Detalle de la opinión
4.8 2 0.5Es una historia preciosa, dulce y tierna
Valoración
4.5
Este es el tercer libro que leo de Alice y la verdad es que todos me han encantado, con 33 Razones para volver a verte quedé maravillada y pensé que la historia de Luke no la superaría, pero la autora me ha vuelto a sorprender y me ha encandilado completamente.
El libro empieza cuando Harriet tiene seis años y es abandonada por su madre, quedando al cuidado de su padre, que, con la pérdida se ha convertido en un hombre frío que no le muestra cariño en absoluto, solo la crítica y le muestra su lado más machista. Así que Harriet a muy temprana edad se tuvo que hacer cargo de la casa, y con ello descubrió su afición a la repostería.
Con el paso de los años Harriet recibió otro duro golpe que le incrementó la inseguridad que ya había hecho mecha en ella, suerte que siempre tuvo a su lado a su amiga Angie y a la madre de ésta, Bárbara, que siempre la trató como una hija más, y eran las personas que siempre estaban ahí para ella.
La muerte de su padre la llevó a tomar decisiones que nunca hubiera imaginado y ahí es donde aparece Luke y su casamiento en Las Vegas.
Luke lleva año y medio buscando a Harriet para poder llevar a cabo el divorcio, apenas conoció a la joven ya que fue una noche de desenfreno de la que no recuerda nada.
La búsqueda le lleva a un lejano pueblo perdido entre montañas, allí se encuentra con Harriet que por fin ha podido montar su propia pastelería, y lo que no esperaba Luke era quedarse prendado de la belleza y ternura de su esposa.
Luke no está en su mejor momento, lleva un tiempo perdido y su vida no tiene mucho sentido, no se encuentra en ningún sitio por eso no le importa quedarse una temporada por allí.
La convivencia y el conocerse mejor les lleva a enamorarse, sin embargo, los miedos y las inseguridades pondrán en jaque esos mismos sentimientos.
Igual que en el libro anterior la historia que nos presenta la autora es muy bonita, sin embargo el punto fuerte de la novela son los personajes, unos personajes que enamoran desde el primer momento. Harriet, a pesar de la dura vida que ha tenido, es una chica dulce, algo desconfiada, pero muy insegura, ella misma se cree más débil de lo que en realidad es, por que poco a poco ha ido superando todos los reveses que ha ido recibiendo.
Luke, ¡ay Luke! ya lo conocimos en el libro anterior y se mostró muy superficial, y así es como lo vemos al principio, despreocupado, descarado e incluso borde, pero detrás de esa fachada se encuentran muchas sombras. Junto a Harriet encuentra la paz que le faltaba, se preocupa por ella y por el negocio y poco a poco va encontrando su lugar, me ha encantado como va madurando a lo largo de la historia.
Como secundarios nos reencontramos con Raquel, Mike y Jason, preocupados siempre por su amigo y porque sea feliz, me hubiera gustado ver cuando conocen a Harriet y algún momento todos juntos, pero si hay que destacar a alguien es a Angie y a Bárbara, son pilares muy importantes en la vida de Harriet.
23 Otoños antes de ti es una historia preciosa, dulce y tierna, la autora tiene una forma de escribir sencilla pero sabe cómo transmitir los sentimientos, de manera que igual ríes o te afliges con unos personajes que me han llegado al corazón, perfectos, dentro de sus imperfecciones y sus inseguridades, que van madurando y van encontrando su lugar a lo largo de la historia.
Una novela que igual que su antecesora recomiendo completamente, y espero con ganas la historia de Jason.
El libro empieza cuando Harriet tiene seis años y es abandonada por su madre, quedando al cuidado de su padre, que, con la pérdida se ha convertido en un hombre frío que no le muestra cariño en absoluto, solo la crítica y le muestra su lado más machista. Así que Harriet a muy temprana edad se tuvo que hacer cargo de la casa, y con ello descubrió su afición a la repostería.
Con el paso de los años Harriet recibió otro duro golpe que le incrementó la inseguridad que ya había hecho mecha en ella, suerte que siempre tuvo a su lado a su amiga Angie y a la madre de ésta, Bárbara, que siempre la trató como una hija más, y eran las personas que siempre estaban ahí para ella.
La muerte de su padre la llevó a tomar decisiones que nunca hubiera imaginado y ahí es donde aparece Luke y su casamiento en Las Vegas.
Luke lleva año y medio buscando a Harriet para poder llevar a cabo el divorcio, apenas conoció a la joven ya que fue una noche de desenfreno de la que no recuerda nada.
La búsqueda le lleva a un lejano pueblo perdido entre montañas, allí se encuentra con Harriet que por fin ha podido montar su propia pastelería, y lo que no esperaba Luke era quedarse prendado de la belleza y ternura de su esposa.
Luke no está en su mejor momento, lleva un tiempo perdido y su vida no tiene mucho sentido, no se encuentra en ningún sitio por eso no le importa quedarse una temporada por allí.
La convivencia y el conocerse mejor les lleva a enamorarse, sin embargo, los miedos y las inseguridades pondrán en jaque esos mismos sentimientos.
Igual que en el libro anterior la historia que nos presenta la autora es muy bonita, sin embargo el punto fuerte de la novela son los personajes, unos personajes que enamoran desde el primer momento. Harriet, a pesar de la dura vida que ha tenido, es una chica dulce, algo desconfiada, pero muy insegura, ella misma se cree más débil de lo que en realidad es, por que poco a poco ha ido superando todos los reveses que ha ido recibiendo.
Luke, ¡ay Luke! ya lo conocimos en el libro anterior y se mostró muy superficial, y así es como lo vemos al principio, despreocupado, descarado e incluso borde, pero detrás de esa fachada se encuentran muchas sombras. Junto a Harriet encuentra la paz que le faltaba, se preocupa por ella y por el negocio y poco a poco va encontrando su lugar, me ha encantado como va madurando a lo largo de la historia.
Como secundarios nos reencontramos con Raquel, Mike y Jason, preocupados siempre por su amigo y porque sea feliz, me hubiera gustado ver cuando conocen a Harriet y algún momento todos juntos, pero si hay que destacar a alguien es a Angie y a Bárbara, son pilares muy importantes en la vida de Harriet.
23 Otoños antes de ti es una historia preciosa, dulce y tierna, la autora tiene una forma de escribir sencilla pero sabe cómo transmitir los sentimientos, de manera que igual ríes o te afliges con unos personajes que me han llegado al corazón, perfectos, dentro de sus imperfecciones y sus inseguridades, que van madurando y van encontrando su lugar a lo largo de la historia.
Una novela que igual que su antecesora recomiendo completamente, y espero con ganas la historia de Jason.