Desde que empecé esta maravillosa serie, Jason fue el personaje que más me cautivó. Ese chico tan responsable y leal que se ocupaba de todos sus amigos, el más sensato, correcto y eficiente. Es por esto que he esperado su historia con mucha ilusión e impaciencia, y conociendo cómo escribe esta divina escritora, sabía que encontraría una pareja para él merecedora de todo el potencial que guardaba dentro. Así ha sido. Me han gustado mucho todos: Rachel, Mike, Luke y Harriet, pero este final de serie para mí ha sido excepcional y satisfactorio.

Al principio, la autora nos hace encontrar al Jason que ya conocemos un poco, desilusionado de sus relaciones con esas perfectas mujeres, de lo que se culpa él mismo, ya que cree que es incapaz de amar de verdad. Es un estupendo hombre de negocios, todo lo económico le funciona, por eso se centra en el funcionamiento de su negocio y en su relación con la familia y amigos.

Es cuando conoce a Autumn, encadenada a la puerta de una de las casas que va a tirar abajo para construir una urbanización de casas modernas. Es entonces cuando su vida empieza a tambalearse y a quedar boca abajo. Ahora hay algo que les va a obligar a tener una relación amistosa, para que llegue a su consecución y esa atracción incomprensible que sienten los dos. ¿Va a ser un inconveniente o algo positivo?

¿Cómo puede conmoverme tanto la escritura de Alice Kellen? Me lo pregunto continuamente, ya que cada nuevo libro suyo que leo me parece más placentero y extraordinario. Me han impresionado las reflexiones y sentimientos que se muestran en toda la historia, no solamente de Jason, también los de Autumn y el resto de personajes que ayudan a los protagonistas, entre los que están, por supuesto, sus amigos de siempre, y que se vuelcan en él, como él ha hecho en otras ocasiones con ellos.

Todo es un componente estupendo para el libro, pero lo principal es la relación amorosa que va creciendo entre Jason y Autumn. Nos revela sus debilidades, sus miedos, sus prejuicios... pero también nos muestra a dos protagonistas fuertes, llenos de vida, que se complementan y que van creciendo conjuntamente, con la certeza de ese amor que los va invadiendo y consumiendo tenazmente, para lo que tendrán que abrir sus corazones y sus mentes y tratar de barajar todo con el mejor resultado.

Nos muestra aquí la complejidad del ser humano y los recursos que este tiene para crecer o destruirse, pero hay una cosa que queda muy clara: si deseas algo fervientemente, lo consigues. Pero muchas veces el amor y la amistad son muy importantes para conseguirlo. El que tiene estas dos cosas, tiene un amplio bagaje a su favor y debe agradecerlo.

Me ha encantado cómo se trata el tema de las familias de acogida, y también el terrible tema de la droga. Supongo que todos hemos leído acerca de ello en numerosas ocasiones, pero nunca viene mal recordar todo esto para volver a concienciarte.

Apoyando a nuestros protagonistas, están todos nuestros amigos la adorable Abigail y sus hijos; Tom, que refleja bondad, la exquisita Grace y por supuesto los gemelos... con los que no puedes dejar de soltar alguna que otra sonrisa, ¡son divinos! Y Hunter... cómo voy a olvidarme de él, le he tomado el mismo cariño que le tiene Autumn.

Solo voy a decir algo más. Aquí vais a encontrar una historia donde los sentimientos os van a desbordar completamente, vais a reír, llorar, suspirar… y en bastantes ocasiones se os pondrán en punta los vellos de los brazos. Os vais a enamorar de esta pareja que sabe cómo ganarle al destino lo que siempre han deseado: un amor verdadero, rodeados de personas a las que aman y que los aman.

Un final de serie glorioso, sensual y tremendamente adictivo.

Gracias a la autora por escribir estas historias que me hacen creer en el ser humano, en el poder de la amistad y en la fuerza curativa del amor verdadero.

Altamente recomendable.