Si los sabios duendes lectores, desde la cúspide de la sabiduría, aconsejan de manera tajante una bella historia de amor pero la terquedad te nubla la mente y no te deja ver más allá de la razón, sólo cabe esperar a que escampe. Si un buen libro llama varias veces a tu vida pero le das con la puerta en las narices, sólo cabe esperar a que la mente sea flexible y aprovechar el momento mágico en el que vuelva a aparecer en tu existencia para gozar de una gran lectura.

No creo en las probabilidades cuánticas, en el destino, en la suerte, en lo que no se palpa pero no logro entender cómo aquel mismo libro, que cayó en mis manos por error, ha regresado a ellas. El círculo se ha cerrado para mayor disfrute de mis sentidos.

No es magia lo que he sentido leyendo este libro, es la realidad en estado puro alojada en mi garganta. Todo mi ser ha vivido sujeto a unos grilletes de intensas impresiones emocionales. Cerrar el libro y decir a groso modo que es un libro superlativo sería muy cómodo pero tampoco sería cierto. Hay ciertas partes que se me han hecho un poco largas pero he gozado con la fuerza de sus expresiones, de sus diálogos, de una prosa profunda y directa al corazón. Los amores difíciles en los que la imposibilidad se hace una constante, ha logrado que mi avidez en su lectura la haya "bebido" a grandes tragos, apenas sin respirar. Con el aliento fallido.

Me ha parecido una cruenta historia, muy bien documentada y ambientada, con unos protagonistas fuertes y tiernos a la misma vez que rompen moldes. El personaje de Tatiana es una continua evolución, desde la inocencia propia de su juventud hasta la madurez acelerada que le confiere una gran entereza dentro de un entorno hostil... ... Te daría cualquier cosa que necesitaras y te pediría poco para mi... Pero sentías tan poco por mí que no sabías que necesitaba muy poco.

Por otro lado, Aleksandr es un protagonista protector, tierno y con un pasado un tanto misterioso pero con un genio de mil demonios, que poco a poco he ido descubriendo y, a pesar de ello, aún creo que me queda mucho por conocer. Ese punto alejado que la autora otorga a este protagonista es lo que más me ha cautivado de él... Lo poco que tenía en mí era todo para ti. Tú eras la que pertenecía a todos los demás. Yo sólo era tuyo.

Me he permitido la licencia de entresacar estas frases del libro porque, desde mi punto de vista, definen la naturaleza de los protagonistas, su entrega, su generosidad, su lucha y sus esperanzas puestas en una vida mejor lejos de un régimen opresivo donde poder vivir plenamente su amor. Un amor hondo y reflexivo que te hace analizar los pensamientos y los diálogos que mantienen los protagonistas, que te impulsan a continuar con su atrayente relación amorosa y padecer en carne propia sus desventuras.

Este libro es una historia maravillosa que refleja el sufrimiento humano, la pasión, el deber, el tesón, los lazos familiares, el odio... En definitiva, la lucha por la supervivencia. Es fascinante cómo la autora logra mantener a lo largo de todo libro una historia de amor destinada al fracaso sin que decaiga el interés en su lectura. Menos mal que falta poco para que se publique Tatiana y Alexander porque este libro me ha dejado soliviantada y en ascuas...

He dejado mi mente abierta de par en par y ahora puedo decir que nunca es tarde si la dicha es buena.

Valoración personal: Excelente.

La historia comienza el mismo día que los nazis ocupan Rusia durante la 2ª Guerra Mundial. Tatiana tiene 16 años y se entera de la noticia a través de la radio junto con su familia. Ese mismo día le encargan ir a la tienda para abastecerse de provisiones, durante el trayecto, el sol radiante y la llegada del verano la distraen sentandose en un banco a disfrutar de un helado.

Es en ese momento cuando Aleksandr, oficial del ejercito rojo, se fija en ella y queda totalmente impactado, tanto por su belleza, como por la fuerza y el magnetismo que fluyen de Tatiana. No duda en acercarse y entablar una conversación con ella. La juventud de Tatiana y el impacto de ver a un hombre apuesto vestido de uniforme, no tarda en pasarle factura, haciendo que Aleksandr sea su primer amor.

Pero por desgracia su historia de amor está destinada a no florecer, las coincidencias de la vida hacen que Aleksandr sea el nuevo novio de la hermana de Tatiana, a la que ella no quiere herir por nada del mundo, y además acaba de estallar la guerra.

Comienza un periodo de lucha por la supervivencia día a día, tanto Tatiana como su familia, pasaran todo tipo de penurias. Estamos en los últimos días del comunismo en Rusia, y sumado a la guerra, la situación es casi insostenible para la sociedad. Fabricas cerradas, pocos suministros, cartillas de racionamiento, cortes de gas y luz, serán algunos de los problemas con los que se encuentran los rusos, haciendo que la mayoría de población emigre hacia las aldeas.

