Creo que leer cada novela que publique una autora que te guste tanto, y que cada ve que lo haga me sorprenda y enamore con su pluma un poco más y más... es un privilegio que pocas veces se vive.

A mí esto me pasa con María José Tirado. Siempre.

He leído todas sus novelas y todas me encantan, en ésta ocasión me ha cautivado con su última novela Bajo la luna azul. Una novela que escala y se posiciona entre mis favoritas, y es que es tan especial, que no puede ser de otra manera.

Bajo la luna azul nos cuenta la historia entre Hugo, un guapísimo veterinario y Estela, una magnífica arquitecta. Ambos han nacido y viven en Vejer, un pueblo de Cádiz, y se conocen desde niños compartiendo por ello gran parte de sus vidas en la infancia, ya que Hugo es amigo de Javi, el hermano mayor de Estela.

Él está enamorado de ella desde la adolescencia, algo que se encarga de esconder muy bien, entre otras cosas por miedo.

Ella es tan solo una niña que no se da cuenta de nada.

Y como ambos tienen unas metas que conseguir en sus vidas, el destino los separa, los años van pasando dejando los recuerdos de la adolescencia atrás, mientras se convierten en adultos consiguiendo la vida que cada uno deseaba...

Varios años han pasado cuando las circunstancias llevan a Estela a volver a su pueblo natal, después de vivir años fuera, y reencontrarse con su vida de siempre... incluido el guapísimo amigo de su hermano.

Entre ellos hay un lazo invisible que hacen que salten las chispas y la tensión cada vez que se vean... aunque el pasado haya quedado casi olvidado, es inevitable que los sentimientos vuelvan a resurgir.

Es una novela de la que se debe contar pocos detalles porque merece la pena descubrirlos leyéndola. Y es que, aunque en esta ocasión la trama es sencilla y se puede decir hasta predecible, es una preciosa historia, divertida y sensual que no deja indiferente a quién la lea, sobre todo por la alta dosis de sentimientos que transmiten, y que a mí al menos, me han llegado directo al corazón.

Y eso que debo reconocer que hasta casi la mitad del libro estaba un poco descolacada, tenía la sensación de que me faltaba algo, que la historia de amor que prometía tanto al principio no la estaba viendo, puesto que hasta casi la primera mitad de la novela la protagonista femenina me tenía totalmente despistada por sus actos, y el rumbo que toma su nueva vida. Esto y los enfrentamientos entre ella y Hugo me tenían con ganas de saber cómo se resolvería y me ha mantenido pegada a su historia. Incluso en algunos momentos Hugo, que para mi opinión es que lleva la voz cantante en la novela, por así decirlo, también me ha despistado un poco. Aunque algo menos porque en todo momento queda claro su posición y sentimientos, por lo cual esto ha hecho que en general haya conectado más con él que con Estela.

Poco a poco y con el mundo equino como escenario, el destino los va uniendo cada vez más, las máscaras van cayendo y los recuerdos del pasado van aflorando, y es cuando la historia entre estos personajes se vuelve todavía más especial.

Destacar algunos de los personajes secundarios tantos buenos como malos que tienen gran importancia a la novela, cada uno dando su aportación a la historia de Estela y Hugo. Pero sobre todo Olympic, un caballo súper especial que me ha robado el corazón.
En cuanto a los "malos" solo decir que me ha faltado al final saber cómo queda Yolanda, la que pensé que tendría más juego.

En general es una novela que merece la pena disfrutarla (y de la que la única pena que me ha dado es no haberlo hecho tocando y oliendo sus páginas, por haberse publicado solo en digital hasta el momento, aunque confío en que esto cambie) con unos personajes que se les coge mucho cariño y que viven una historia de amor especial en medio de una trama de celos, envidias y ambición, que hace que no haya podido parar de leer y que la novela atrape de principio a fin, consiguiendo en objetivo de entretenerme, enamorarme y emocionarme de la manera que la autora suele hacer y que tanto adoro.