores que me he podido encontrar en una historia de amor. Sin duda, totalmente recomendable.