Detalle de la opinión
4.0 1 0.5Romance envuelto en fantasía y magia
Valoración
4.0
Por fin tenemos aquí la tercera y tan esperada última entrega de la Trilogía Celtic, en la que la apasionada Morrigan es la protagonista.
Quienes hemos leído los dos libros anteriores estábamos deseando saber más de este personaje que tanto nos ha intrigado.
Morrigan es la diosa de la muerte y la destrucción. Su fuerte personalidad y su don tan persuasivo, la hacen ideal para llevar a cabo una importante misión.
Una misión que le hará dar más de sí misma de lo que ella espera, pues cierto "cocinerucho" pondrá su vida patas arriba, y la hará sentir aquello que en siglos no ha sentido...
Sean O' Malley hace años que renunció a la magia. Tras vivir una horrible experiencia decide mudarse lejos de su actual hogar y cambiar completamente su vida y llevarla a la más absoluta normalidad y rutina, hasta que aparece cierta diosa en su vida para traer de vuelta todo aquello de lo que huye...
En las novelas anteriores conocimos a estos personajes como secundarios. Morrigan es un personaje fuerte que no pasa desapercibido y de la que indudablemente queríamos saber más.
La historia entre Morrigan y Sean es divertida y muy sensual. No sabía que ibas encontrar en esta novela, la verdad es que tenía muchas espectativas en ella pero no sabía por donde nos iba a llevar la autora. Pero si quería sorprender lo ha conseguido.
Cómo decía, es una historia que tiene un poco de todo, el humor en los primeros capítulos es inevitable ya que tanto Morrigan como Sean comparten escenas hilarantes. A la vez que algunos momentos llenos de una elegante sensualidad.
Morrigan es un personaje complicado, que me ha encantado conocer en profundidad en esta novela y a la que he llegado a admirar. Él es un hombre que arranca suspiros y que su tranquila personalidad y su madurez tras lo vivido, lo hacen aún más especial... Sin duda Sean y ella son tal para cual aunque a priori nadie lo diría.
La ambientación de la novela es impecable. La autora ha conseguido crear un mundo de magia y personajes mitológicos lleno de aventuras, peligros y amor del que es imposible no prendarse. Nunca pensé que me llegaría a enamorar tanto del género fantástico romántico.
El cuidado, tiempo y entrega de la autora ha depositado en esta novela es más que evidente. Sin duda era una novela muy reclamada y espera por sus lectores, y entiendo que ha sido complicado trabajar así. Pero por mi parte debo decir que ha estado a la altura de las espectativas.
Cómo no destacar también otra historia que conforme avanza la novela toma un indiscutible protagonismo; estos son Tara y Eli, a los que también conocimos en las anteriores novelas y que en esta ocasión la autora les regala su momento de gloria dándole un final merecido.
Además me ha encantado reecontrarme con los protagonistas anteriores y saber cómo les va.
Me ha dado cierta pena despedirme de tan magníficos personajes y todo lo que me han hecho sentir con sus historias. Sin duda serán novelas a las que recurra de vez en cuando para una merecida relectura.
Así que si te gusta el romance envuelto en fantasía y magia, no puedes perderte estáma excelente trilogía.
Quienes hemos leído los dos libros anteriores estábamos deseando saber más de este personaje que tanto nos ha intrigado.
Morrigan es la diosa de la muerte y la destrucción. Su fuerte personalidad y su don tan persuasivo, la hacen ideal para llevar a cabo una importante misión.
Una misión que le hará dar más de sí misma de lo que ella espera, pues cierto "cocinerucho" pondrá su vida patas arriba, y la hará sentir aquello que en siglos no ha sentido...
Sean O' Malley hace años que renunció a la magia. Tras vivir una horrible experiencia decide mudarse lejos de su actual hogar y cambiar completamente su vida y llevarla a la más absoluta normalidad y rutina, hasta que aparece cierta diosa en su vida para traer de vuelta todo aquello de lo que huye...
En las novelas anteriores conocimos a estos personajes como secundarios. Morrigan es un personaje fuerte que no pasa desapercibido y de la que indudablemente queríamos saber más.
La historia entre Morrigan y Sean es divertida y muy sensual. No sabía que ibas encontrar en esta novela, la verdad es que tenía muchas espectativas en ella pero no sabía por donde nos iba a llevar la autora. Pero si quería sorprender lo ha conseguido.
Cómo decía, es una historia que tiene un poco de todo, el humor en los primeros capítulos es inevitable ya que tanto Morrigan como Sean comparten escenas hilarantes. A la vez que algunos momentos llenos de una elegante sensualidad.
Morrigan es un personaje complicado, que me ha encantado conocer en profundidad en esta novela y a la que he llegado a admirar. Él es un hombre que arranca suspiros y que su tranquila personalidad y su madurez tras lo vivido, lo hacen aún más especial... Sin duda Sean y ella son tal para cual aunque a priori nadie lo diría.
La ambientación de la novela es impecable. La autora ha conseguido crear un mundo de magia y personajes mitológicos lleno de aventuras, peligros y amor del que es imposible no prendarse. Nunca pensé que me llegaría a enamorar tanto del género fantástico romántico.
El cuidado, tiempo y entrega de la autora ha depositado en esta novela es más que evidente. Sin duda era una novela muy reclamada y espera por sus lectores, y entiendo que ha sido complicado trabajar así. Pero por mi parte debo decir que ha estado a la altura de las espectativas.
Cómo no destacar también otra historia que conforme avanza la novela toma un indiscutible protagonismo; estos son Tara y Eli, a los que también conocimos en las anteriores novelas y que en esta ocasión la autora les regala su momento de gloria dándole un final merecido.
Además me ha encantado reecontrarme con los protagonistas anteriores y saber cómo les va.
Me ha dado cierta pena despedirme de tan magníficos personajes y todo lo que me han hecho sentir con sus historias. Sin duda serán novelas a las que recurra de vez en cuando para una merecida relectura.
Así que si te gusta el romance envuelto en fantasía y magia, no puedes perderte estáma excelente trilogía.