La continuación de esta ingeniosa historia y la protagoniza la dulce Daphne. No voy a mentir, esta novela no me ha gustado tanto como su primera parte y lo que más me falla es el personaje masculino.

La historia continua prácticamente donde dejamos la primera novela. No es necesario haber leído la primera novela, aunque yo sí que la recomiendo, aparte porque me gustó más, también para conocer todo este mundo creado y que siempre ha sido tabú entre la gente pudiente, e incluso la no pudiente. En esta novela te explica bastante bien resumido todo lo acontecido en la anterior novela.

No es una mala novela, si te gusta este subgénero y te gusta la autora, esta novela te va a gustar. Conocemos más en profundidad a Daphne, su pasado, sus fobias y su propia aceptación. Es una personaje muy fuerte y también muy pero que muy soñador. Me encantó este personaje en la primera novela y más aún aquí. Los personajes secundarios, entre ellos Jess, siguen acaparando en ocasiones la historia y tampoco le pongo pegas.

En general la historia me ha gustado, es entretenida aunque ya no cuente con el factor diferencial de la historia.

Pero lo que no me ha gustado es su personaje masculino, William. No me parece digno de esta protagonista femenina, por lo que ha pasado, por cómo ha sido siempre su vida y por cómo sigue siendo. Me ha parecido egoísta y bastante frívolo. Las escenas románticas no me han enamorado y le falta sentimiento, todo por parte de él. Daphne necesita otra media naranja más adecuada a ella, al menos para mi gusto. Si no fuera por William, la historia hubiera estado genial.

En resumen: una historia un poco desinflada. Entretenida, con su religión patente (algo que a mí no me gusta mucho, pero la pluma de la autora lo compensa). Falla el personaje masculino, pero aun así la historia engancha. No es la mejor novela de la autora, pero si eres fan te gustará aunque no te llegue al corazón como otras historias de la autora.

Mi valoración es de 3 sobre 5.