En los últimos tiempos Adriana Rubens se ha convertido en una de mis escritoras favoritas y sin duda imprescindibles. Todas sus novelas me rinden a sus pies; además de por lo maravillosas que son, por lo que ella a través de sus letras es capaz de despertar en mí. Me transmite tanto con sus historias que me enamora cada vez más.

Esta vez me vuelve a maravillar con La venganza de Lugh, una pedazo de novela que me ha llevado a vivir una aventura mágica y trepidante que me ha dejado un buen sabor de boca y con ganas de más.

Esta novela es la segunda entrega de una trilogía. Aunque tanto esta como la primera parte, La sombra de Erin, se pueden leer de forma independiente, recomendaría que de leyeran en orden para evitar spoilers. Son dos historias que transcurren en el mismo tiempo de forma paralela, así que en la segunda aparte vemos detalles que salen en la primera pero con voces diferentes.

Aclarado esto paso a resumir algo de lo que encontraremos entre las páginas de este libro y mi opinión.

Alana es enviada a Irlanda con una misión tan importante como peligrosa. Al peligro ya de por sí que corre se suma la que supone cierto hombre arrogante en su camino. Y es que Lugh está acostumbrado a conseguir lo que se proponga y más cuando se trata de una mujer.

Como dios del sol que es, nadie se le resiste. Pero con Alana encuentra un desafío imposible de ignorar, sobre todo, cuando llevaba tiempo sin encontrar alguno y que despierte esos sentimientos en él.

La historia entre Alana y Lugh es bastante peculiar. Entre ellos surge de inmediato una atracción evidente. Cada vez que se encuentran saltan chispas, aún a pesar de la resistencia que pone Alana. El tira y afloja que hay entre ellos desde el inicio es súper divertido y adictivo.

Pero la pasión no es lo único que unirá a Alana y Lugh. La tentación que supone Lugh hace peligrar la misión que ella debe llevar a cabo, algo que la deja en una difícil tesitura, a lo que se suma que tanto su relación como su propia vida penden de un hilo...

Es una historia realmente maravillosa. Como decía al principio Adriana tiene la capacidad de transmitirme tantísimo que vivo con intensidad todas sus historias. Y La venganza de Lugh no ha sido menos.

Me ha hecho reír, llorar, suspirar y pasar por todas las fases posibles mientras me meto de lleno en la historia y me hace vivir, ver y sentir todo lo que describe. Sin duda, es una historia que se me ha quedado grabada y me ha dejado tales sensaciones que aún después de haber pasado varios días, no me desprendo de ellas.

Los personajes se han ganado mi corazón sin ninguna duda. Si algo destacaría, tanto de los protagonistas como de los secundarios, es que son muy humanos y son perfectos precisamente por sus imperfecciones.

La autora no nos describe a la típica heroína ni al típico protagonista masculino irresistible (bueno Lugh no hay duda que es irresistible) pero también tiene su lado vulnerable. Ambos cometen errores, dudan, son leales y sienten miedo. La profundidad y lo bien perfilados que están los personajes de esta novela, tanto la evolución de ellos a través de la trama, me ha parecido muy acertada.

Una vez la autora demuestra la gran habilidad que tiene a la hora de cambiar de registro y hacerlo tan bien. Pienso que es una autora bastante camaleónica, ya que hace una gran trabajo de documentación e investigación en todas sus historias y perfila a la perfección tantos sus novelas para conseguir una ambientación tan perfectas e historias tan bien escritas tanto en histórica, comedia y fantasía como en este caso.

Así que una vez más GRACIAS Adriana. Tienes algo especial y único que tengo la suerte de haber conocido.

La recomiendo sin ningún tipo de duda. Ya estoy deseando de leer el tercero.