Ha sido una lectura apasionante. Ha demostrado con que voluntad han luchado, a través del tiempo, los científicos para que sean reconocidos sus descubrimientos. Basándose en hechos reales y con los científicos que lo llevaron a cabo, la autora ha creado una historia muy interesante y con una relación amorosa preciosa. Por supuesto, los protagonistas de este amor, no son reales, pero están cercanos a los promotores del saneamiento de las aguas que utilizamos en nuestras vidas. Antes de este gran descubrimiento, la gente moría por miles, así que me ha encantado leer este libro.

Los protagonistas, Rosalind y Nicholas, son dos personas, completamente diferentes, pero que se complementan perfectamente. Rosalind, no tiene otra ambición que solucionar un problema que por esta época, mataba a la gente y, para ello, empleará todos sus recursos en investigar un nuevo método de salubridad de las aguas. Ha llegado a Jersey, huyendo de su pasado y ha encontrado un científico que la apoya y cree en sus dotes para la investigación. Aunque tienen muchos detractores, su lucha sigue y, poco a poco, van convenciendo a más personas, con sus resultados.

Nicholas, es uno de estos detractores, ya que no cree en la solución que plantean los científicos, pero esto no implica, que no se enamore totalmente de Rosalind, en cuanto la conoce. Pero la mentira, está presente y puede que rompa el incipiente amor de la pareja. Él es buena gente, pero, como muchos en su época, se niegan a aplicar inventos que no comprenden. Pero la buena gestión de los doctores, acabarán convenciéndole de aplicar la cloración de las aguas.

Con respecto a los personajes secundarios, están bien retratados y me ha gustado, especialmente, el hermano de la protagonista, cuyo amor fraternal queda demostrado al cien por cien. Como personaje negativo, la tía del protagonista, es el mal personificado. La ternura, corre a cargo de la hija de tres años de Nicholas.

La novela es impactante y adictiva. Muy bien escrita, te engancha enseguida, por la forma de encadenar los sucesos y, la relación de la pareja protagonista, es muy bonita y con altibajos, lo que llena de sentimientos encontrados al lector.

La trama está bien hilada y no pierde interés, en ningún momento. Es una historia dulce, tierna y que destila amor. No hay escenas calientes, pero eso no le quita romanticismo a la historia, al contrario, se siente el amor y la pasión de los protagonistas, casi más que si las hubiera, ya que se palpa la tensión sexual entre ellos.

Una novela muy recomendable.