Aleksandr, como oficial del ejercito, tratará de ayudar a Tatiana y su familia con la influencia que pueda ejercer, pero aún así, el también guarda un gran secreto, que hace peligrar su puesto en el ejercito, e incluso hasta su vida.

Es una historia llena de sentimientos, y una lucha incansable por conseguir un futuro mejor.

Personalmente a mí me ha gustado muchisimo esta novela, las personalidades de los protagonistas están muy bien definidas y desarrolladas, la autora sabe reflejar la lucha interna a la que están sometidos y tiene momentos de una ternura incomparable.

Aunque es una novela que contiene mucha parte historica, es encomiable el trabajo de documentación de la autora. Los personajes que crean son tan fuertes, y el entorno en el cuál los ubica, es tan atroz, que hace que vivas intensamente todo lo que les sucede. Es uno de esos libros que cuando estas llegando al final te da miedo terminarlo, porque no quieres abandonar a los protagonistas, ya se han hecho parte de tí.

Afortunadamente, tendremos la ocasión de disfrutarlos de nuevo en "Tatiana & Aleksander".

Por fin he leído este libro, y he de decir que no sólo no me ha decepcionado a pesar de tener grandes expectativas sobre él, sino que me parece uno de los mejores libros que he leído nunca.

No sólo relata una historia de amor maravillosa, una de las más hermosas que he leído, sino que también relata el día a día de una ciudad sitiada, el cómo sus gentes tienen que luchar por la supervivencia en el entorno más hostil y desesperante posible, con frío, hambre.... sólo la voluntad les pemite sobrevivir. Muestra la verdadera cara de la guerra, sin idealizarla para nada, sino retratándola en toda su crudeza. No hay buenos ni malos, la autora nos muestra el sufrimiento de la gente humilde que debe hacer todo lo posible por sobrevivir en una guerra que no tiene nada que ver con ellos.

La novela tiene momentos desgarradores, pero también muy hermosos, vemos como la relación entre Tatiana y Alexandr se va desarrollando y fortaleciendo a pesar de todos los obstáculos, y como les cambia para siempre. Una de las cosas que más me ha gustado de la novela es el personaje de Tatiana. De ser apenas una niña despreocupada e inocente, al final la vemos convertida en el personaje más fuerte de la novela. Es capaz de salir adelante durante el sitio de Leningrado, ayudando a su familia, y sobreviviendo a todo ello. Después también vemos como es capaz de darlo todo, de enfrentarse a todo sin pedir nada a cambio por salvar a Alexandr. Es un personaje maravilloso.

Como habéis dicho, el personaje de Alexandr está algo más desdibujado, no lo llegamos a comprender del todo hasta el final de la novela, pero eso no impide que sea un personaje también entrañable, la manera en que ayuda a la familia, como protege a Tatiana de todo... Es imposible no enamorarse de alguien así.

Una novela inolvidable. Le doy un 5/5

Durante mucho tiempo he sido muy reticente a leer esta novela, pese a que el argumento me llamaba muchísimo la atención. Me parecía una novela diferente, no sólo por la ambientación, sino por la trama en sí.
Ahora que la he leído debo decir que si me arrepiento de algo es de no haberla leído antes porque es uno de los libros más bonitos y emotivos de los publicados en los últimos años. Al menos en mi humilde opinión. Y no he podido evitar dejar mi comentario…

El jinete de bronce no es sólo una historia de amor en tiempos de guerra, sino una historia de amor en mayúsculas, de ésas que recuerdas aun mucho después de haberla leído, de ésas que necesitas volver a leer para revivir lo que te hizo sentir, de ésas cuyos protagonistas dejan huella y cuyos diálogos permanecen grabados en tu memoria diría que casi indefinidamente.
Cuando una novela me cala hondo, se queda en mi cabeza y no dejo de pensar y pensar en fragmentos o diálogos, en todo lo que sentí al leerla. Eso es lo que me ha sucedido con El jinete de bronce. Así, no sé si es una gran novela, puesto que como con todas es muy subjetivo, pero para mí es una de las mejores que he leído nunca.

La acción arranca en 1941, días antes de que Rusia sea invadida por la Alemania nazi. Tatiana, la protagonista, es apenas una joven que empieza a despertar como mujer. Su cuerpo apenas acaba de madurar, pero en su cabeza y en su alma aún siente y piensa como una adolescente. En muchos aspectos es aún una niña, nunca se ha enamorado ni ha visto su mundo sacudido, algo que en poco tiempo cambia irremediablemente cuando éste se sacude sobre sus cimientos y los de Rusia, a causa del amor… y la guerra.

