Es precioso, dulce y tierno. La trama me ha gustado. Es un tema terrible, sobre todo en EEUU, pero la profundidad que demuestran los personajes que sufren, rien y lloran, en esta novela, me ha llegado al corazón.

A Ambrose lo he encontrado estupendo. Me ha gustado, sobre todo, como evoluciona a lo largo de la novela. Pero mi corazón entero se ha quedado con Bailey. Ese muchacho dulce, simpático y luchado, a la vez que optimista, que ha conseguido hacer que me riera, en situaciones realmente graves. Creo que es el motor de la historia.

Luego está Fern, adorable, buena, entregada a los demás y con complejos humanos, que va resolviendo conforme pasan las páginas.

Realmente me ha encantado y lo recomiendo a todos.