Después de leer esta bonita historia me ha quedado una gran resaca literaria, quería llegar al final del libro, pero no quería dejar de lado a dos personajes que me han tenido enamorada a lo largo de la historia, y que seguro recordaré durante bastante tiempo.

Leo y Ana se conocieron siendo adolescentes, coincidían cada verano y poco a poco se enamoraron, pasaron unos años juntos, pero las malas decisiones que tomaron acabaron por separarlos.

Han pasado unos años y vuelven a reencontrarse. Leo es el propietario de una cadena de hoteles y Ana se ha convertido en una gran chef que va a trabajar para él sin ni siquiera saberlo.

Cuando vuelven a verse los sentimientos resurgen porque nunca les han abandonado, pero ¿serán capaces de perdonar y perdonarse para poder vivir ese gran amor?

Donna Kenci irrumpe en nuestro panorama con fuerza, y yo ya me considero una seguidora suya que la anima a que siga haciéndonos disfrutar de esta manera.

Además de una historia preciosa, ha creado unos personajes a los que hay que adorar desde el momento en el que hacen su aparición.

Ana intentó rehacer su vida cuando le rompieron el corazón, sin embargo, este nunca ha colaborado porque siempre ha estado ocupado por Leo. Se ha convertido en una mujer valiente, fuerte, que tuvo que abandonar todo lo que conocía y se ha dedicado a lo que siempre ha querido, ser chef. Con su vuelta a casa no esperaba encontrarse de nuevo con Leo, pero ¿acaso la vida les está dando otra oportunidad?

Leo se ha convertido en un hombre de éxito, ha subido muy alto, sin embargo su corazón siempre ha estado estancado. Cuando vio que Ana estaba interesada en el puesto no dudó en contratarla y de paso ¿conseguir su perdón?

Ambos personajes me han encantado, con sus errores, sus miedos, sus anhelos y esperanzas, pero sobre todo por el gran amor que se profesan y que no pueden ocultar.

Hay personajes secundarios muy importantes en la historia que no mencionaré, porque hay que leer la novela para saber cómo complementan e influyen en nuestros protagonistas.

La pluma de la autora me ha encantado, es sencilla pero elegante; ha creado una historia dulce y bonita que me ha dejado con una sonrisa boba en la cara.

La narración es en primera persona y corre a cargo de Leo y Ana, alternando también capítulos del pasado, de esa manera nos queda muy claro lo que piensan y sienten y también qué fue lo que aconteció años atrás.

Cuando no te tengo es una historia preciosa, tierna, conmovedora y muy romántica, una historia de sentimientos, de dolor, de perdón, pero sobre todo que habla de un gran amor que ha perdurado con el paso de los años. Con unos personajes muy completos que emocionan y enamoran, que me han hecho suspirar y sentir mariposas en el estómago. Una historia que seguro releeré en más de una ocasión y que recomiendo a todo aquel que le guste la novela romántica.

Mis más sinceras felicitaciones a Donna porque nadie diría que es su primera novela y que ojalá siga escribiendo historias como esta.