Me ha sorprendido mucho este libro, y desde luego, para bien, me ha encantado y espero que la editorial continúe con la serie por que me consta que la historia de Calla y Jonah aún tiene que dar mucho de si.

La historia comienza cuando Susan se está marchando de Alaska con la pequeña Calla de diecinueve meses, está dejando atrás a su marido Wren , al que quiere muchísimo , pero tiene claro que la vida en esos parajes no es para ella.

Han pasado veinticuatro años desde entonces , Calla se estuvo comunicando con su padre vía teléfono durante doce años , pero cuando él no asistió a su graduación tal fue su decepción que nunca más volvieron a hablar.

Calla acaba de ser despedida, la relación con su novio se está enfriando y encima recibe una llamada de Alaska , a la que al principio no quiere contestar. Pero ante la insistencia de Simón , su padrastro, acaba hablando con Agnes , una amiga de su padre.
Agnes le cuenta que su padre tiene cáncer y si quiere ir a visitarlo ella misma se encargará de prepararlo todo . Aunque al principio Calla no quiere ir , madura la idea de que a lo mejor no tiene otra oportunidad de conocer a su padre , por lo que emprende un viaje para una semana a Alaska.

Su llegada no puede ser más catastrófica , pues Jonah el mejor piloto y amigo de Wren, lleva una avión tan pequeño que no le cabe ni su equipaje , lo que molesta mucho a Calla , y además la primera vez con su padre es demasiado fría , lo que frustra a la joven.
Sin embargo, con el paso de los días Calla , aún sabiendo que no es su mundo ni pertenece a él , se va adaptando a las costumbres y a las personas que rodean a Wren, y además va conociendo más a su padre . También el pique que había con Jonah va desapareciendo y se va convirtiendo en una amistad que da paso a otros sentimientos.
Pero ¿ qué posibilidad hay de que funcione una relación si son de dos mundos completamente diferentes?.

Como he comentado al principio me ha maravillado este libro , y aunque las cosas ocurren poco a poco , no se me ha hecho pesado en ningún momento, al contrario , se me ha hecho corto.

Los personajes me han gustado mucho , todos , por que no hay ninguno que no valga la pena y no sea increíble.
Calla aunque es una pija redomada y va a Alaska en plan Barbie se va adaptando a la forma de vida , a las carencias de cosas esenciales o lujos a los que está acostumbrada y a la sencillez de la gente.
La relación con su padre es muy bonita pero dura ya que están todos esos sentimientos de culpa, de dolor, de arrepentimiento y sobre todo de , ¿qué hubiera pasado si....?
Me ha encantado como poco a poco se van abriendo el uno al otro.

Jonah también me ha enamorado , con su aspecto de Yeti al principio y sus bromas pesadas, que Calla le devuelve con creces. Pero con ese corazón tan enorme que siempre está pensando en los demás.
Si al principio no traga demasiado a Calla por lo estirada que es, pronto se da cuenta de que no es lo que aparenta y sus sentimientos hacia ella van cambiando.

Los secundarios son de lujo , Wren al que vamos conociendo y sabiendo por que no actúo de otra forma con una familia a la que adoraba, Agnes y Mabel que siempre han estado ahí para acompañarlo , o Susan y Simón , la madre y el padrastro de Calla, que siempre ha sido un padre para ella.

La pluma de la autora me ha encantado y ojalá sigan publicando sus novelas, ha trabajado muy bien la ambientación y sabe como combinar escenas divertidas y diálogos chispeantes , con el drama de trasfondo. La narración es en primera persona y únicamente a través de la protagonista.

Alaska sin ti es una historia preciosa pero dura , no solo por que trata temas como el cáncer , si no también por las decisiones que se toman en un momento dado y que luego nos persiguen toda la vida.
Una historia de reconciliación, de perdón y de segundas oportunidades, pero también de amor del bueno, del que perdura.

Mi valoración 5/5