J.R. Ward es una autora que me gusta mucho, sigo su saga de la Hermandad y también he leído todo lo que se ha publicado como Jessica Bird, así que cuando vi que salía una novela contemporánea de ella, me hizo ilusión. La autora explica al principio que esta es la segunda novela que le publicaron, de hecho es del año 2003, y que se nota un poco que eran sus inicios, aunque también nos explica que sus protagonistas son, según su costumbre, él, un macho alfa, y ella, una mujer de armas tomar, y es cierto.

Carter Wessex es una joven arqueóloga que vive por y para su trabajo, vive sola ya que desde que murió su madre dos años atrás, no se habla con su padre, al que culpa. Le han encargado que convenza a Nick Farrell, para que les autorice a excavar en su montaña, donde se dice que hay un tesoro escondido. Pero su visita a Farrell no resulta como esperaba, ya que este se cierra en banda y la echa de su casa.

Nick Farrell es un tiburón de los negocios, es un hombre frío y despiadado por eso ha creado un gran imperio, está soltero y huye de los compromisos como de la peste, y tiene a su cargo a su sobrino Cort, un adolescente con el que no se entiende demasiado bien. Cuando Carter viene a hablar con él, apenas la escucha, está harto de que todo el mundo quiera excavar en su montaña y, aunque se encuentra con una joven guapa y con un carácter fuerte que le atrae enseguida, no se rinde a sus instintos y le da puerta. Pero para Nick los negocios son lo primero, y cuando descubre que Carter es la hija de uno de los hombres con el que tiene un negocio entre manos, decide rectificar y darle el permiso para empezar con la excavación.

Entre Carter y Nick saltan las chispas desde el primer momento, pero son dos personalidades muy fuertes que chocan todo el tiempo, Carter no acepta las órdenes de nadie y acostumbra a decir lo que piensa, y a Nick, que está acostumbrado a que le sigan la corriente, eso hace que todavía se sienta más atraído por ella.
La relación entre ellos es muy apasionada y mantienen un tira y afloja casi todo el tiempo, si al principio se mueven por el deseo, poco a poco se van sintiendo cómodos el uno con el otro y va surgiendo el amor.

Me han gustado mucho nuestros protagonistas, están en la línea de los personajes de la señora Ward, Carter, es una joven desconfiada, valiente, independiente y no está dispuesta a que la pisotee ningún hombre, aunque se sienta atraída por él. Nick, es un hombre que al principio le darías alguna colleja, es demasiado autoritario, tiene una novia que ni siquiera le gusta y la trata como a un zapato, pero la llegada de Carter pone su vida del revés, ya que nunca se había enamorado antes y no sabe como manejar esos sentimientos, se convierte en un hombre protector y aprende a sonreír

Como secundarios, tenemos a Cort, un adolescente enamoradizo que lleva de cabeza a Nick por su rebeldía y porque no acepta un no como respuesta. Buddy, arqueólogo y colega de Carter, Ellie, la hija adolescente de Buddy, que enseguida hace que Cort se olvide de su enamoramiento por Carter, y no podemos dejar de lado a Lyst, que va desesperado por conseguir el oro.

Como he dicho al principio no es la primera novela contemporánea que leo de esta autora y la verdad es que me gusta, aunque se nota que es de las primeras que ha escrito, ya que las escenas de sexo son pocas y no demasiado explicitas y además el malvado de la historia no tiene nada que ver con los que encontramos en su saga de la Daga.

En definitiva, Corazón de oro es una novela con la que he disfrutado mucho, nos adentra en el mundo de la arqueología y le da un aire de misterio que hace que resulte adictiva, además sus personajes son fuertes y chocan constantemente manteniendo un tira y afloja durante casi todo el tiempo, y nos encontramos con una historia de amor apasionada y bonita.