Cuando se difunde por la radio la noticia de que estalla la guerra, Tatiana se siente alborozada imaginando la evacuación de Leningrado. En su imaginación lo ve como una gran aventura, algo que no tardará en cambiar y en lamentar.

Mientras los primeros disparos y bombas caen sobre Leningrado, Tatiana conoce a Alexandr, un joven y atractivo oficial del ejército rojo. La atracción entre ambos jóvenes es inmediata: para Alexandr se trata de un sentimiento para el que no estaba preparado y para el que no hay hueco en su vida, menos en tiempos de guerra; para Tatiana es despertar al primer amor y ese vértigo que lo envuelve y ese ensueño con que todo lo envuelve, ése que le hace capaz de buscar atisbos de esperanza y futuro incluso en mitad de la devastación de la guerra.

Pero mientras ese enamoramiento va floreciendo, sobre los jóvenes caen infinidad de obstáculos que empañan ese amor naciente, empeñados en separarlos y en no permitir que crezca. Por un lado la guerra, siendo Alexandr un soldado su lugar está en el frente de batalla; por otro está Dasha, la hermana mayor de Tatiana, también enamorada de éste y al que presente ante la familia Metanov como su novio, y por otro Dimitri, un amigo de Alexandr que también se interpone entre ellos por medio de ardides y secretos.

Tatiana se siente dividida entre ese extraño sentimiento que le inspira Alexandr, un sentimiento al que no logra definir, y su lealtad y amor por su hermana, a la que no desea herir. Pero tampoco sabe como afrontar todos los sentimientos que surgen en esa vorágine que no comprende y no sabe como explicar.
Alexandr la cautiva pero la asusta, lo admira pero teme que le haga daño, después de todo ella no es más que una joven, apenas una niña, inexperta y sin el exuberante atractivo de Dasha.
Pero su inocencia, su ingenuidad y su corazón, desbordante de amor, es lo que enamora a Alexandr y lo que los une de un modo sutil, casi inapreciable, de un modo que sólo puede explicar el amor.

A la vez que los estragos de la guerra se difunden: la pobreza, el hambre, la muerte…, Tatiana y Alexandr tratan de ocultar sus sentimientos para no herir a Dasha, mientras a su vez, luchan por sobrevivir a tanta barbarie.
Si la situación no es suficientemente peligrosa y compleja, aún aparecen nuevos elementos, cuando Alexandr le confiesa a Tatiana un secreto que de ser divulgado, pondría en peligro la vida del oficial y la de todo aquél cercano y querido para él.

El jinete de bronce se sustenta en una impecable base histórica, bien documentada y bien ambientada. Al margen de la historia de amor, la segunda guerra mundial durante la invasión nazi en Rusia, queda reflejada con rigurosidad, pero la autora se centra en los aspectos que afectan a la vida de los ciudadanos rusos, de la gente más humilde.
La historia de amor entre Alexandr y Tatiana es sencillamente preciosa, desgarradora por momentos, dulce, sensual y ante todo muy tierna. Entremezcla inocencia y dulzura, pasión y celos, traición y desconfianza dando como resultado una trama que te envuelve de principio a fin.

Quizá el personaje mejor retratado, o al menos con mayor detalle, es el de Tatiana. Sabes qué siente y piensa en todo momento, sufres con ella, te emocionas con ella. En cambio Alexandr es más hermético, durante la mitad del libro no sabes con certeza qué piensa, aunque si lees entre líneas, si interpretas sus gestos y palabras, habla de un modo que te emociona mucho porque muestra un amor silencioso, un amor secreto hacia Tatiana.
No voy a decir que todo el libro es perfecto o que todo me ha gustado. Hay momentos en que me he sentido tentada de cerrar el libro y dejar de leer por la tristeza y el dolor de Tatiana, pero ahí achaco a ella como responsable por no luchar abiertamente, por ceder …
La verdad es que el personaje de Tatiana es indescriptible por el amor que profesa, por su lealtad y su fe, por su falta absoluta de egoísmo. Algo que en ocasiones le provoca lágrimas y dolor. Entiendo que es una mujer muy joven que no ve la maldad ni el egoísmo de los demás, con lo que a la vez que una virtud también me parece un defecto.

Alexandr poco a poco va mostrando más de sí mismo. Al principio es más difícil entenderlo, pero según su relación con Tatiana se afianza, descubrimos nuevas facetas de él y se nos revela como un soldado y un hombre de principios y capaz de los mayores sacrificos.

No añado más. Poco más puedo decir sobre lo que esta novela me ha hecho sentir. Sólo que es mejor leerla y descubrir por uno mismo esta inolvidable historia de amor.

Valoración: 5 sobre 5.