Detalle de la opinión
5.0 1 0.5Me ha encantado y la recomiendo a todo el mundo
Valoración
5.0
No sé qué me invade por dentro cuando leo un libro cuya narración transcurre en Alaska. Para mí, una amante completamente loca por la nieve, este país tiene un extraño encanto y magia que me hace suspirar y que, pese al frio que debe hacer allí, me atrae significativamente. No lo conozco ni creo que nunca vaya a visitarlo, aunque en los libros que he leído es tal la estupenda ambientación y los pormenores que las autoras reflejan en los relatos, que se me impregna el cerebro y todo mi ser dentro de este país, donde casi no hay día, está permanentemente nevado y los grados de calor bajan hasta números extremos.
Algo que me gusta de esta historia y de su autora es la creación de protagonistas, realmente canallas, que incluso ellos se lo creen fervientemente. Kade es así, un brutal, maleducado e impertinente hombre, el cual llega a un pueblo perdido en Alaska y llama la atención de todos por su singularidad y comportamiento. Es enorme y va todo tatuado, pero no a todos les da miedo. A Mira le repele pero le atrae, pese al comportamiento bestial de él. Sabe que oculta algo, aunque las lindezas que se dicen ambos poco a poco van abriendo un camino de no retorno.
Él la llama niñata entrometida. Ella lo trata de ordinario y malhablado. Pero algo dentro de ellos no puede conseguir que no sigan peleándose e insultarse, a la vez que crece algo en su interior, que va allanándoles el camino hacía una unión de dos corazones que se necesitan y se añoran. Esta transformación, que haciéndose imparable consigue que esa oscuridad que envuelve a Kade se vea opacada por la luz que desprende Mira.
Lo que más admiro de esta autora es cómo realiza la transformación de un canalla total en un ser al que el amor de una mujer consigue sanar completamente. Un protagonista que, cuando lo conoces, te pone los pelos de punta por las animaladas que dice y cómo trata a la protagonista. Pero cuando pasan los capítulos, te parece que todo lo que hacía, el pobre, estaba justificado y te alegras del cambio que el amor hace en él.
Mira me ha gustado por la pureza y sencillez de su personalidad y porque le da su amor, sin ningún tipo de retención, a ese ser que se muestra taciturno y sarcástico, a la vez que es sombrío y agresivo.
En los personajes secundarios de ese pequeño pueblo de trescientos habitantes, encontramos todos los vicios y virtudes del ser humano, la desesperación y el dolor, la cobardía, el egoísmo, la lascivia.
Al mismo tiempo, la amistad, el compañerismo, el amor y la comprensión. Todos estos secundarios adornan perfectamente esta preciosa historia, intensa, desgarradora y maravillosamente bien narrada, que te engancha desde las primeras páginas y que te transporta a lugares nevados, con auroras boreales que transforman al ser humano.
Cada nueva historia de Amabili Giusti me ha aportado algo diferente. Esta novela me ha dejado claro que el amor cura todos los males y que la superación personal es importante si quieres vivir en nuestro mundo, además de convencerte que no hay que juzgar las cosas a simple vista, hay que estudiarlas y entenderlas.
Me ha encantado y la recomiendo a todo el mundo.
Algo que me gusta de esta historia y de su autora es la creación de protagonistas, realmente canallas, que incluso ellos se lo creen fervientemente. Kade es así, un brutal, maleducado e impertinente hombre, el cual llega a un pueblo perdido en Alaska y llama la atención de todos por su singularidad y comportamiento. Es enorme y va todo tatuado, pero no a todos les da miedo. A Mira le repele pero le atrae, pese al comportamiento bestial de él. Sabe que oculta algo, aunque las lindezas que se dicen ambos poco a poco van abriendo un camino de no retorno.
Él la llama niñata entrometida. Ella lo trata de ordinario y malhablado. Pero algo dentro de ellos no puede conseguir que no sigan peleándose e insultarse, a la vez que crece algo en su interior, que va allanándoles el camino hacía una unión de dos corazones que se necesitan y se añoran. Esta transformación, que haciéndose imparable consigue que esa oscuridad que envuelve a Kade se vea opacada por la luz que desprende Mira.
Lo que más admiro de esta autora es cómo realiza la transformación de un canalla total en un ser al que el amor de una mujer consigue sanar completamente. Un protagonista que, cuando lo conoces, te pone los pelos de punta por las animaladas que dice y cómo trata a la protagonista. Pero cuando pasan los capítulos, te parece que todo lo que hacía, el pobre, estaba justificado y te alegras del cambio que el amor hace en él.
Mira me ha gustado por la pureza y sencillez de su personalidad y porque le da su amor, sin ningún tipo de retención, a ese ser que se muestra taciturno y sarcástico, a la vez que es sombrío y agresivo.
En los personajes secundarios de ese pequeño pueblo de trescientos habitantes, encontramos todos los vicios y virtudes del ser humano, la desesperación y el dolor, la cobardía, el egoísmo, la lascivia.
Al mismo tiempo, la amistad, el compañerismo, el amor y la comprensión. Todos estos secundarios adornan perfectamente esta preciosa historia, intensa, desgarradora y maravillosamente bien narrada, que te engancha desde las primeras páginas y que te transporta a lugares nevados, con auroras boreales que transforman al ser humano.
Cada nueva historia de Amabili Giusti me ha aportado algo diferente. Esta novela me ha dejado claro que el amor cura todos los males y que la superación personal es importante si quieres vivir en nuestro mundo, además de convencerte que no hay que juzgar las cosas a simple vista, hay que estudiarlas y entenderlas.
Me ha encantado y la recomiendo a todo el mundo.