Qué puedo decir de esta novela, es magnífica. Si la primera novela me encantó, con ese aire a reteling de La bella y la bestia, este me ha parecido increíble. Qué imaginación tiene la autora, la de cosas que pasan y cómo enlaza con todo. En ningún momento se hace pesado o aburre, y es un libro extenso. Eso sí, aquí ya desaparecen los parecidos con el cuento clásico de La bella y la bestia, la historia toma su propia voz. Es imprescindible haber leído la primera novela, porque aunque aquí te refresca lo acontecido en el anterior libro, no es lo mismo si lees esta novela o si empiezas por aquí.

Para empezar, el mundo que ha creado no es un mundo nuevo, los Fae, pero sí lo es su manejo y sus cortes, que son mundos aparte unos de otros, ya no solo la imagen de su ciudades sino el modo de vida de sus habitantes. En esta novela se conoce más el mundo fae y también el humano. Vemos como Tamlin, la bestia del cuento que se convierte en príncipe, es realmente la bestia. Ha sido un giro que sospeché ya al final de la primera novela y que se ha visto confirmado en este libro. Tamlin es obsesivo, cobarde y egoísta y hace pasar a Feyre un infierno. La encierra y no le da voz mientras ella pasa por una fase de dolor y rotura. Sí, lo que vivió Bajo la Montaña fue muy duro y está luchando día y noche contra esos recuerdos, y que la aparten y enjaulen no la ayuda. Pero aquí llega el verdadero príncipe, guerrero, rey, alto Lord, caballero de brillante armadura: Rhysand.

El que parecía el diablo encarnado es realmente un fae atormentado y poco a poco iremos dándonos cuenta de cómo es realmente él. Un fae que no encierra a Feyre, sino que la alienta a vivir la vida como ella quiera, a la que ayuda en todo, a la que escucha y la hace mejor persona, aunque algunas veces no lo parezca. Rhysand es todo lo que hemos creído que era Tamlin en la primera novela, e incluso mejor. Y qué relación comparten Rhysand y Feyre más bonita, pícara y sensual. Preciosa. Aparte que se respira segundas relaciones entre los personajes secundarios. Y qué bien escribe la autora, pasa de relatarte una escena llena de magia y acción a una de sentimientos, relaciones o recuerdos tormentosos sin despeinarse.

Esta novela trae muchas, muchas sorpresas, unas gratas y otras duras. Tiene momentos duros, dramáticos y desgarradores, pero también tiene otros muy románticos, pasionales, dulces, picantes y graciosos. Quizás la única pega que le pongo es que la autora nos hace esperar bastante la relación entre Rhysand y Feyre, nos da muchos amagos y pocos resultados hasta pasada la mitad de la novela, aun así merece la pena la espera.

En resumen: Es una novela de fantasía romántica tan completa a la vez que adictiva. Supera a la primera parte de la historia y marca un antes y un después. Muy muy recomendada. Me encanta cómo escribe esta autora.

Mi valoración es de 4,5 sobre 5. No le doy más puntuación porque aunque sé que esta novela la volveré a leer en un futuro, no acaba de alcanzar el podio de favoritos, es difícil llegar a esa estantería.