Desde que leí por primera vez hace apenas un par de años a esta autora intento no perderme nada de lo que escriba. Intento además ponerme al día con sus otra novelas pero esa tarea es más complicada XD.

El arte de engañar al Karma es la última novela publicada por Elizabet Benavent y si tengo que resumirla en una frase diría que es una historia muy diferente.

Esta novela nos cuenta la historia de Catalina, una actriz que no ha encontrado aún el papel de su vida. En ningún sentido al parecer... Y a la que la vida la pone en una tesitura a la que sacar provecho y que es difícil ignorar.

Catalina se adentra en el mundo del arte sin saber absolutamente nada de él, y sin esperar que su vida diera un giro tan grande. En ese camino aparece Mikel, un artista de renombre que pasa por un bache profesional, solitario y algo sombrío con el que compartirá una historia bastante peculiar...

Son la noche y el día. No comparten absolutamente nada y sin embargo sus caminos no pararán de cruzarse y como dos trenes en un mismo rail...

No voy a contar más de la novela porque la sinopsis ya pone en antecedentes de lo que encontraremos, y lo demás hay que descubrirlo por uno mismo, aunque por supuesto es mucho más que eso.

He tenido que dejar pasar un par de días para poder enfrentarme a hacer esta reseña pues me gusta ser sincera siempre, y debo decir que es una novela que me ha dejado sentimientos encontrados.

Por un lado es evidente la gran calidad literaria de la pluma de una autora tan consagrada como es Elizabet. Sus historias cosechan un éxito más que merecido y esta novela está a la altura sin lugar a dudas de las demás. O de al menos, y bajo mi punto de vista, de lo poco que yo he leído de ella hasta el momento.

La historia que encierra estás páginas es una historia madura, de las que se cuecen a fuego lento. De las que surgen sin pensar. Es una historia calmada a la vez que caótica. No es un amor loco. No es una historia de un flechazo. Y a la misma vez es una historia tremendamente intensa.

Pero a mí me ha faltado algo. Me ha faltado esa chispa. Esa conexión con los personajes que hacen que se te remueva cosas por dentro. A grandes rasgos me ha parecido una historia algo plana y en la que me ha faltado más profundidad con los personajes. No he llegado a entenderlos por separado. Aunque juntos en algunos momentos me han enamorado, otro los he odiado. No he conectado nada con Catalina. Un poco más con Mikel. Es una historia preciosa pero en la que he echado de menos la pasión y me han sobrado cosas...(me guardo los detalles para mí).

A la vez que os digo esto, también añado que es una muy buena historia. Que la autora mantiene ese don para atraparte y meterte en la novela en todo momento y que seas capaz de leerte 700 páginas sin darte cuenta.

Se nota además, que la autora ha dejado parte de su alma en esta novela. Desde la dedicatoria hasta el final de palpa emociones intensas y que transmiten muchas cosas.

La capacidad y calidad que tiene la autora para crear historias que no pasan desapercibidas, crear en ellas personajes que amas u odias pero que te hacen sentir y que despiertan sentimientos en el lector, es algo único e indiscutible.

Pero en esta historia, que realmente contiene de todo, me ha dado la sensación de que ha estado envuelta en un halo de desencantamiento amoroso que me ha parecido triste, y pienso que es lo que me ha hecho no conectar con la historia.

Aclaro que sí es una novela romántica. (Creo que a las lectoras que sabe qué es lo define este género me entiende lo que quiero decir).

Repito como decía antes que tengo opiniones contradictorias que en momentos ni yo misma me entiendo, porque por un lado me quito el sombrero ante Elizabet por crear otra maravillosa novela, tan real, tan original, tan suya... y por otro no puedo obviar que me ha dejado un poco fría.

Pero sin duda si algo tengo claro es que es una historia que merece la pena leer y empaparse de un mundo tan fascinante como es el arte. Que me ha encantado maravillarme con la pluma de esta mujer que tanto cuenta y que tanto te hace pensar, meditar y entender.

Una historia extraordinaria. Que hay que leer con la madurez necesaria y con la mente abierta.